Entrevista a Juan José Tamayo, teólogo: "El presidente de la Conferencia Episcopal lleva un tiempo mostrando afinidad y sintonía con Vox"

El teólogo, pensador y profesor publica el volumen 'Cristianismo radical'.

Fuente:   Público

Por    Raúl Bocanegra

Sevilla-23/06/2025

 

Para el teólogo, pensador y profesor Juan José Tamayo, la irrupción de la cúpula de los obispos en política, con la petición de elecciones y alabanzas al rey, supone "una toma de postura partidista a favor del PP y de Vox intolerable, que demuestra una vez más más de qué lado político está la jerarquía católica y de manera especial su presidente, Luis Argüello, que está marcando a la Conferencia Episcopal Española una orientación política no compartida por un importante sector de la misma".

Tamayo acaba de publicar un nuevo libro, titulado Cristianismo radical (Editorial Trotta), prologado por Leonardo Boff, uno de los grandes exponentes de la teología de la liberación. En él, Tamayo analiza lo que hoy —a partir de la raíz, de la figura de Jesús de Nazaret— implica ser cristiano y plantea, a lo largo del volumen, diversas soluciones a los dilemas éticos y morales del presente, para componer prácticamente un programa total, en el que se abraza la laicidad, el feminismo, la igualdad y el antidogmatismo, entre otros puntos clave.

En conversación telefónica con Público —acompañada de alguna respuesta por escrito— Tamayo, además de dar cuenta de los temas tratados en el volumen, responde también a las cuestiones de actualidad que le plantea este periódico. 

"Argüello lleva un tiempo demostrando acercamiento, afinidad y sintonía con Vox a través de su participación en actividades de este partido, la más reciente hace unos días en un acto que compartió con Santiago Abascal y Miguel Ángel Quintana Paz, ideólogo del partido de extrema derecha", afirma el pensador. 

"La toma de postura partidista de Argüello en la línea de la derecha y de la extrema derecha cultural y política —abunda Tamayo— ha sido ratificada por la Conferencia Episcopal a través de una declaración pública de su secretario general García Magán, que no fue aprobaba en la reciente Comisión Permanente de los obispos y, por tanto, no contó con su respaldo, y menos aún por el conjunto del episcopado español". 

"Varios obispos y arzobispos —agrega Tamayo— ya han expresado su expreso desacuerdo con la petición de convocatoria de elecciones ya, entre ellos el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, que afirma con toda rotundidad que las declaraciones de Argüello no representan al conjunto de obispos de la Conferencia Episcopal y que, citando el Concilio Vaticano II, la Iglesia no debe entrar en política partidista".

Tamayo añade: "La toma de postura sin consulta previa a los obispos es, además, una prueba de la falta de democracia en la propia Conferencia Episcopal. Sorprende, a su vez, que sea la jerarquía eclesiástica quien pida al presidente del Gobierno convocar elecciones como ejemplo de democracia, cuando la Iglesia católica no es precisamente ejemplo de democracia, de convocatoria de elecciones entre sus fieles y de intervención de estos en la elección de sus dirigentes, especialmente de los obispos y sacerdotes". 

"Es —remacha Tamayo el razonamiento— la incoherencia eclesiástica: una institución que no respeta la democracia en su seno exige al presidente del Gobierno español que convoque elecciones. Es un buen momento para reclamar democracia en la Iglesia católica. A esto cabe añadir que con esta declaración y con el acercamiento del presidente de la Conferencia Episcopal a Vox la jerarquía católica española está contribuyendo a fomentar la polarización política y cultural y se convierte en un agente más de la polarización política y cultural que vive este país durante los últimos años poniéndose del lado de quien con más radicalidad está llevando a cabo la polarización: la derecha y la extrema derecha". 

A la pregunta de si tiene esta petición algún precedente, Tamayo afirma: "No tengo conciencia de que hay un antecedente de tan descarada toma de postura partidista. Cuando fue condenado el PP por la Gurtel, los obispos no reclamaron elecciones anticipadas. Y la sentencia era firme. Está claro de qué lado se posicionan, ¡siempre del mismo!"

 Tamayo también puntualiza: "Pero en el caso que nos ocupa, se ha producido un avance muy importante: el desacuerdo explícito de un sector de la Conferencia Episcopal Española y la crítica de amplios sectores del catolicismo. Sospecho que el presidente y el secretario general de la Conferencia Episcopal se encuentran todavía más aislados en su búnker".

