Juan Bautista Metz
A partir de una resolución del sínodo colectivo de las diócesis de la República Federal Alemana. 1976, Metz nos ofrece esta lúcida reflexión sobre este tema en nuestra Iglesia en busca de reestructuración.
A la jerarquía no se le puede andar mendigando unas nuevas formas de vida, «un lugar en el que madure una esperanza vivaz, un lugar en el que la podamos aprender de los hermanos y festejarla» (1.8), unas iniciativas de cogestión por parte de Iglesias de base. No es así como trabaja el espíritu de Dios. En cualquier caso, ¡no solo así!, nos dice el autor.