Peter Higgs, premio Nobel 2013 en física que predijo la existencia de un bloque de construcción fundamental de una materia a menudo llamada el "Dios partícula", ha fallecido a los 94 años.
Fuente: La Croix International
Por Malo Tresca
11/04/2024
Con el bosón de Higgs, ¿sigue siendo necesaria la creencia en Dios? Esa pregunta surgió tímidamente en la prensa internacional el 4 de julio de 2012 cuando la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) confirmó oficialmente su existencia.
Considerada la piedra angular de la estructura fundamental de la materia, esta partícula elemental -que da masa a muchas otras partículas- era una predicción teórica que el físico Peter Higgs había hecho cuarenta y ocho años antes. Higgs, que junto a su colega belga François Englert ganó el Premio Nobel de Física en 2013, falleció el 8 de abril a los 94 años.
Si bien la comunidad científica estaba eufórica cuando el CERN afirmó oficialmente la teoría de Higgs en 2012, muchos cristianos conservadores, particularmente en los Estados Unidos, donde las teorías creacionistas siguen siendo relativamente influyentes, se enfurecieron. Temían que este nuevo descubrimiento, que parecía probar la teoría del "Big Bang", fuera invocado para refutar la existencia de un Dios creador.
"El bosón de Higgs es un clavo en el ataúd de la religión", afirmó el investigador de Oxford Peter Atkins durante una entrevista con la BBC en julio de 2012. Lawrence Krauss, físico teórico de la Universidad Estatal de Arizona, creía que esta partícula "establece una nueva historia de nuestra creación" independiente de un creador sobrenatural.
La "partícula de Dios"
En los esfuerzos por popularizar este descubrimiento, el "bosón de Higgs" a menudo se conoce como la "partícula de Dios", principalmente porque el bosón está en todas partes, pero es extrañamente esquivo. Este apodo se atribuye a menudo al premio Nobel de Física de 1998, Leon Lederman. Escribió un libro en 1993 llamado La partícula de Dios: si el universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta? El físico estadounidense originalmente quería llamarla la "maldita partícula", pero su editor en Dell Publishing lo convenció de que no lo hiciera.
Higgs declaró con frecuencia su objeción a llamar al bosón la "partícula de Dios". Aunque era ateo, temía que llamarlo así pudiera ofender a los creyentes.
En la intersección de la religión y la ciencia, el debate llegó incluso a Roma en ese momento. Guy Consolmagno, astrofísico jesuita y director del Observatorio del Vaticano, insistió en que el término "partícula de Dios" era una broma. Según él, podría entenderse alternativamente como un "regalo de Dios para ayudar a explicar cómo funciona la realidad en el mundo de las partículas elementales".
"Una razón equivocada para creer en Dios"
"Esta forma de llenar nuestros vacíos [de conocimiento] con Dios no solo es una razón equivocada para creer en Dios, sino que también es mala ciencia", enfatizó el hermano lego jesuita, al tiempo que reconoció públicamente el importante descubrimiento científico.
Otras figuras religiosas vieron el descubrimiento como un poderoso ejemplo de la creación de Dios. Cuando la revista católica francesa La Vie informó de la noticia en un artículo del 6 de julio de 2012, citó un tuit del sacerdote anglicano Nicky Gumbel: "Honremos a los científicos que descubrieron la 'partícula de Dios' y adoremos al Dios que la creó y a ellos".
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