Dos visiones del catolicismo radicalmente opuestas abren el curso religioso este fin de semana en Madrid
Fuente: El Pais
Tollo (Cantabria)
El curso religioso empieza con dos visiones radicalmente enfrentadas en la confesión mayoritaria de los españoles. La jerárquica, por boca del arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Carlos Osoro, reclama a los católicos que se involucren en política, y, a modo de reproche a tantos como hay en la vida pública, sostiene que en España no solo no hay “una política católica”, sino ni siquiera partidos católicos. Lo dijo en la presentación del Encuentro Internacional de Líderes Católicos Latinoamericanos. Y enfrente, los teólogos de la Asociación Juan XXIII celebran su congreso número 40 con un título que sonará como un trallazo en una Iglesia cuyas jerarquías atesoran bienes y privilegios públicos que parecían del pasado. “El neoliberalismo mata. No podéis servir a Dios y al dinero”, titulan el encuentro. Desde hace tres décadas lo celebran en la sede madrileña del sindicato Comisiones Obreras porque los obispos prohibieron a las congregaciones religiosas que lo siguieran acogiendo. Los primeros se habían desarrollado en la Fundación Pablo VI, cuando el cardenal Vicente Enrique y Tarancón era miembro de su patronato.
El cardenal Osoro ha convocado este encuentro con el respaldo de la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, de la poderosa fundación alemana Konrad Adenauer y de la Universidad San Pablo CEU que preside Alfonso Bullón de Mendoza, líder también de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Hasta el domingo tomarán la palabra medio centenar de líderes de diferentes partidos y procedentes de 18 países. Este sábado participa el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, el diplomático que Francisco escogió nada más llegar al pontificado, en marzo de 2013, para poner orden en una curia sin pulso tras la accidentada dimisión de Benedicto XVI. Se subrayó entonces su edad, 55 años, frente a un pontífice que ha cumplido los 84. Fue el segundo Secretario de Estado más joven después del cardenal Eugenio Pacelli, luego papa Pío XII. Hablará sobre Cultura de encuentro y amistad cívica en un mundo en crisis.
“Uno, si es católico, es católico siempre, incluso cuando hace política”, proclamó José Antonio Rosas, director de la Academia de Líderes Católicos. Acompañó a Osoro en la conferencia de prensa en la que el cardenal afirmó que un cristiano católico “puede pertenecer a cualquier partido”. Lo demuestra la participación de una decena de políticos de todo el arco parlamentario y extraparlamentario, desde VOX hasta Unidas Podemos, pasando por PP, PSOE, Verdes, Ciudadanos o un Partido por un Mundo más Justo. Los obispos les piden más y mejor. “Es un deber de los cristianos. No podemos lavarnos las manos”, insistió. “En política no hay sillas vacías: la que no ocupe uno la ocupará otro. Si no lo hacemos, estamos siendo responsables de dejar a otros”, remachó Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, ex presidente de Costa Rica
Teólogos: “El neoliberalismo mata”
Los pobres han marcado la agenda de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, creada en 1980, dos años después de la elección de Juan Pablo II. Alarmados por la involución vaticana y el cerco a los teólogos progresistas, de manera virulenta contra la Teología de la Liberación (TL), una decena de pensadores eclesiásticos acordaron organizarse y no callar nunca. Este año, su congreso tiene el título El neoliberalismo mata. No podéis servir a Dios y al dinero. Se sienten respaldados por las críticas del Papa argentino al capitalismo, su teología del bien común y de la solidaridad y su propuesta de “Iglesia pobre y de los pobres”, que Tamayo ve inspiradas en la TL. De hecho, la primera parte del título del congreso está tomada de una afirmación de Francisco, que ha calificado el neoliberalismo de injusto en su raíz, “la gran blasfemia del siglo XXI” en palabras del obispo Pedro Casaldáliga, que todos los años, hasta su muerte en agosto de 2020, mandaba desde Brasil un mensaje de saludo a los reunidos. La segunda parte son palabras del fundador cristiano sobre la incompatibilidad entre Dios y el dinero: “Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y al otro no le hará caso. No podéis servir a Dios y al dinero”.
Juan José Tamayo, secretario general de la asociación, subrayó, consultado por EL PAÍS, que el congreso “quiere ser una lectura contextual de las palabras de Jesús de Nazaret frente al neoliberalismo que se caracteriza por la práctica de la necrocultura, la necroeconomía y la necropolítica, que decide quién debe vivir y quién puede morir”. Este viernes lo inauguró el arzobispo emérito de Tánger, el franciscano Santiago Agrelo. Muy crítico con las políticas de emigración en España, el prelado se centró en tres maneras concretas de matar en la sociedad capitalista: “las fronteras matan”, “la información mata” y “el silencio también mata”. Agrelo nació en 1942 en Asados (Rianxo, A Coruña) y llegó a Tánger en 2007, nombrado por Benedicto XVI. Antes había sido párroco en la diócesis de Astorga.
Pero la voz más radical del congreso será, sin duda, la del escritor y dominico brasileño Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto. Nacido en Belo Horizonte hace 78 años, teólogo de la liberación y autor de 50 libros, en 1964, cuando estudiaba periodismo, fue encarcelado y torturado bajo la dictadura del general Castelo Branco. Dos años después se hizo dominico, lo que no impidió que volviese a la cárcel otros cuatro años. Ayer alzó de nuevo la voz contra el poder en Brasil, sobre todo, por el dolor y la muerte causados por “los estragos del neoliberalismo durante la pandemia, especialmente entre los sectores más vulnerables de la sociedad”.
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