02-Junio-2008 Timothy Radcliffe
En algunas partes del mundo, la iglesia se ha fragmentado profundamente. Esto se manifiesta más agudamente en algunos países europeos como Holanda y Austria, y en algunos países de Iberoamérica. Yo no sé por qué, pero pienso que donde se siente más agudamente es en los Estados Unidos. Siempre ha habido tensiones dentro de la iglesia. Esto es necesario y sano. Pero tengo la impresión de que se ha alcanzado un nivel tal que tenemos la obligación urgente de curar estas divisiones. Un joven teólogo Americano, Christopher Ruddy, escribió, “la polarización es un lujo que la iglesia no puede por más tiempo consentir ni tolerar… La polarización ha estrangulado la capacidad de la iglesia para ser genuinamente evangélica o misionera.”