El Instrumentum laboris (documento de trabajo) del Sínodo sobre la sinodalidad, publicado el 9 de julio de 2024, provoca diversas reacciones, entre la alegría y la decepción. El padre Christophe Godel y la agente pastoral Marie-Christine Conrath comparten sus puntos de vista al respecto.
Fuente: cath.ch/rz
Por Raphaël Zbinden
15/07/2024
“Este documento es alentador. No aborda cuestiones controvertidas, pero busca concretar esta sinodalidad de la Iglesia”, dijo Christophe Godel a cath.ch. El sacerdote de las montañas de Neuchâtel esperaba con impaciencia el Instrumentum laboris publicado a principios de julio por el Vaticano. De hecho, el abad está muy involucrado en la sinodalidad desde hace mucho tiempo.
El documento de trabajo servirá de base para los debates en la última fase del enfoque sinodal, en otoño de 2024 en Roma. Sintetiza las respuestas y reflexiones recogidas por las conferencias episcopales de todo el mundo durante las fases anteriores del proceso sinodal, lanzado en octubre de 2021. Titulado “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?”, el texto invita al diseño de nuevos procesos de participación.
Además de ser muy completo, el documento es elogiado por Christophe Godel por su “transparencia” sobre el proceso en curso. Una “rendición de cuentas” vista como una necesidad que debe desarrollarse en todos los niveles de la Iglesia.
El auge de la 'conversación en el Espíritu'
Pero lo que agrada especialmente al sacerdote de La Chaux-de-Fonds es el énfasis puesto en “cómo” practicar la sinodalidad. Se alegra de que el documento confirme el método de la "conversación en el Espíritu" como "uno de los hermosos descubrimientos de este Sínodo y el método preferido para discernir y construir esta Iglesia sinodal".
De hecho, el padre Gödel forma parte de un pequeño grupo, formado en 2018 con figuras de la Iglesia francófona Philippe Becquart, Grégory Solari y Béatrice Vaucher, que consideran la sinodalidad como una noción clave de la atención pastoral. La 'Conversación en el Espíritu' está en el centro de sus experimentos en este ámbito. “Tomamos un tema básico vinculado a un texto leído juntos. Luego tenemos un momento de silencio para que este texto resuene en nosotros”, explicó Christophe Godel a cath.ch en enero de 2024 .
El abad de Neuchâtel ve muchos otros elementos positivos en el Instrumentum laboris , que conviene explorar más a fondo. Señala el tema de la liturgia eucarística, en la que la vida sinodal “encuentra su modelo y su mayor realización”. "Desarrollar esto ciertamente energizaría nuestras parroquias y nuestras misas dominicales, así como la vida de nuestras comunidades locales".
No oponerse al Pueblo de Dios y a la Autoridad Eclesial
El documento también despliega temas que, según Christophe Godel, merecen ser profundizados, como la valorización de la gran diversidad (de culturas, tradiciones, lenguas, etc.) en la Iglesia, la redistribución de tareas para relevar a los obispos, la énfasis puesto en la escucha, la formación, el discernimiento o incluso el desarrollo de la toma de decisiones.
“El documento insiste en no oponerse al Pueblo de Dios y a la Autoridad eclesial”, señala el abad sobre el último punto. “Ambos son queridos por Cristo y deben aprender a adaptarse adecuadamente para poder dar fruto”. Para el sacerdote, el éxito del Sínodo dependerá en gran medida del establecimiento de procesos de toma de decisiones auténticamente sinodales.
¿Discusiones “en pantalla”?
Un capítulo completo del Instrumentum laboris está dedicado al lugar de la mujer en la Iglesia. El documento señala la “necesidad de promover mejor los carismas, la vocación y el papel de la mujer en todos los ámbitos de la vida eclesial”, explica Christophe Godel. Nos invita a descubrir cómo el Espíritu Santo distribuye sus carismas a las mujeres y quiere hacer a todas corresponsables de la vida y de la misión de la Iglesia, en la complementariedad entre hombres y mujeres, hermanas y hermanos en Cristo».
