Vida Nueva accede a las reflexiones compartidas por una de las monjas a través de una red social en la que desvela las razones de su salida de la Iglesia católica
Fuente: Vida Nueva
Por José Beltrán
15/05/2024
“Este Papa no nos puede excomulgar porque no es Papa, porque es hereje”. Es la reflexión que nace de la una de las monjas clarisas de la comunidad de Belorado y que comparte con su entorno a través de una red social. En un audio al que ha tenido acceso de ‘Vida Nueva’, la consagrada cuestiona la autoridad de Francisco, en línea del ‘Manifiesto Católico’ de 70 páginas que distribuyeron el pasado lunes y en el que anuncian que abandonan la Iglesia católica para ponerse bajo el amparo del falso obispo excomulgado Pablo de Rojas Sánchez-Franco.
La religiosa comparte en este mensaje el argumentario del que se sirven para tumbar la autoridad del pontífice argentino y que lleva al extremo las acusaciones que en algunos foros eclesiales que se resisten a las reformas de Francisco vienen utilizando para deslegitimar a Jorge Mario Bergoglio. “Hay un dogma que dice que cuando una persona es hereje no puede ejercer cargos de la Iglesia e inmediatamente deja de ser Papa. Aparte de que no ha sido Papa. Pero es que, aunque no hubiera sido Papa, ha dejado de serlo, no tiene poder para excomulgarlos, por eso estamos tranquilas”, relata la monja de una comunidad que se ha sumado a una corriente al margen de Roma que no reconoce a ninguno de los seis últimos Papas.
Bueno, Bergoglio
“Lo que ha ido haciendo el Papa Francisco, bueno, Bergoglio”, apostilla en otro instante de la alocución, en lo que se interpreta como otro gesto de nulo reconocimiento de la autoridad del Sucesor de Pedro, al utilizar su apellido. Este tono es habitual en quienes forman parte de las corrientes ‘sedevacantistas’, así como a líderes políticos, como el presidente de VOX, Santiago Abascal, que se dirige habitualmente al Papa como “ciudadano Bergoglio”.
“No hemos salido de la Iglesia Conciliar por la persecución”, sentencia en otro momento la religiosa, que utiliza el término ‘conciliar’ para referirse a la Santa Sede como una deriva inválida frente a la facción que encabeza el y que considerarían la auténtica ‘Iglesia católica’. “Seguimos perteneciendo a la Iglesia católica, porque no nos puede excomulgar. Y la misa tradicional sigue siendo válida, nadie ha abolido esa misa”, añade en el audio distribuido por redes sociales justificando la vigencia de la llamada misa tridentina preconciliar.
Lo cierto es que la Santa Sede permite la celebración de estas eucaristías en latín, pero en julio de 2021, Francisco limitó este rito para solo pudiera ser utilizado con una validación por parte del obispo de la zona, que a su vez tendría que pedir un permiso especial a la Santa Sede. El Papa tomó esta decisión a través del motu proprio ‘Traditionis custodres’, como él mismo ha confirmado de viva voz, para cortar de raíz una manipulación “ideológica” de la fe. “El peligro hoy es el indietrismo (volver hacia atrás), la reacción contra lo moderno. Es una enfermedad nostálgica. Por eso he decidido que ahora el permiso para celebrar según el Misal Romano de 1962 sea obligatorio para todos los sacerdotes recién consagrados», justifica el pontífice”, remarca Francisco.
Contra la arzobispo y la presidenta
Sus dardos no solo se concentran en el pontífice argentino, sino que se dirigen también al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y a la religiosa que es la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu (Provincia de Cantabria – Hermanas Clarisas), que, además de su misión pastoral, han velado durante estos últimos años para que las operaciones de compraventa de inmuebles de las monjas de Belorado se realizaran con todas las garantías jurídicas y eclesiales. “Hemos sido muy perseguidas por nuestra presidenta, por el obispo, nos han calumniado, nos han hecho perder toda la fama, todo a escondidas nuestras y nos hemos enterado por una amiga”, desvela la religiosa.
“Hace cuatro años que esto está sucediendo”, deja caer la consagrada. Lo cierto es que se da la circunstancia de que una de las reformas promovidas por el Papa Francisco ha pasado por una puesta a punto de los conventos de clausura para que no se convirtieran en islas, sino que se unieran en federaciones para contar con un organismos de apoyo y acompañamiento, precisamente para evitar derivas sectarias y solventar posibles fraudes vinculados al patrimonio.
Paso meditado
“Hemos meditado muchísimo el paso que hemos dado”, añade además la consagrada de Belorado, que deja caer además que “la prensa está tergiversando” todo lo sucedido.
Por otro lado, hoy a primera hora de la mañana clarisas de Belorado aseguraban a través de Instagram “no estar secuestradas” lejos de sus familias y han trasladado su deseo de “ser fieles a la verdad de Cristo” que han recibido, a la “fidelidad a la fe y a la doctrina católica”, al tiempo que han explicado que no se van de la Iglesia, por lo que irán explicando su situación conforme avance el tiempo.
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