Lo que sigue es un resumen de lo que Tamayo expresó a diversas cuestiones planteadas por Público resumidas por temas.

 

Laicismo

"Uno de los graves problemas o una de las dificultades que tiene la jerarquía católica es precisamente su actitud antilaicista. Esa actitud responde, por una parte, a una falta de conocimiento y de información de lo que es realmente el laicismo. El laicismo es una teoría política que defiende la autonomía de todo lo temporal. De la política, de la ciencia, de la cultura… que no tiene por qué estar sometida a la legitimación de la religión".

"El laicismo es también un movimiento que lo que busca es que la ciudadanía sea el sujeto que guíe la historia y que al mismo tiempo no esté controlada por los diferentes sistemas de creencias. El laicismo es el ámbito, el espacio más adecuado para que se pueda vivir la libertad y las diferentes libertades, de reunión, expresión, de conciencia, la libertad religiosa…"

"El laicismo en definitiva es un modelo de organización de la sociedad para que esta no tenga por qué estar sometida a unas concepciones religiosas. Y precisamente ese es el espacio más adecuado en el que en el siglo XXI hay que vivir la fe cristiana o la experiencia religiosa". 

"Durante muchos siglos, la fe religiosa ha estado tutelada por el poder político y al mismo tiempo ha sido apoyada por este poder político. Si hablamos de laicismo, tenemos que decir que la vida política, la organización social no están guiadas por principios religiosos, sino que tienen su propio estatus y su propia gramática".

"Por tanto, no creo que la jerarquía tenga razón cuando condena, critica y desautoriza al laicismo. Si alguna afirmación se puede hacer desde el punto de vista cristiano, es que el el cristianismo surge como una religión laica. Y además el propio Jesús de Nazaret vivió su experiencia religiosa desde la libertad y en actitud permanentemente crítica con el poder".

"Jesús de Nazaret es el primer crítico de la religión y uno de los líderes religiosos más críticos con el poder. Critica el templo, critica los tiempos sagrados, critica a las personas sagradas, critica las acciones sagradas y, por supuesto, nunca estuvo aliado con el poder, sino que fue un crítico durísimo del Imperio Romano".

"Estuvo en constante conflicto con las diferentes autoridades, autoridades religiosas legalistas, autoridades políticas imperiales y autoridades económicas opresoras". 

"La separación que establece el laicismo entre religión y política es la que debe mantenerse y que el cristianismo debe vivirse precisamente en este estatuto". 

 

Feminismo

En la página 56 del libro, Tamayo escribe: "El cristianismo surge como un movimiento igualitario de hombres y mujeres que acompañan al profeta de Galilea en la predicación de la cercanía del reino de dios y prosiguen su causa".

A preguntas de Público, explica lo siguiente: "Es otra de las grandes contradicciones del cristianismo actual: la actitud de discriminación y de marginación de las de las mujeres. En los comienzos, como explico en ese capítulo, no fue así. Jesús lo que pone en marcha no es una organización jerárquico-piramidal, patriarcal y clerical, sino que pone en marcha un movimiento que se sitúa en los márgenes de la sociedad, desvinculado totalmente del poder. Es un movimiento igualitario de hombres y mujeres". 

"Jesús de Nazaret incorpora a ese movimiento a hombres y mujeres, indistintamente, como maestro moral, pues no tiene recato alguno en llamar e invitar a las mujeres a formar parte de ese grupo".

"Y las mujeres dentro del movimiento de Jesús van a tener el mismo protagonismo. Por ejemplo, Jesús se opone radicalmente a todas las normas del judaísmo legalista tradicional que discriminan a las mujeres. Tiene una actitud siempre de defensa de las mujeres. ¿Quiere esto decir que Jesús fue feminista? Bueno, eso es una afirmación anacrónica. Pero ciertamente, Jesús de Nazaret es un antecedente de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres dentro de la propia comunidad o dentro de su propio movimiento".

"Por tanto, la discriminación que hoy manifiesta la Iglesia, la jerarquía católica hacia las mujeres, está en clara contradicción con con el nacimiento del cristianismo, que fue un movimiento inclusivo y un movimiento igualitario".

 

El colectivo LGTBIQ+ y la Iglesia

En la página 72 de Cristianismo radical, Tamayo, escribe: "Mientras lo consideren pecado, hasta dios se dará de baja de las religiones y con él no poco de sus seguidores y seguidoras, las primeras las mujeres y las personas LGTBIQ+, y con razón". 

