Mesa de Comunidades Laicales de Bizkaia
La Mesa de Comunidades Laicales de Bizkaia desea manifestar públicamente, desde nuestra apuesta personal y comunitaria por el Amor incondicional que Jesús nos trasmitió, un rechazo unánime al responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la bendición de las uniones de personas del mismo sexo.
Queremos asimismo expresar el profundo dolor y decepción ante dicha respuesta negativa en un momento como el actual en el que nuestra Iglesia pretende ser una fraternidad inclusiva de hermanos y hermanas, signo de la fraternidad universal que Dios quiere.
“Para nuestras comunidades es un don de Dios el estar formadas por persona con identidades sexuales diversas. Queremos ser testimonio de Vida y gozo en la diversidad que, no solo es lícita, sino sobre todo amada por Dios. Luchamos y rezamos por una Iglesia que sea testimonio de ese Amor” (Comunidad Itaka). Hemos elegido estas palabras de denuncia de una de las comunidades de la Mesa como signo del apoyo a compañeros y compañeras homosexuales que son nuestros hermanos y hermanas de comunidad, formando algunos de ellos parejas estables con hijas e hijos, a los que acompañan en su desarrollo como personas cristianas del futuro. Su testimonio de fe y amor alimenta nuestra esperanza y nos lleva a seguir trabajando por una Iglesia futura en la que su bendición no sea sino una costumbre.
Y manifestamos especialmente nuestra solidaridad con una de nuestras comunidades, la de Betania (Colectivo LGTBI), que visibiliza en la sociedad y en nuestra diócesis una realidad que nadie puede arrogarse el derecho de excluir y marginar de los sacramentos, que no son de la Iglesia, sino del mismo Jesús al que todos y todas estamos llamados a seguir.