La norma, que entra en vigor en noviembre, sigue la estela de la ley española: elimina los informes médicos y un proceso judicial para cambiar el nombre y la asignación sexual en los documentos
Fuente: El País
Por Almudena de Cabo
12/04/2024
Manifestación a favor de la nueva ley trans en el Bundestag de Berlín, este viernes.Ebrahim Noroozi (AP/ LaPresse)
En medio de fuertes críticas y acalorados debates en el Parlamento alemán, los diputados alemanes dieron finalmente luz verde este viernes a la nueva Ley de Autodeterminación de género con la que se facilita el cambio de género y nombre en el registro civil.
En el futuro bastará con una declaración en el registro local para cambiar la inscripción. Hasta ahora, esto requiere dos informes psiquiátricos que incluyen preguntas íntimas y un largo procedimiento judicial, algo que había sido duramente criticado por los afectados al calificar estas exigencias como “muy estresantes, degradantes y costosas”.
Alemania se suma así a la estela de países como España en los que ya se pueden modificar el género en los documentos oficiales sin cumplir con los requisitos médicos sobre cirugía de reasignación de sexo que suelen pedir la mayoría de Estados.
“Mostramos respeto por las personas trans, intersexuales y no binarias, sin quitar nada a los demás. Así es como seguimos impulsando la modernización de nuestro país. Esto incluye reconocer las realidades de la vida y hacerlas legalmente posibles. #Leydeautodeterminación”, escribió el canciller alemán, Olaf Scholz, en la red social X, sobre una ley que formaba parte del paquete de medidas acordado en el acuerdo de coalición de Gobierno entre socialdemócratas, verdes y liberales.
La nueva ley, que contó con un total de 374 votos a favor, 251 en contra y 11 abstenciones en el Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán), entrará en vigor el próximo 1 de noviembre, pero a partir de agosto ya se podrá solicitar el cambio en el registro, ya que dura tres meses hasta que es efectivo.
Para la ministra de Familia alemana, Lisa Paus, con esta nueva ley ―que sustituye a la controvertida Ley de Transexualidad de 1980― se trataba de poner fin a una situación que en su opinión no era sostenible y que era “realmente discriminatoria para estas personas y que les ponía obstáculos adicionales poco razonables”.
Los menores de 14 años no pueden hacer la declaración en el registro civil por sí mismos. Debe hacerlo el representante legal, pero siempre acompañado del menor. Si la persona tiene entre 14 y 18 años, puede hacer la declaración en el registro civil por sí misma, pero necesita el consentimiento de su representante legal para su validez.
En caso de conflictos, el tribunal de familia puede tomar la decisión. El criterio debe ser el interés superior del menor. El joven, o los padres, en el caso de los menores de 14 años, también deben declarar que han recibido asesoramiento previo. Este asesoramiento puede ser proporcionado por un psicólogo o por los servicios de bienestar infantil y juvenil. Además, para proteger la intimidad de las personas, también se prohíbe ―de forma similar a la ley actual― consultar las inscripciones anteriores de género o los nombres de pila. En cuanto a la crítica de que el límite de edad de 14 años es demasiado bajo, la ministra de Familia recordó que “a los 14 años, por ejemplo, también se puede decidir a qué religión se quiere pertenecer”, por lo que esto responde “simplemente a la lógica de la legislación alemana”.
Para muchos se trata de un día histórico. “La humillación ha llegado ahora a su fin”, explicó en el Bundestag el Comisario de Asuntos Queer del Gobierno alemán, Sven Lehmann. Mientras, la diputada de Los Verdes Nyke Slawik, que ella misma tuvo que cambiar su género de entrada con la normativa anterior, dio las gracias a todos los que habían hecho posible la nueva ley. “Como persona trans, experimentamos una y otra vez que nuestra dignidad se convierte en una cuestión de negociación”, explicó sobre un proceso que a ella le costó dos años y casi 2.000 euros. “Esto ha llegado a su fin”, agregó sobre un cambio que cuenta también con el apoyo de la Conferencia Alemana de Psicoterapeutas desde hace tiempo.
La ley aprobada estipula que la inscripción del sexo puede volver a cambiarse al cabo de un año. No afecta a las intervenciones médicas para la reasignación de género. Para ello se aplican reglamentos y directrices independientes.
A pesar de que partes de la antigua ley habían sido declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional alemán en repetidas ocasiones, en especial por los procedimientos humillantes para los afectados, la nueva ley contó con la oposición de los conservadores, de la ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y de la Alianza de Sahra Wagenknecht. Sin embargo, la mayoría formada por socialdemócratas, liberales y verdes hizo que pasara sin problemas por el Bundestag.
La política conservadora Mareike Lotte Wulf criticó el hecho de que la ley no hace nada para prevenir “posibles abusos”, ya que “los nombres de pila y las entradas de género pueden cambiarse sin condiciones previas”. Además, señaló que con la nueva ley el Estado descuida su “función protectora hacia los niños y jóvenes”. Mientras, el diputado de AfD Martin Reichardt se burló diciendo que “de repente, todo el mundo puede ser cualquier cosa” y la calificó de “ley absurda”, “de extremistas trans”.
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