domingo, 3 de marzo de 2024

Tradiciones en tensión

Los obispos belgas plantean el fin del celibato obligatorio y ordenar diáconas

Fuente:     La Vanguardia

Por    Beatriz Navarro

Bruselas. Corresponsal

03/03/2023


El obispo de Lieja, Jean-Pierre Delville Joan Mateu Parra / Shooting/ARCHIVO

Los obispos belgas reclamarán cambios de calado al sínodo que tendrá lugar en octubre en el Vaticano, la culminación del debate abierto en la Iglesia sobre cómo adaptarse a los tiempos actuales. Entre las propuestas que quieren plantear a Roma figuran cambios importantes como el fin del celibato obligatorio y la ordenación de viri probati (hombres casados) y de mujeres diáconas. “Esas cuestiones no tienen por qué ser obligatorias ni estar prohibidas en todo el mundo”, plantea el episcopado belga, partidario de descentralizar algunos poderes de la Iglesia para adaptarse mejor a las realidades sociales de los diferentes países.

Las iniciativas figuran en la nota remitida esta semana a las distintas diócesis de Bélgica para su estudio y debate, un posicionamiento con el que los obispos del país, conocidos por sus acentos aperturistas, apuestan claramente porque las tradiciones de la Iglesia se adapten a los cambios sociales del mundo actual. El punto de partida es la idea de que “una Iglesia misionera sinodal requiere un diálogo abierto con los acontecimientos actuales del mundo que nos rodea”. Para ello, proponen que el sínodo defina las tradiciones como algo “dinámico y en constante evolución” y que acepte la descentralización de ciertas decisiones. Así, aducen, la Iglesia podrá “trabajar unida dentro de una diversidad más legítima”.

Los obispos belgas piden adoptar decisiones en tres áreas “prioritarias”. En primer lugar, llaman a reflexionar sobre el lugar de la mujer en la Iglesia y piden dejar que ciertas medidas se tomen a nivel local o continental, como otorgar una mayor responsabilidad pastoral a las mujeres y su ordenación como diáconas o diaconisas, un grado eclesiástico inmediatamente inferior al sacerdocio que les permite ejercer determinados ministerios. “La igualdad de sexos, la importancia de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres no son modas, sino desarrollos que refuerzan la comprensión del Nuevo Testamento de la igualdad de hombres y mujeres en Cristo”, afirman.

La nota subraya que la obligación del celibato de los sacerdotes está “vivamente cuestionada” y plantea eliminarla, así como permitir ordenar sacerdotes a los viri probati (en latín, literalmente, hombres probados), como se denomina a los varones casados que, por su forma de vida y compromiso, califican para el sacerdocio. La tercera prioridad que piden abordar es la comunicación con los jóvenes. Su propuesta, invertir más en “dar testimonio del evangelio en el mundo digital”.

Las diócesis belgas debatirán estas ideas hasta el 7 de abril y enviarán sus conclusiones al obispado de cara a consolidar su contribución final al sínodo. Las opiniones recabadas por el portal flamenco especializado Kerknet son positivas. El teólogo y consultor del sínodo Alphonse Borras apoya la nota y advierte contra el riesgo de que el proceso se quede en “meros intercambios sobre grandes ideas” en lugar de trabajar sobre los “temas prioritarios” como los identificados por los obispos belgas.

Geert de Cubber, diácono y participante con derecho a voto en el sínodo, defiende que el documento es fiel a las ideas del concilio Vaticano II. “Los cambios nunca son obvios. Algunas reacciones muestran una tradición rígida”, pero “la mayoría de los creyentes” acogen “calurosamente” las propuestas, sostiene. “Sí, la tradición es importante y no podemos simplemente dejarla de lado, pero debe ser una tradición viva. Un viejo dicho de la Iglesia dice: Ecclesia sempre reformanda: la Iglesia siempre debe ser reformada. El único criterio que cuenta es: ¿ponemos a Cristo en el centro de lo que decimos y hacemos?”, defiende De Cubber.

La forma de los obispos de Bélgica al trasladar a los fieles el debate sinodal es muy diferente al que han tenido sus vecinos del norte, destaca Laetitia van der Lans, de la Red de Mujeres Católicas en los Países Bajos, donde se parte de un material de discusión neutral. “Acepto sus propuestas y miro con asombro y admiración el vigor de nuestros obispos vecinos. Espero sinceramente que los fieles belgas apoyen estas propuestas”, dice. En la vecina Francia, el medio especializado Tribune Chretienne critica duramente a los obispos belgas por “decir que sí a todo” y aceptar “un nuevo orden en el que los valores del mundo dicten el paso de la Iglesia”.

 

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