"Ciertamente, esta frase, creo que es clave —analiza— dentro del libro. La Iglesia católica ha ido perdiendo seguidores y seguidoras a raudales desde el siglo XIX hasta nuestros días. En el siglo XIX legitimó toda la opresión de la clase trabajadora. Ahí perdió a la clase trabajadora directamente. Defendió el orden establecido, el orden de la revolución industrial opresora de los ciudadanos que trabajaban en condiciones infrahumanas". 

"Y en el siglo XX va a perder a dos colectivos que son fundamentales. El colectivo de los hombres y las mujeres de la cultura y de los jóvenes ¿Por qué? Porque se posicionó del lado de la represión de la libertad cultural y en contra de las orientaciones de los jóvenes que rompen con determinadas concepciones sexuales totalmente trasnochadas. Y en el siglo XXI, si sigue por este camino por el que avanza en este momento, creo que va a perder a otro colectivo que hasta ahora ha sido el más fiel seguidor de sus orientaciones, que son las mujeres y las personas LGTBIQ. Ciertamente el primero que se va a dar de baja de todas las religiones va a ser dios".

"Esta idea me surgió de una viñeta del Roto en el diario El País hace ya muchos años en el que presentaba a dios en el triángulo con la barba blanca y, pensativo, decía: ‘A la vista de cómo utilizan mi nombre para justificar las guerras, he decidido darme de baja de todas las religiones’".

"Un dios que defiende la justicia y la paz, un dios que defiende la igualdad entre hombres y mujeres, un dios que respeta las diferentes identidades sexuales de los seres humanos, claro, no puede por menos que desvincularse totalmente de estos comportamientos patriarcales, violentos y discriminatorios". 

"Esta afirmación es simbólica, pero tiene un contenido real muy importante. Sin la clase trabajadora, sin la juventud, sin las personas intelectuales, sin las mujeres y sin las personas LGTBIQ, el cristianismo podría convertirse en un desierto y no puede echar a nadie la culpa de su fracaso. Él mismo se [habría] hecho el harakiri". 

"Es necesario pasar de una iglesia excluyente a una iglesia inclusiva de las diferentes identidades sexuales, etnias, culturas y espiritualidades". 

"No sé si se recuerda cómo empezó el cónclave para la elección del nuevo papa. Una autoridad eclesiástica cierra la puerta del lugar del cónclave y dice: 'Extra omnes'. Es decir, fuera todos. Esa expresión es muy reveladora del carácter excluyente que tiene la jerarquía católica actual". 

"Frente a ese extra omnes, fuera todos, habría que referirse al intra omnes, es decir, todas las personas dentro de la iglesia siempre que se consideren creyentes". 

 

La Iglesia y la jerarquía

"Según la concepción y la práctica de la jerarquía actual es necesario vivir sin jerarquía. Muy pronto la configuración del movimiento de Jesús se invierte y cambia radicalmente y se convierte en una institución jerárquico-piramidal, patriarcal, clerical, al servicio del poder".

"El cristianismo debe ser un movimiento alternativo a los diferentes sistemas de dominación. Pero para que tenga credibilidad ese cristianismo crítico del poder y y antisistema, tiene que vivir él esa propia experiencia". 

"El cristianismo debe funcionar de manera antijerárquica, de manera antipatriarcal y de manera anticlerical. Lógicamente, luego tiene que haber unos dirigentes y unas dirigentes elegidos democráticamente. Donde no hay elección democrática de los dirigentes, lo que se produce es una dictadura. El que debe dirigir a todos debe ser elegido por todos. Dentro de la iglesia como comunidad de iguales no cabe una jerarquía que imponga su poder a todos sus miembros".

 

Antidogmatismo

"En el principio no fue el dogma, sino que fue el Evangelio como buena noticia de liberación para los sectores más empobrecidos y las personas más vulnerables y para los colectivos más oprimidos. En el principio, por tanto, no se puede hablar de dogma". 

