Fuente: Vida Nueva Digital
Por José Beltrán
29/03/2024
Para el obispo de Bilbao, “las zonas más euskaldunes son las más secularizadas en este momento”. Es el análisis que Joseba Segura realiza sobre la presencia católica en Vizcaya “con muchos datos que lo confirman y de maneras muy diferentes”, desde el convencimiento de que lo que sucede en la región es reflejo de lo que también sucede en el resto del País Vasco.
En una entrevista a Cope País Vasco, el prelado aprecia que, desde hace dos generaciones, se ha pasado en Euskadi de lo que se podría denominar como “euskaldun- fededun” (expresión vendría a identificar ser vasco con ser religioso) a que “la gente hoy tiene un sentimiento nacionalista más fuerte es quizá la que se siente más distante de la Iglesia”.
Iglesia pequeña
En cualquier caso, admitió que “el sustrato religioso está muy débil” y que “no hay motivos para pensar que habrá un cambio de tendencia”. Segura cree que “vamos a tener una Iglesia quizá más pequeña, pero relativamente fuerte en zonas como Bilbao y Getxo”.
Para ilustrar que la labor de la Iglesia va más allá de los templos, Segura desveló durante entrevista que “el presupuesto de todas las parroquias de Vizcaya es menor que el presupuesto de Cáritas” y que “el presupuesto de todas las parroquias de Vizcaya está en una proporción de 1 a 9 respecto a las escuelas de la diócesis de Bilbao”. “Hay una desproporción entre la presencia pública que tienen las obras social y educativas y la dimensión religiosa del trabajo eclesial”, reflexionó para concluir que “la dimensión religiosa es débil, pero la presencia institucional todavía es muy fuerte”.
Retales de valores
“Hay quien dice que ya no queda mucho de religión, pero que hay valores como la generosidad, la solidaridad o el sacrificio, pero tengo la sensación de que son retales de un mundo cristiano y en la medida en que la dimensión de lo religioso se debilita, me temo que eso valores se pueden diluir”, advierte Joseba Segura a lo largo de la entrevista. A partir de ahí, subrayó que el mayor reto que hoy tiene la Iglesia pasa por “llevar la propuesta de la fe a través de comunidades más identificadas que sean sal y luz”.
Se da la circunstancia de que este año el obispo ha sido elegido pregonero de la Semana Santa bilbaína. “En estos días se concentra el núcleo de todo el mensaje cristiano: el final de la vida de Jesús entregada y la esperanza de que Dios le resucitó cuando nadie se lo esperaba”, reflexionó sobre el Triduo Pascual.
Sobre el auge de la pasión cofrade, Segura apuntó que “hay toda una dimensión de vida de fe que es la religiosidad popular, en la que la gente quiere tocar, ver y acompañar una presencia incluso física a través de las imágenes de Jesús y María”. Además, apunto que “puede que algunos no tengan una vinculación ordinaria con la vida de las comunidades cristianas, pero al menos perciben que en esa presencia pública y en esos días hay algo que defender y valorar”. Desde ahí, el obispo defendió las procesiones, que en Bilbao suman más de 3.000 cofrades, como una manera de “concretar el mensaje religioso y sacarlo a la calle como manifestación de que nosotros creemos en algo que tiene repercusión pública”.
Ante los micrófonos de Cope, el prelado defendió la comunión dentro de “una Iglesia en la que no todos piensen lo mismo, sino en la que caben muchas personas diferentes, cada una con sus subrayados y el reto es que haya comunión más allá de las diferencias”.
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