Mucho agradezco a Leandro Sequeiros, Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta) por dedicarnos este artículo con la presentación de un libro muy bueno. Al hacer referencio el autor al debate y sentencia judicial en EE.UU sobre El diseño inteligente, me he acordado cómo hace 18 años ya se informó y se comentó esta cuestión, de la manera artesanal con que se hacía entonces en Atrio. Vale la pena relerlo: Diseño inteligente y evolución. Y no olvidéis ver también los comentarios. Estas son las reíces de lo que es y será ATRIO. AD.
Fuente: ATRIO
Por Equipo de Atrio
01/07/2023
“La teoría del Diseño
Inteligente nos presenta un Dios cruel, sádico y abortista. Es una blasfemia”,
escribe el profesor Francisco J. Ayala en un libro recién publicado y
que comentamos para los lectores de ATRIO.
En ATRIO intentamos resetear nuestras antiguas concepciones y hacer emerger una
nueva conciencia cristiana. Si Dios fuera el “diseñador” de todo lo que pasa en
el mundo, sería responsable de los muertos en los campos de concentración y en
Ucrania.
El profesor Francisco J. Ayala, premio Templeton y fallecido el 3 de marzo de 2023, se mostró siempre especialmente beligerante contra la llamada “Teoría del Diseño Inteligente” que, en su opinión “no es ciencia en absoluto. No está apoyado por experimentos, observaciones o resultados publicados en revistas científicas académicas”. Además, recalcó, “es mala religión, mala teología, porque implica que el diseñador posee atributos indeseables que no queremos predicar de Dios”.
El Dios del diseño inteligente, corriente ligada en Estados Unidos a grupos extremistas cristianos, “que leen la Biblia como si fuera un libro de Biología”, debió crear el mundo justamente el 23 de octubre de hace 6015 años, lo que contradice la realidad. Pero, además, la tesis de que cada individuo, especie u organismo es así porque así lo quiso el Creador “es inaceptable para quienes crean en un Dios Omnipotente y benevolente”.
“El Diseño Inteligente es una blasfemia, porque de ser cierto supondría que Dios es incompetente, cruel, sádico y abortista (el 20% de los abortos que se producen en el mundo son espotáneos”, recalcó Francisco José Ayala, quien insistió en que “los fenómenos naturales no tienen moralidad. Si fueran diseñados, sí habría un responsable moral del mal”.
Por ello, Ayala sostiene que la teoría de Darwin “es un regalo a las religiones”, pues “resuelve también el problema de la teodicea, del mal en el mundo”. “Dios no es el responsable del mal en el mundo, y eso lo sabemos, entre otros, gracias a Darwin”.
El testamento científico y religioso de Francisco J. Ayala
Se acaba de publicar este libro de Francisco J. Ayala que puede considerarse un testamento científico y religioso:
Francisco J. Ayala, el biólogo español afincado en EEUU, fue uno de los discípulos aventajados del gran experto en genética Theodosius Dobzhansky (1900-1975) – uno de los padres de la síntesis neodarwinista moderna-, ucraniano-estadounidense y ferviente seguidor de la iglesia ortodoxa rusa y miembro de la Academia Nacional Americana de Ciencias. Y precisamente, en el año 1973, hace ya 50 años, Dobzhansky publicó un artículo que se ha convertido en un clásico: «Nothing in biology makes sense except in the light of evolution». [The American Biology Teacher, 35: (marzo): 125-129]. Aunque esta expresión ya la había difundido muchos años antes y es el concepto estructurante de toda su extensa obra científica.
Tal vez fue este también el lema científico que orientó toda la labor científica y divulgadora de Ayala, que ha fallecido el 4 de marzo de 2023. Posiblemente estos dos acontecimientos (medio siglo del lema de Dobzhansky y la pérdida de Ayala) son los que han impulsado ahora la traducción al castellano de su ensayo Darwin´s Gift to Science and Religion (Joseph Henry Press, Washington, 2007) cuyo contenido sigue teniendo frescura y actualidad.
El volumen que aquí comentamos es – según su autor – “una versión muy ampliada de mi obra Darwin and Intelligent Design (Fortress Press, Minneapolis, 2006)”. Como escribe Francisco J. Ayala en el Prefacio de este volumen, “el mensaje que transmite este libro puede expresarse de forma sencilla: la ciencia y las creencias religiosas no tienen por qué estar en contradicción. Si se entienden bien, no pueden estar en contradicción, porque la ciencia y la religión se refieren a cuestiones diferentes”. Aunque esta formulación es similar a la de S. J. Gould [ver la recensión de Magisteria, de Nicholas Spencer, 2023, en FronterasCTR, 12 junio 2023] no deben confundirse. Para Gould, son “magisterios que no se superponen, MANS”, mientras que para Ayala es posible – e incluso necesario – tender puentes epistemológicos entre ambos.