"Este año estamos celebrando el 17 centenario del primer Concilio Universal de Nicea. A partir del año 325 el dogma va a sustituir al Evangelio. Ahí es donde incorporo una frase de Paul Ricœur, gran filósofo francés, que ilumina todo el siglo XX, que dice: 'El símbolo da que pensar'. Y yo añado, 'el dogma cierra toda posibilidad de pensar e impone un pensamiento único'. Incluso el propio Pablo de Tarso, autor de algunas cartas del Nuevo Testamento dirá: 'Conviene que haya disensiones para que resplandezca la verdad'. Yo me fío mucho de este gran filósofo francés Michel Foucault. Foucault establece una relación directa entre la verdad y el poder. Dice: 'Estamos sometidos a la producción de la verdad desde el poder y no podemos ejercer el poder más que a través de la producción de la verdad'. Es decir, hay una especie de relación directa entre el poder y la verdad. La verdad en definitiva no es la adecuación entre el pensar y el hacer o la realidad, sino que es una construcción del poder. Y a partir de ahí, pues, el dogma es una verdad que se impone desde el poder. Por tanto, creo que frente al dogma que se impone desde el poder hay que defender y optar y recuperar el evangelio que en su sentido etimológico significa la buena noticia de liberación de las personas oprimidas, de las personas empobrecidas y de los pueblos explotados".

 

Los retos para la Conferencia Episcopal

"El primero y más importante reto es la democratización de la propia institución religiosa. Estamos ante una organización totalmente piramidal. Es una organización en la que la jerarquía detenta todo el poder. El poder de enseñar, el poder de santificar, el poder de predicar, todo tipo de poderes. Es un poder que ejercen de manera autoritaria, ya que no ha sido elegido por las propias comunidades cristianas". 

"Por eso, uno de los desafíos más importantes al que debe responder la Iglesia católica en España es fomentar cauces de participación de las bases cristianas que permitan proponer iniciativas, alternativas o [decidir] las grandes líneas por las que debe caminar el cristianismo hoy en España".

"Y la democracia implica lo mismo que en la sociedad. ¿Cómo se traduce? En un hombre, una mujer, un voto. Pues dentro de la iglesia, la democracia debe traducirse también en una persona creyente, un voto, a la hora de tomar las grandes y más importantes decisiones que debe asumir una institución como la como la Iglesia católica".

"Aquí hay un déficit absoluto. Los obispos son elegidos por el papa, los sacerdotes destinados a las parroquias son elegidos por los obispos sin ninguna consulta a los fieles, a las personas creyentes y no existen cauces de participación en los que las comunidades cristianas puedan proponer sus ideas. No hay libertad de expresión o por lo menos es una libertad de expresión que no se concreta y se traduce en la escucha a esas opiniones divergentes".

"Y dentro de la democracia que es necesario establecer, hay una libertad que no se respeta: la libertad del disenso, la aceptación del desacuerdo y por tanto el respeto al pluralismo y a la diversidad de opiniones, de creencias y de prácticas religiosas".

"Esta democracia tiene que hacerse desde la perspectiva de género: tiene que hacerse desde la igualdad entre hombres y mujeres. Las mujeres hoy son ubicadas y situadas en el margen, sin ningún tipo de reconocimiento como sujetos teológicos, como sujetos morales, como sujetos eclesiales, incluso como sujetos sacramentales".

"Esa democracia que genera cauces de participación directa de las comunidades cristianas en la toma de las grandes decisiones debe hacerse sin ningún tipo de discriminación".

"Y debe ser una Iglesia inclusiva. Excluye, por ejemplo, a las personas cristianas divorciadas y vueltas a casar, a todo el mundo LGTBIQ, al movimiento feminista. Y excluye a las teólogas y a los teólogos que disentimos y que pensamos en otra manera de entender la iglesia, de vivirla y de practicarla".

 

La respuesta a los abusos sexuales

"Es una de las actitudes más humillantes y más insolidarias que ha mostrado la jerarquía católica". 

"Es decir, el procedimiento ante los abusos sexuales, primero fue: ‘Son unos pocos, los abusos se producen más en la sociedad y en otros campos’. Y por tanto, se dijo: ‘no vamos a investigar porque en realidad, el fenómeno de la pedofilia se encuentra en la sociedad y en las familias’".

"En segundo lugar, cuando ya empiezan a aparecer casos y más casos, incluso según algunas interpretaciones hasta 400.000 casos de abusos, pues se produjo primero el negacionismo. La negación fue la actitud más generalizada. Y claro, junto al silencio y a la negación, se va a dar luego la complicidad".

