miércoles, 25 de junio de 2025

El arzobispo de Tarragona no apoya el adelanto electoral y recuerda que no hay una declaración conjunta del episcopado

Fuente:   Noticias Obreras

Por  Jose Luis Palacios

 23/06/2025

 

La polémica por las declaraciones episcopales sobre el fin de la legislatura sigue abierta. Ahora ha intervenido el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, para recordar que no hay un pronunciamiento conjunto de los obispos, mientras arrecian las críticas por lo que se interpreta como la primera vez en democracia que la Iglesia rompe su neutralidad para llamar a adelantar los comicios.

Hace una semana, Argüello, se había mostrado favorable a la convocatoria de elecciones, como vienen pidiendo el PP y Vox a raíz de los presuntos casos de corrupción del partido socialista.

“Estamos ante un bloqueo institucional, parlamentario y ejecutivo. En democracia, la salida más evidente es dar voz a los ciudadanos”, respondió al ser preguntado en el diario ABC, días antes de la reunión de la Comisión Permanente de los obispos.

Finalizada sus sesiones, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán, que también es el portavoz, aseguró que no se había abordado “directamente” la cuestión, enfriando las esperanzas de los partidarios de una declaración oficial a favor del adelanto electoral. “No hay una posición de la Conferencia Episcopal”, fueron las palabras de Magán.

Sin embargo, defendió el derecho de Argüello a expresar su opinión y acabó respaldando su postura. “Es lo que conviene a España por encima de los intereses de los partidos”, afirmó en rueda de prensa. “Lo que ha propuesto es que hablen los ciudadanos, y yo creo que decir que hablen los ciudadanos es un principio básico de una democracia”, abundó.

 

Críticas del Gobierno

Las declaraciones del presidente y del portavoz de la Conferencia Episcopal, en un momento tan convulso políticamente, se han interpretado como un alineamiento con las tesis de los partidos de la oposición.

Así lo consideró el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que publicó una dura queja dirigida a Argüello por haberse colocado, según su punto de vista, en “comunión espiritual y política” con los partidos de derecha y ultraderecha. En su carta, nada diplomática, recordaba que ante los casos de corrupción que afectaron al PP, los obispos no habían hecho ninguna declaración.

Sin miramientos, Bolaños decía poder entender también que “la Conferencia Episcopal desee un cambio de Gobierno con el fin de que los debates sobre la reparación a las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia o la tipificación como delito de las llamadas ‘terapias de conversión’ sean más fáciles de abordar para ustedes o no se aborden en absoluto”.

También entraron al trapo desde Cristianos Socialistas, quienes en un comunicado afirmaban que “el representante de la Iglesia católica ha mostrado una clara tendencia política que no corresponde a lo que representa, sino a lo que piensa como presunto seguidor de una ideología de derechas”.

De modo parecido a como lo había hecho el ministro de la Presidencia, comparaban la toma de postura en este momento con “el silencio, la mayoría de las veces, o con su tibieza ante situaciones en las que sí correspondía que se pronunciara con contundencia y que afecta a miembros de la iglesia católica, o atentan contra los principios de respeto a la mujer, lucha contra la violencia machista y la homofobia”.

Desde Comunidades Cristianas Populares, su secretario, Luis Ángel Aguilar, coincidía en achacar a Argüello y Magán su acercamiento a los planteamientos del PP y Vox y advertía de la incoherencia de impulsar la “derechización eclesiástica”.

Más conciliador se ha mostrado el profesor en la Universidad Pontificia de Comillas, Fernando Vidal, quien matiza que en el caso de que pedir “la dimisión del presidente del Gobierno” entonces los obispos podrían extralimitarse. “Lo más útil”, en su opinión sería que la Iglesia católica promoviera el entendimiento, “no polarizar más, defender la verdad contra los bulos y mentiras en la opinión pública”.

 

“La Iglesia no debe entrar en política partidista”

Ahora ha mediado en la polémica el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, con otra entrevista en el Diari, para aclarar que “Argüello no podía efectuar estas declaraciones, por lo menos en nombre de los obispos, sin haber tratado este tema en la Comisión Permanente del episcopado, que se ha reunido precisamente esta semana en Madrid”.

Sobre la oportunidad de los comicios, Planellas comenta que “en este asunto, Argüello solo puede pronunciarse como arzobispo de Valladolid, pero de ninguna manera sus declaraciones representan al conjunto de los obispos de la Conferencia Episcopal”.

También aprovecha el prelado que preside la Conferencia Episcopal Tarraconense para especificar que “Francisco García Magán no estuvo presente en la reunión, puesto que se encontraba fuera de España, en un encuentro internacional de las conferencias episcopales europeas”, por lo que también sus palabras han de entenderse a título personal.

Con todo, Planellas reconoce que “evidentemente hay que luchar contra la corrupción e investigar lo que sea conveniente, en la iglesia, en la política, en las empresas…”, pero puntualiza que “la Iglesia no debe entrar en política partidista, en la línea de la constitución pastoral Gaudium et spes del Vaticano II”.

 

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