Pero Ayala va mucho más allá de Gould, cuando escribe: “Excluye el darwinismo las creencias religiosas? ¿Es la ciencia fundamentalmente materialista? La respuesta a la primera pregunta es no. A la segunda pregunta podemos responder que depende. Es decir, depende de si se refiere al ámbito y a la metodología científicos o a las concepciones metafísicas” (páginas 171-172)
Ayala, como la gran mayoría de los filósofos de la biología de su generación, suele identificar a Darwin y el darwinismo con la evolución biológica y pueden dar la impresión de que Darwin tenía todas las respuestas. Aunque fiel a la llamada síntesis neodarwinista moderna, siempre mantuvo reservas hacia los emergentes postulados de los equilibrios intermitentes (Eldredge y Gould, 1972) y se mantuvo en la ortodoxia del gradualismo. Aún así, Ayala mantuvo una mente abierta hacia los paradigmas geobiológicos emergentes a partir de los años setenta. Para mayor información, en un número anterior de Razón y Fe se ha publicado la recensión de otro ensayo de Ayala [Lo que nos hace humanos. Biología, medicina, lenguaje, mente, ética y religión, Universidad P. Comillas-Sal Terrae, Santander, 2021, enero-abril 2023, n.º 1.461, t. 287]
El volumen está estructurado en diez capítulos, referentes a otros tantos problemas científicos, filosóficos y teológicos a los que responde la comunidad seguidora de la síntesis neodarwinista moderna. Esta comunidad ha logrado la unificación interdisciplinar de saberes (bioquímicos, genéticos, paleontológicos) que vertebran la biología evolutiva moderna cuyas raíces se hunden en la fecunda tierra del cerebro y del laboratorio casero de Charles Darwin (1809-1882).
El texto viene precedido por un breve Prefacio, que concluye con estas palabras: “La teoría de la evolución de Darwin es un don para la ciencia, y también para la religión. Este libro expone mis razones. Espero que los lectores las encuentren coherentes y las acepten con convicción” (pág. XV).
El texto transparenta un cierto tono apologético. Cuando fue escrito, en Estados Unidos estaba muy vivo el debate sobre el llamado diseño inteligente, según el cual la complejidad irreductible (tal como afirma Behe) de los mecanismos biológicos, es decir, la improbabilidad de la aparición y desarrollo al azar de muchos de los órganos de los seres vivos (como los ojos) exige científicamente la existencia de un diseñador. Un grupo de padres acudió a los tribunales para obligar a enseñar el diseño inteligente en las escuelas como teoría científica. Tras un largo juicio en los tribunales, el 20 de diciembre de 2005, el juez John E. Jones III emitió su decisión sobre la cuestión de hecho y conclusiones de 139 páginas, dictaminando que “el DI (diseño inteligente) es nada menos que la progenie del creacionismo […] una visión religiosa, un mero re-etiquetado del creacionismo y no una teoría científica” y concluyó declarando como “inconstitucional enseñar DI como una alternativa a la evolución en un aula de ciencias de una escuela pública” del Distrito Central de Pensilvania.
Este tema es recurrente en el ensayo que comentamos. Para Ayala, la gran “revolución de Darwin” (sic, capitulo 2, pág. 15 y ss) es poder explicar el diseño sin necesidad de acudir a un diseñador, sino a causas naturales. Esto da pie a reflexiones interdisciplinares sobre “La selección natural” (pág. 49 y ss), “La evolución humana” (pág. 95 y ss), las aportaciones de “La biología molecular” (pág. 117 y ss), “Más allá de la biología” (pág. 161 ss) sobre los aspectos teológicos de la evolución biológica. Concluye el volumen con un capítulo (“Epílogo para los entendidos”, pág, 181 y ss) en que desarrolla los aspectos epistemológicos de la evolución biológica.
El texto está fundamentado en un gran número de extensas notas explicativas que se sitúan al final del volumen. Para el lector que desee una visión rigurosa del pensamiento de Ayala, recomendamos el trabajo de Diego Cano Espinosa, resumen de su tesis doctoral, revisada por el propio Ayala, Autonomía y no reduccionismo de la biología en el pensamiento biofilosófico de Francisco J. Ayala [en Pensamiento: Revista de investigación e Información filosófica, Vol. 64, Número 240, 2008, págs. 267-287]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.