"Una complicidad y una falta de sensibilidad hacia las víctimas, es decir, complicidad con los depredadores sexuales y olvido y distanciamiento de los sufrimientos que vivieron las víctimas en el momento de ser abusados y de sufrir su dignidad humana todo tipo de atentados".

"Por tanto, silencio, negacionismo, complicidad y alejamiento de las víctimas". 

"Y luego, claro, está todo el problema de la rehabilitación y de la reparación. Incluso se han dado casos de culpabilizar a las propias víctimas cuando [han denunciado]". 

"Desde el principio del descubrimiento de las víctimas hasta hoy, me parece que la jerarquía católica sigue adoptando una actitud de insolidaridad para con las víctimas".

"No ha habido colaboración con la justicia, no ha habido investigación interna dentro de la Iglesia católica. Todas las informaciones que tenemos proceden de organizaciones laicas, de medios de comunicación como el diario El País y de denuncias ante la justicia, etcétera, etcétera".

"Es uno de los de los fenómenos en los que la jerarquía católica ha demostrado más insensibilidad".

"No solamente ha habido complicidad, sino encubrimiento y por tanto la responsabilidad de la pederastia corresponde también de manera especial a la propia a la propia jerarquía".

"Y luego, por otra parte, claro, pues están los poderes judiciales, que yo creo que han demostrado un respeto reverencial hacia la jerarquía y apenas se han preocupado por condenar como corresponde a ese delito a ese delito tan grave. Ahí quien con más contundencia ha actuado ha sido el papa Francisco cuando ha exigido a las conferencias episcopales un protocolo que en ningún caso deje impune ninguno de los de los casos de pederastia".

"Él mismo ha llamado a algunas de las víctimas y les dijo que presentaran la denuncia ante la jerarquía y la denuncia también ante los tribunales civiles". 

"¿Ha habido cambio, ha habido evolución? Pues posiblemente, pero solo de manera verbal. En la práctica luego no se ha producido un cambio real de acercamiento a las víctimas, de identificación con sus sufrimientos. No. Este es uno de los temas para mí más sangrantes".

 

El nuevo papa, León XIV

"Hasta ahora tenemos que hablar de buenas intenciones. Creo que el papa es un ejemplo de una migración inversa. Generalmente las personas migrantes vienen del sur hacia el norte en busca de mejores condiciones de trabajo o para liberarse de situaciones de dictadura, de persecución o de guerra. En este caso ha sido una emigración inversa. Ha ido del norte global al sur global, de Estados Unidos a América Latina, de Chicago a Perú, hasta el punto de que ahora recientemente ha renovado su carnet de identidad como ciudadano peruano". 

"Eso es muy importante porque ha cambiado de lugar social, de un lugar social en una sociedad abundante, de una sociedad acomodada, rica, a un espacio donde lo que predomina es la pobreza, la marginación, el hambre y la situación de exclusión".

"Ubicado en el sur global y en el mundo de la marginación y de la pobreza extrema, puede mostrar una mayor sensibilidad hacia todos estos sectores".

"Por otra parte, él llega como misionero a a Perú, que es el país donde surge realmente la teología de la liberación y tuvo relación con el considerado padre de la teología de la liberación, Gustavo Gutiérrez".

"Estos elementos me permiten ser optimista. También me interesa mucho la vinculación con el papa Francisco y el apoyo a su programa".

"En este momento uno de los grandes desafíos que está viviendo la humanidad es la revolución digital y la inteligencia artificial. Lo mismo que León XIII se encontró con ese desafío de la clase trabajadora que era oprimida en sus derechos fundamentales, pues ahora mismo el gran desafío para el papa León XIV es la inteligencia artificial". 

"Y finalmente, otra perspectiva. En el primer discurso, salió al balcón del Vaticano y dijo que quería una paz desarmada y desarmante. Y en los días posteriores y en las semanas siguientes, se refiririó al fin de la guerra, de Israel contra Gaza, de Rusia contra Ucrania".

"Eso creo que es muy importante ¿Por qué? Porque lo que predomina hoy en el mundo, en los grandes líderes políticos, pues son discursos belicistas. Personas que consideran que el lenguaje adecuado es el lenguaje bélico y la práctica para resolver los grandes problemas es la guerra. Me parece muy interesante que él haya hecho una apuesta por la paz justa frente a la guerra justa. Me parece importante ese contrapunto a todos estos discursos y a todas estas prácticas belicistas que llevan a cabo los grandes dirigentes de la humanidad".