miércoles, 14 de agosto de 2013

La asamblea anual de la Conferencia de las Superioras Religiosas de los Estados Unidos (Orlando, 13-17 de agosto de 2013)




CL.H. con Radio Vaticano


La ciudad de Orlando, en Florida, acoge, desde el martes 13 hasta el viernes, 17 de agosto de 2013, la asamblea anual de la Conferencia de las Superioras Religiosas de los Estados Unidos (LCWR), la organización que representa al 80 % de las 57.000 religiosas americanas. La reunión se celebra con la presencia del delegado de la Santa Sede, monseñor Peter Sartain. El arzobispo de Seattle fue el encargado de realizar “la evaluación doctrinal” de la LCWR, una tarea ejecutada entre 2009 y 2012 por encargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe.


La Congregación romana reprocha a las religiosas americanas haberse alejado del núcleo de la vida consagrada,  de la persona del Cristo y de haber publicitado posicionamientos doctrinales alejados del magisterio eclesial.

La “evaluación apostólica” finalizó con la redacción de un informe crítico en el que se proponía una reforma de la LCWR, a la vez que se invitaba a las religiosas a cooperar plenamente con los obispos y obedecer el magisterio eclesial. Los autores de la investigación alababan el trabajo de las religiosas en los hospitales, en las escuelas e instituciones benéficas, pero urgían a que la LCWR quedara bajo la dirección de la Santa Sede y a que no asumieran posicionamientos doctrinales en desacuerdo con el magisterio de la iglesia.

“Serias incomprensiones” entre el Vaticano y la LCWR

Recientemente, el papa Francisco ha apoyado las conclusiones de esta investigación. En mayo de 2013, en Roma, con ocasión de la asamblea plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Mayores, la presidenta de la Conferencia, sor Florence Deacon, constató la existencia “serias incomprensiones” que interfieren la relación actual entre el Vaticano y la LCWR: “Hemos sido consideradas como responsables de haber abordado asuntos que no entran en el ámbito de nuestra competencia”.

“Nos preguntamos sobre lo que realmente ha sido notificado al Papa”, se ha preguntado sor Florence Deacon, entendiendo que las reservas contra la LCWR procedían  más de los obispos americanos que de Roma.

Por su parte, el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal brasileño Joao Braz de Aviz, antiguo arzobispo de Brasilia, manifiesto a las religiosas reunidas en Roma, el domingo 5 mayo, que este expediente “le había provocado un gran dolor”. Reveló que “este expediente, que tendría que haber sido discutido conjuntamente con la Congregación para la Doctrina de Fe, no lo fue”. Y manifestó seguidamente: “He obedecido al Santo Padre, pero esto ha sido muy doloroso para mí, y no he tenido el coraje de decirlo”. “Tenemos que cambiar este modo de proceder, ha continuado. Los cardenales no deben erosionar la confianza que se deben los unos a los otros”.

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