Este papel de la mujer es sin duda el punto más controvertido del texto. De hecho, muchos han notado que no menciona como tema de discusión el acceso de las mujeres al diaconado o al sacerdocio. Una ausencia percibida por algunos como una forma de mala voluntad por parte del Vaticano respecto a esta cuestión. “Tenemos la impresión de que existe un coto privado de la curia romana y del clero para preservar la institución”, estima Marie-Christine Conrath.
La coordinadora de la Red Mujeres en la Iglesia expresa su perplejidad al leer el Instrumentum laboris. “El documento destaca la especificidad de las mujeres, como si primero fuera necesario determinar cuál será su lugar en la institución. Sin embargo, entendemos que no podrán tener acceso a determinados puestos. Desde esta perspectiva, no sé cómo podemos hablar de igualdad”.
El agente pastoral no coparte que se trate el diaconado femenino “en paralelo” con el Sínodo. Teme que las sucesivas comisiones creadas por Roma para explorar el diaconado femenino no sean más que cortinas de humo. “¿No se disolvieron las dos primeras comisiones porque sus resultados no fueron satisfactorios? Me parece que el objetivo final es llegar a un diaconado que no sea ordenado, sino instituido, es decir, "a bajo precio".
¿La última palabra al clero?
Christophe Gödel no ve la falta de debate sobre los ministerios de la mujer como un "niet". “Simplemente, no es el propósito del sínodo responder a tales preguntas. La asamblea debe abordar los mejores caminos para una Iglesia sinodal. Centrarse en los temas del diaconado, el sacerdocio femenino o el celibato sacerdotal corre el riesgo de impedir plantearnos la pregunta esencial, que es "cómo valorar todo tipo de ministerios", que no se limitan a los ministerios ordenados. Debemos acoger lo que el Espíritu ya ha distribuido”.
El sacerdote de las Montañas de Neuchâtel señala también que el IL sólo sirve como base para los debates y no constituye una “agenda definitiva”. “La asamblea sinodal puede decidir en cualquier momento poner cosas nuevas sobre la mesa”.
Marie-Christine Conrath ve en el documento de trabajo un lenguaje típicamente eclesial que no la engaña. “Si leemos entre líneas, sentimos que no hay ningún deseo de cambiar las reglas. Decimos: 'escuchémonos' unos a otros, pero parece obvio que al final los sacerdotes y los obispos tendrán la última palabra".
“Pequeños pasos” para la Iglesia
Una decepción cada vez mayor para la agente pastoral de Neuchâtel, aunque se comprometió con entusiasmo a nivel local en la sinodalidad. “Este camino sinodal puede haber sido un malentendido desde el principio. Organicé reuniones y eventos en torno a la sinodalidad y todos esperaban que las cosas realmente pudieran cambiar. Pero cuanto más pasa el tiempo, más tengo la desagradable sensación de haberle dado a la gente falsas esperanzas”.
Marie-Christine Conrath lamenta que la Iglesia “avance con pasos tan pequeños”. Señala el caso reciente en Bélgica en el que obispos locales fueron condenados por discriminación por no permitir que una mujer realizara una formación diaconal. “¿Tendremos que esperar a que la sociedad dicte sus reglas a la Iglesia? Es triste cuando ella podría haber tenido un papel profético en el mundo en el ámbito de la igualdad”.
cath.ch/rz
El Instrumentum laboris cita, resumidos, algunos documentos de las conferencias episcopales. Suiza es una excepción, ya que se la menciona ampliamente, habida cuenta su período de cinco años de experimentación sinodal y la creación de una comisión pastoral ad hoc que actualmente se está creando bajo los auspicios de la CES. Para Christophe Godel, la referencia a Suiza es una señal de que su modelo es interesante para la asamblea sinodal. “Suiza no debe subestimar su peso: puede ser un gran motor en este proceso. En particular, puede aportar su cultura, presente también en la política, en la que la sinodalidad ya está bien establecida, con procesos de toma de decisiones que dejan un amplio espacio para la escucha y el intercambio”.
R.Z.
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