Obispos italianos contra el "Zan Ddl": una absurda persistencia

Fuente:   Adista

Vittorio Bellavite  

29/04/2021

 

 

 

Absurda la furia de los obispos contra la ley antihomofobia. ¿Hasta cuándo estas imprudentes intervenciones? El diálogo ya ha tenido lugar y ha sido positivo

Mientras que por un lado en nuestro país se va ampliando lentamente el ámbito de opinión que acepta el ámbito LGBT como una situación normal en la convivencia civil, por otro, se incrementa la discriminación y la violencia contra estas hermanas y hermanos nuestros. Las noticias y las estadísticas lo atestiguan. Es un fenómeno de ignorancia y rechazo a la diversidad, que en cambio puede ser y es una riqueza.

Durante años, una mayor protección por parte de las instituciones ha sido solicitada con perseverancia y determinación por campañas que han tratado de involucrar a toda la sociedad. Se han presentado cinco proyectos de ley en el Parlamento y, tras interminables audiencias y aplazamientos, la Cámara de Diputados aprobó un texto unificado a principios de noviembre.

A largo plazo, se han debatido muchas objeciones y solicitudes de aclaraciones y adiciones. Se preocuparon principalmente por proteger la posibilidad de reflexiones críticas sobre la homosexualidad y afirmar claramente la diferencia entre hombre y mujer. El diálogo tuvo lugar, fue fructífero y ahora ha terminado.

El proyecto de ley castiga todas las formas de violencia contra sujetos y realidades LGBT y contra las personas con discapacidad, se definen los diferentes tipos existentes, hay una afirmación explícita y contundente de la libertad de expresión, la diferencia evidente entre hombre y mujer convive con el reconocimiento de la pluralidad de situaciones personales.

Dicho esto, sorprende y molesta que, con un comunicado de prensa fechado hoy, la Presidencia de la Conferencia Episcopal no pueda dejar de seguir apoyando la posición fundamentalista presente en el mundo católico contra esta ley, escribiendo palabras sorprendentes por su imprudencia ("La ley que pretende combatir la discriminación no puede ni debe perseguir el objetivo con intolerancia, cuestionando la realidad de la diferencia entre hombre y mujer").

Esperamos que el Senado, afirmando el carácter secular de las instituciones, vote de inmediato de manera definitiva, sin incertidumbre ni postergación, un proyecto de ley largamente esperado que puede contribuir a una mayor civilización en las relaciones sociales de nuestro país.