La agrupación Abando Habitable, que siempre ha estado en contra de la ejecución del proyecto, filtra los datos del informe provisional de la Administración Concursal que decidirá el futuro de Murias
Fuente: El Correo
Por Julia Fernández
21/07/2024
Nuevo capítulo en el culebrón para construir la nueva sede del Obispado en Bilbao. El proyecto, que lleva cinco años luchando por convertirse en una realidad, parece que tiene pinta de formar parte de ese listado de obras inconclusas del país. Después de la gran contestación vecinal desde que se anunciara y de la declaración de la constructora, Murias, en concurso de acreedores a principios de año, se ha filtrado la deuda que arrasta la empresa guipuzcoana.
Su agujero es más profundo de lo que se creía: debe nada menos que 32 millones de euros, según ha comunicado Abando Habitable, la plataforma compuesta por vecinos y colectivos ecologistas opuesta al proyecto. El objetivo inicial era constuir la nueva sede del Obispado y una clínica que iba a ser vendida a Mutualia en la parcela de la antigua BAM. Sin embargo, las máquinas pararon en abril y su futuro está en el aire.
Los datos que tienen en su haber la agrupación señalan que hay 490 acreedores, entre ellos bancos, ayuntamientos y empresas de todo tipo, «a los que se desconoce si Murias podrá pagar». Y es que Urbas, propietaria de la constructora, también esta en una situación financiera «delicada»: la masa activa de Murias está valorada en 103 millones, pero «el listado pormenorizado de los activos no está disponible».
«Hay fundadas razones para pensar que esta cantidad esté inflada. Se menciona como uno de sus activos, por ejemplo, el proyecto clínico-obispal como 'Equipamiento privado Ensanche' y se cuantifica su valor en 5 millones. Sin embargo, para poder contabilizarlo como tal, las obras tendrían que completarse, con la inversión de 20 millones que requiere su construcción, así como efectuarse la venta de la clínica a Mutualia con los precios inicialmente acordados», añaden fuentes del colectivo.
Katsura y Mutualia, entre los acreedores
El informe, a la vista del análisis de los ejercicios 2021-2023, señala que los resultados ponen de manifiesto la «incapacidad» de generación de flujos positivos de caja, dados los resultados negativos. Asimismo, la empresa debería también dinero al estudio de arquitectura Katsura, que firma el proyecto del centro de Bilbao. «Murias debe facturas mensuales, con sus intereses por demora, desde noviembre de 2023. Esto es, lleva sin pagar desde noviembre de 2023, a 36.000 euros por mes, en facturas que seguramente sean por la redacción del proyecto», precisan
También está entre acreedores Mutualia, dentro de la categoría de créditos excluidos. «Pone de manifiesto la existencia de un contrato entre Murias y Mutualia de octubre de 2020 que la constructora está incumpliendo, por el cual debe pagar penalizaciones y que puede llegar a ser liquidado. Hasta la fecha Mutualia había negado la existencia de un contrato firmado entre ambas entidades», indican.
Abando Habitable espera ahora que la justicia falle en el recurso que presentaron en el que se pone en duda «la legalidad del proyecto», cuya licencia de obras impugnaron al considerar que se había «incumplido» la finalidad de interés general que justificó la modificación puntual del Plan general de ordenación urbana de Bilbao. La agrupación continúa con la lucha que empezó hace un lustro para que la parcela se convierta en una zona verde para uso vecinal.
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