Una revista cercana al Vaticano elogia el informe francés sobre el abuso sexual

En un extenso artículo en "La Civiltà Cattolica", el ex portavoz del Vaticano, el P. Federico Lombardi SJ, dice que los obispos mostraron "gran coraje" al encargar un informe independiente

 

Fuente:   La Croix International

Por Loup Besmond de Senneville

Ciudad del Vaticano

09/03/2022

 

En la apertura de la Conferencia Episcopal Francesa, el 2 de noviembre de 2021 en Lourdes. (Foto de VALENTINE CHAPUIS/ AFP)

El padre Federico Lombardi, el sacerdote jesuita que trabajó como portavoz del Vaticano bajo los dos últimos papas, ha elogiado a los obispos católicos de Francia por su valiente decisión de confiar a una comisión independiente la investigación del abuso sexual relacionado con la Iglesia.

Lombardi, escribiendo en el último número de La Civiltà Cattolica (LCC), hizo una extensa evaluación del informe que la comisión, conocida como la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (CIASE), emitió en octubre pasado.

LCC es una revista jesuita cuyos artículos son aprobados por la Secretaría de Estado de la Santa Sede, y la evaluación de 13 páginas del ex portavoz es el primer estudio publicado por un periódico vinculado institucionalmente al Vaticano.

 

Figura central en la respuesta del Vaticano al abuso

Lombardi, ahora de 79 años, ha sido fundamental para ayudar a la Santa Sede a intensificar sus esfuerzos para enfrentar de manera integral la crisis de abuso sexual del clero en la última década o más.

Fue uno de los principales organizadores de una reunión piloto patrocinada por el Vaticano sobre el abuso que se celebró en febrero de 2012 en la Universidad Gregoriana. Y luego ayudó a organizar una importante cumbre internacional sobre abuso sexual en 2019 que fue dirigida por el Papa Francisco.

En su nuevo artículo, el padre Lombardi ofrece una lectura muy cuidadosa del informe CIASE, que fue encargado por la Conferencia Episcopal Francesa y la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Francia.

Dice que los líderes católicos en Francia "mostraron un gran coraje al crear esta comisión, al abrirle sus archivos y al tomar nota de su trabajo".

Según el artículo, fechado el 19 de febrero, el informe del CIASE es "una gran cantidad de datos, información, análisis, interpretaciones, evaluaciones y respuestas".

El padre Lombardi señala extensamente el proceso por el cual se encargó el informe y enfatiza que colocó la palabra de las víctimas en el centro.

 

"Una historia dramática"

"El resultado es una historia dramática de sufrimiento terrible, que marca muchas vidas y por la cual la Iglesia ha mostrado durante mucho tiempo un desconocimiento casi total, un desprecio muy grave e incluso un deseo de no escuchar y esconderse", señala.

También analiza la delicada cuestión del número de víctimas desde la década de 1950, cuya estimación de 330.000 (216.000 de ellas por sacerdotes) ha sido particularmente criticada por muchos en el Vaticano.

Las cifras provienen de un estudio estadístico realizado por un equipo de investigadores dirigido por Nathalie Bajos, miembro del CIASE que trabaja en el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM).

 

"Posibilidades de error"

"Este método de encuesta es utilizado por personas competentes, pero es necesario ser consciente de las posibilidades de error que incluye", enfatiza Lombardi.

Señala que N. Bajos estima que el margen de error para el método utilizado es del 5%, y por lo tanto las víctimas de los sacerdotes pueden oscilar entre 165.000 y 270.000.

Por lo tanto, se distancia de este método numérico, pero lo ve claramente como un signo de una realidad que ha sido subestimada hasta ahora.

"La realidad del abuso, tanto en la Iglesia como en la sociedad, es mucho más grande de lo que normalmente se revela en las denuncias e incluso de lo que se puede imaginar, y aún hay que hacer esfuerzos para sacarlo a la luz", insiste el padre Lombardi.

"Sin embargo, debemos ser conscientes de las limitaciones e incertidumbres asociadas a algunas de las cifras, obtenidas a través de encuestas por Internet, múltiples muestras y extrapolaciones significativas", advierte.

 

Justicia restaurativa y secreto de confesión

También comenta las recomendaciones de CIASE.

"Así como es correcto tomar en serio todas las recomendaciones, también es correcto evaluarlas, no aplicarlas indiscriminadamente, especialmente aquellas que, por su naturaleza, conciernen más directamente a la competencia más específica de la Iglesia", escribe Lombardi.

Aplaude la recomendación de establecer un mecanismo que brinde justicia restaurativa a las víctimas de violencia sexual, independientemente del plazo de prescripción o de la muerte del presunto autor.

El ex portavoz del Vaticano también elogia el llamado de CIASE para la creación de la Autoridad Nacional Independiente para el Reconocimiento y la Reparación o un tribunal canónico nacional.

Por otro lado, es , como era de esperar – más crítico con la recomendación del informe de CIASE de que se debe hacer una excepción al secreto de confesión cuando un perpetrador o una víctima revelan un acto de abuso sexual.

"El secreto absoluto del confesionario asegura que las personas se sientan libres de decir cosas que no dirían en ningún otro lugar. Y a veces por eso recurren a ella", insiste el padre Lombardi.

Los observadores en el Vaticano han descrito el artículo de LCC como "equilibrado".

Mientras que algunos en la Curia Romana han sido extremadamente críticos con el estudio CIASE, Lombardi escribe que este tipo de informes independientes son "muy útiles".

"Contribuyen al conocimiento de los datos y a su evaluación objetiva, a la ampliación de la perspectiva y, por lo tanto, a la credibilidad de la Iglesia en la lucha contra el abuso", dice.

Pero reconoce que tales estudios también pueden implicar "riesgos y dificultades" para los obispos que los encargan.

Además, Lombardi enfatiza que este tipo de estudios deben llevarse a cabo en toda la sociedad, y no solo dentro de la Iglesia Católica.

Y sugiere que los obispos evalúen críticamente las recomendaciones que hacen tales comisiones independientes.

Ese es un mensaje que también está destinado a los obispos en su Italia natal, que se han mostrado reacios a establecer una comisión independiente similar sobre el abuso sexual relacionado con la Iglesia en su país.