martes, 26 de diciembre de 2023

Cuatrocientos sacerdotes se exponen a ser expulsados de la Iglesia por desobediencia al Papa

Ultimátum del Vaticano para que el clero de la Iglesia siro-malabar, que congrega a medio millón de católicos, respete el rito tradicional de la misa

Fuente:      ABC

Por   Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

24/12/2023


Francisco recibe en audiencia a Cyril Vasil, enviado pontificio a la diócesis india de Ernakulam-Angamaly VATICAN NEWS

El enviado del Papa recibido con una lluvia de huevos, obispos a los que se impide la celebración de la misa en su propia catedral, y la policía que debe intervenir para proteger a sacerdotes en sus parroquias. Lo más sorprendente es que los rebeldes son también sacerdotes. Una sorprendente guerra civil en una diócesis de la India, que está al borde del cisma.

Para resolverla, el Papa Francisco ha fijado un ultimátum que vence este 25 de diciembre, cuando 400 sacerdotes podrían ser expulsados de la Iglesia católica si no cumplen sus órdenes. Se trata del clero de la diócesis más importante de la Iglesia de rito siro-malabar, Ernakulam-Angamaly, en el sur de la India. Se niegan a celebrar misa según un rito fijado por sus obispos en 2021 y confirmado por el Pontífice.

El último cisma de estas dimensiones se remonta a 1988, cuando Marcel Lefebvre ordenó tres nuevos obispos a pesar de que se lo había prohibido Juan Pablo II, y quedó fuera de la Iglesia católica junto a miles de seguidores que no aceptaban las reformas del Concilio Vaticano II.

«No os convirtáis en una secta», imploró el Papa el pasado 7 de diciembre en un video mensaje dirigido a los cismáticos indios. «No obliguéis a la autoridad eclesiástica competente a tomar nota de que habéis abandonado la Iglesia. Con gran dolor, habría que tomar las sanciones oportunas. No quiero llegar a eso», les avisó.

De momento de los 435 sacerdotes de esa diócesis, sólo doce han aceptado la petición del Papa. Con los rebeldes podrían estar unas 450.000 personas, el 10% de los creyentes siro-malabares. El Papa ha optado por enviarles una vídeo advertencia, pues los curas rebeldes les han ocultado las dos cartas que el Pontífice les ha escrito desde 2021, y han recibido violentamente a su enviado, el arzobispo jesuita eslovaco Cyril Vasil, ex secretario de la Congregación para las Iglesias Orientales.

Sobre las cartas, dicen que son falsas o que demuestran que el Papa no está correctamente informado del problema. Sobre su enviado, aseguran que no iba para negociar sino para imponer una decisión que consideran equivocada. Ahora tampoco aceptan el vídeo del Papa, al que algunos califican como un 'fake' realizado con Inteligencia Artificial.

 

La disputa: una nueva liturgia

El motivo de la disputa es la nueva liturgia establecida en 2021 por el sínodo de la Iglesia siro-malabar, con el que unificó el ritual de su misa.

La Iglesia siro-malabar cuenta con cuatro millones y medio de creyentes y es una de las 24 Iglesias orientales que existen en el rito católico junto a la Iglesia latina. Se remonta a la predicación del apóstol santo Tomás en la India. Está implantada sólo en el sur de este país y sus ritos y costumbres derivan remotamente de los de la Iglesia caldea. Su antiguo rito de la misa fue transformado en el siglo XVI con la llegada de misioneros portugueses a la India, quienes latinizaron sus costumbres.

En los años sesenta del siglo XX, el Concilio Vaticano II pidió a estas Iglesias que eliminaran los elementos latinos y que regresaran a sus tradiciones originales, en este caso al rito caldeo puro. La idea vaticana era convertirlos en puente hacia cristianos orientales no católicos; pero como no existen siro-malabares ortodoxos, en su caso esta razón se entiende menos, y desde que comenzó a aplicarse encontró problemas.

No se trataba de cambios menores, pues el rito caldeo es iconoclasta -ni siquiera puede representar a Jesús en la cruz-, mientras que los malabares tenían muchas imágenes religiosas. «En la práctica significa decirles a quienes van a las parroquias que ya no podían rezar ante la imagen de la Virgen de Lourdes», explica Pablo Gefaell, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Croce de Roma, y experto en Iglesias orientales.

 

Misa con un velo que separa el altar del pueblo

«La Iglesia siro malabar está dividida geográficamente entre dos provincias, sur y norte. La zona sur, es más caldea, y celebra la misa con un velo que separa el altar del pueblo; y la norte es más latina y se resiste a estos cambios», añade.

Para ponerlas de acuerdo, el sínodo de obispos que gobierna esta Iglesia estableció un «rito uniforme» de la misa que unía ambas sensibilidades: durante una parte el sacerdote miraba hacia el pueblo, como en el rito latino, y en la otra mitad le daba las espaldas, como en el caldeo.

Hoy en día, de las cinco diócesis, sólo hay una que rechaza este rito, la de Ernakulam-Angamaly. Pero es la diócesis principal de esta Iglesia, la que tiene más sacerdotes y la que preside el obispo que está a cargo de toda la Iglesia siro-malabar.

 

Agresiones a obispos

La cuestión toca fibras muy sensibles. En Internet circulan decenas de vídeos sorprendentes de agresiones a obispos y enfrentamientos entre grupos de católicos, para impedir que los sacerdotes celebren la misa según el nuevo rito. Actualmente reclaman a Roma que les permita separarse de la Iglesia siro-malabar, y mantener su propia tradición litúrgica, en lugar de regresar a sus raíces caldeas. Pero el Vaticano considera que no hay motivos suficientes.

Ya en agosto, el enviado del Papa Cyril Vasil, les avisó de que «la decisión de unificar el rito de la misa fue tomada por el sínodo y aprobada por la Santa Sede, y por lo tanto es legítima y no puede ser objeto de interminables discusiones».

Entonces, acusó a los sacerdotes de no hacer caso al Papa y de esconder sus indicaciones a los católicos. «¿Ustedes están con el Santo Padre, quieren seguir siendo sacerdotes y miembros de la Iglesia católica y de su Iglesia siro-malabar o prefieren la voz de los alborotadores que los llevan a desobedecer al Santo Padre, a los legítimos pastores de su Iglesia siro-malabar y de la Iglesia católica?», preguntó al resto de fieles.

Como su misión no obtuvo resultados, Francisco se ha visto obligado a intervenir personalmente con el mensaje registrado en vídeo. «Sé que, desde hace años, algunos que deberían ser ejemplos y verdaderos maestros de comunión, especialmente sacerdotes, os empujan a desobedecer y a oponeros a las decisiones del sínodo. ¡No les sigáis!», les pide.

Lo que está claro es que la situación no va a resolverse este 25 de diciembre. Algunos sacerdotes proponen ganar tiempo celebrando excepcionalmente una misa según el nuevo rito, pero retomar el antiguo a partir del 26. Otros, más duros, están dispuestos a romper con Roma, pensando que a medio plazo se sanará la ruptura y se reconocerán sus pretensiones.

 

 

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