Los miembros del Sínodo expresan su incomprensión por las críticas de Kasper al Consejo Sinodal

EL MODELO DE ROTTENBURG COMO MODELO PARA LOS PLANES DE REFORMA DEL CAMINO SINODAL

FRIBURGO ‐ EL CARDENAL Kasper piensa que los alemanes han perdido el rumbo con el Consejo Sinodal y propone un modelo de su diócesis de origen. Pero las diferencias con el Consejo Sinodal no son tan grandes, responden ahora destacados miembros del sínodo.

Fuente:   katholisch.de

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01.03.2024

Foto: © Julia Steinbrecht/KNA (Imagen simbólica)

En opinión de los principales miembros del sínodo, el modelo de Rottenburg propuesto por el cardenal Walter Kasper contra el Consejo sinodal se mueve exactamente en la línea del camino sinodal. En un artículo para el "Herder-Korrespondenz" (viernes), los profesores de teología Gregor Maria Hoff, Julia Knop y Matthias Sellmann, así como el pastor de Limburgo Werner Otto, subrayan que el Foro Sinodal "Poder y separación de poderes" ha tenido en cuenta la experiencia de Rottenburg con los organismos sinodales, que ha sido probada durante décadas. La idea básica del Camino Sinodal corresponde precisamente a la fórmula propuesta por Kasper en su crítica de los proyectos del Consejo Sinodal sobre la relación entre obispos y laicos. Los autores de la respuesta fueron miembros del foro "Poder y separación de poderes".

La semana pasada, Kasper había descrito el Consejo Sinodal como un fracaso en la forma prevista hasta ahora. El cardenal, que fue obispo de Rottenburg-Stuttgart antes de su trabajo en la Curia Romana, contrastó el modelo del camino sinodal con el modelo de Rottenburg, en el que el consejo diocesano tiene poder de decisión, pero las decisiones deben ser puestas en práctica por el obispo. "Él no está por encima del Sínodo, y el Sínodo no está por encima de Él. Ambos se necesitan mutuamente", dice Kasper. Para los miembros del Sínodo, este principio corresponde al modelo previsto para el Consejo Sinodal. El Consejo sinodal solo va más allá en un punto, al proporcionar un procedimiento en caso de que el obispo y el cuerpo sinodal no lleguen a un acuerdo. Aquí, sin embargo, también es imposible anular al obispo.

Los autores de la respuesta se sorprenden de que Roma haya tolerado el modelo de Rottenburg durante años, pero cuestiona la idea de un consejo sinodal. La Secretaría de Estado vaticana criticó el hecho de que se haya previsto un organismo que se situaría por encima del episcopado. "¡El texto de la acción no prevé nada de eso y dice explícitamente lo contrario!", los miembros del sínodo responden a esta crítica. En sentido estricto, el modelo de Rottenburg puesto en juego por Kasper no es una alternativa en absoluto, sino algo muy similar. Por lo tanto, la aguda crítica de Kasper es sorprendente. Para el desarrollo de una comprensión católica de la sinodalidad, es necesario que haya espacio para la experiencia. "Querer limitarlos y definirlos de antemano según el derecho canónico apenas respira el mismo espíritu sinodal. Si la Curia siempre ha regulado lo que debería ser eclesiásticamente posible a través del derecho canónico existente, entonces precisamente esas excepciones parecen inconcebibles con las que el Papa Francisco ha hecho posible por razones pastorales en casos especiales, como el acceso a la Comunión para parejas no católicas en matrimonios interconfesionales, para parejas divorciadas y vueltas a casar y, más recientemente, bendiciones para personas en relaciones homosexuales", se lee en la publicación de discusión. (fxn)