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Por: Cameron Doody
En novenanews
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La reciente Instrucción del
Vaticano sobre la vida parroquial es una "afrenta" a los miembros de
la Iglesia que intentan "reaccionar constructivamente ante la falta de
sacerdotes".
La Iniciativa de Sacerdotes
Austriacos (“Pfarrer-Initiative Österreich”), compuesta por unos 400 sacerdotes
y diáconos austríacos, respaldados por miles de laicos en el país, ha
interpelado a sus pastores el 28 de julio en respuesta a la reciente Instrucción sobre la reforma
parroquial publicada por la
Congregación Vaticana para el Clero, “La
conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión
evangelizadora de la Iglesia” .
El colectivo de clérigos
austriacos denuncia su insistencia en la autoridad suprema del sacerdote en la
parroquia y en la sumisión de los laicos. La Instrucción del Vaticano es una
"afrenta" a los obispos y a las parroquias austriacas "en sus
esfuerzos por reaccionar constructivamente ante la falta de sacerdotes".
Por esa
razón, los sacerdotes y diáconos austriacos esperan que sus obispos presenten
“sugerencias y nuevas regulaciones regionales sobre cómo se puede combinar
mejor el ministerio de los llamados al bautismo y el ministerio del sacerdote”.
Esa creatividad debe incluir
también “peticiones valientes a Roma para un ministerio renovado en la Iglesia
que esté abierto a mujeres y hombres, casados y célibes”.
Los sacerdotes y diáconos austriacos
no se muerden la lengua en sus críticas al documento vaticano. Y lo hacen lamentando
que el texto contenga “un análisis rudimentario de la situación social y
eclesial para acabar insistiendo en unas normas del derecho canónico que ya
estaban desactualizadas en el momento de su adopción, hace 40 años”.
Además, añaden, la Instrucción
se queda corta con la enseñanza de la Iglesia en el Concilio Vaticano II cuando
exige que los consejos parroquiales tengan solo una función consultiva y cuando
prohíbe que las personas no ordenadas puedan predicar en la celebración de la
Misa y cuando veta el liderazgo colegiado de sacerdotes y laicos".
“Si
lideráramos nuestras parroquias con este clericalismo monárquico, perderíamos
precisamente a los cristianos corresponsables, los que son la sal y la luz de
una comunidad parroquial que ha de estar atenta al pueblo”, advierten los
sacerdotes austriacos.
Precisamente por el deseo de no
perder a los católicos comprometidos con sus parroquias, indican que la Instrucción
del Vaticano no solo está en directa contradicción con el deseo del Papa
Francisco de una mayor sinodalidad en la Iglesia, sino que también motiva el
espectro de sacerdotes y obispos “conducidos a la 'desobediencia' por necesidad
pastoral”.
Por esa razón, la Iniciativa de
Sacerdotes Austriacos denuncia que el texto del Vaticano tiene el potencial de
“dividir a obispos, sacerdotes y parroquias por su aceptación o no” de la Instrucción.
“El gran
engaño de la Instrucción” ha sido creer que “la Iglesia podría ser misionera en
el mundo actual sin… contar con un liderazgo atento a los valores —fundamentales
en una sociedad moderna y en el Evangelio— de la participación y de la igual
dignidad de toda persona”, prosiguen los sacerdotes.
“También vemos que, exaltando
únicamente el sacerdocio, Dios mismo, Jesucristo y la obra del Espíritu acaban expulsados
del centro de la vida de la Iglesia”, ha denunciado la Iniciativa Sacerdotal
Austriaca.
Desde su publicación el 20 de
julio, la Instrucción de la Congregación para el Clero sobre la vida y la
reforma parroquial ha suscitado un aluvión constante de críticas, sobre todo,
por parte de los obispos alemanes que la describieron como irreal, retrógrada e
incluso como un “retorno del clericalismo” .
El obispo de Basilea en Suiza y
presidente de la Conferencia Episcopal Suiza, Félix Gmür, también ha criticado el documento
del Vaticano como “teológicamente
deficiente y claramente clericalista”.
El Vaticano ha respondido a
las críticas por medio del prefecto de la Congregación para el Clero, el
cardenal Beniamino Stella. Éste ha invitado a los obispos alemanes a Roma para
ventilar sus quejas y aclarar las “dudas y perplejidades” que pudieran tener sobre
la Instrucción.
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