El presidente húngaro dice en la Conferencia de Acción Política Conservadora que no renunciará a su política de "cero inmigración ilegal"
Fuente: El Español
05/08/2022
J.T. / Agencias
El presidente de Hungría, Viktor Orban, en la Conferencia de Acción Política Conservadora de Texas este jueves 4 de agosto
Viktor Orban quiere una gran unión de los nacionalistas cristianos de todo el mundo. Ese planteamiento es el que el presidente de Hungría ha expuesto este jueves en la Conferencia de Acción Política Conservadora, el gran evento de la extrema derecha que se celebra estos días en Texas, y que será clausurado por el expresidente de EEUU Donald Trump. Un foro en el que Orban ha insistido en que no renunciará a su política "cero inmigración ilegal".
En un discurso muy aplaudido por el público, el líder húngaro ha señalado que cuando "los progresistas tratan de separar la civilización occidental de sus raíces cristianas se cruza una línea que no debería cruzarse". Por eso ha señalado que los conservadores estadounidenses deben unir fuerzas con los europeos como él, dada la constatación de que comparten batallas comunes.
Según Orban, la receta del éxito de Hungría, a su juicio, es también su defensa de la familia tradicional. Una familia en la que "la madre es una mujer y el padre un hombre. Y punto final de la discusión", ha señalado Orban en una referencia a sus políticas contra los derechos de la comunidad LGTBi. Por eso, según ha asegurado, "se necesitan menos drag queens y más Chuck Norris".
"Un político cristiano no puede ser racista", ha añadido Orban antes de acusar a los progresistas de intentar separar a la civilización occidental de sus raíces cristianas. Por lo que ha reclamado que haya coraje a la hora de tratar las cuestiones relacionadas con la inmigración, el género o el "choque de civilizaciones".
En esa invitación a estrechar lazos, también ha hecho mención a la invasión rusa de Ucrania. Orban ha dejado claro que sin diálogo entre Estados Unidos y Rusia "no habrá paz". Por lo que ha instado a coordinar el movimiento de sus respectivas tropas, ya que Hungría y EEUU, según Orban, afrontan "los mismos retos".
"Soy el único líder político antiinmigración"
Orban ha aprovechado su discurso en Estados Unidos para defender su política de tolerancia cero contra la inmigración ilegal. Sobre esta ha destacado que, pese a la presión de la Unión Europea, Hungría no renunciará a ella. "Fuimos los primeros que dijimos no a la inmigración ilegal y que paramos la invasión de inmigrantes ilegales. Creemos que parar la inmigración ilegal es necesario para proteger nuestra nación", ha afirmado.
Hungría, como ha explicado, recibe presiones tanto de países del sur como del bloque comunitario. "Quieren que dejemos nuestra política de cero inmigración porque saben que es la batalla decisiva del futuro. El futuro es lo más importante que podemos dejar a nuestros hijos y nietos y en Hungría no nos rendiremos", ha apuntado ante una audiencia entregada.
Durante su intervención en este foro se ha presentado como un defensor de la libertad "a la vieja usanza". Hasta el punto de que se ha definido como "el único líder político antiinmigración" del continente europeo.
A finales de julio, Orban recibió críticas por defender la pureza racial de los húngaros y definir la inmigración "no europea" como una amenaza. Algo que ha reiterado ante el público estadounidense.
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