El abad de Montserrat que relevará a Soler en septiembre saldrá en votación secreta

El actual responsable de la abadía presenta su renuncia al cumplir 75 años

 

Fuente:   La Vanguardia

Josep Playà Maset

Barcelona

09/08/2021

 

El abad Josep Maria Soler en el claustro de la abadía de Montserrat (Ana Jiménez)

 

El viernes de esta semana, día 13 de agosto, el abad de Montserrat Josep Maria Soler cumple 75 años y, tal como es preceptivo en la regla de San Benito, comunicará a la congregación su renuncia. Todo indica que será durante el mes de septiembre cuando los monjes del monasterio procederán a elegir a su sucesor.

Soler ha ejercido como abad durante 21 años y los últimos han sido los más complicados de su mandato, al coincidir con la pandemia, que ha afectado gravemente las cuentas del santuario y sus instalaciones, con las denuncias por abusos, que obligaron a crear una comisión investigadora, y con los difíciles equilibrios ante la situación política vivida en Catalunya.

Los aproximadamente sesenta monjes que forman la comunidad y han hecho profesión solemne, a los que se suman unos pocos que están en el monasterio de Santa Maria del Miracle (Solsonès) y en la abadía de Sant Miquel de Cuixà (Conflent), que dependen de Montserrat, y los que estudian en Roma o Alemania, deberán elegir un sucesor. La votación, en la sala capitular, es secreta y se realiza tras un primer encuentro de tanteo. Todos los monjes son candidatos y no pueden hacer campaña. Y para la elección basta con la mayoría simple. Este proceso será supervisado por Guillermo L­eón Arboleda, abad presidente de la congregación Subiaco-Montecasino, de la que depende Montserrat. La congregación de la orden de San Benito agrupa a un total de 64 monasterios de 24 países distintos.

Al nuevo abad le corresponderá no solo lidiar con los problemas económicos del santuario, sino también afrontar la organización en el 2025 del milenario del monasterio fundado en el siglo XI por el abad Oliva. En la agenda de preocupaciones están también las dificultades para fomentar las vocaciones y para mantener la Escolanía.

En unas recientes declaraciones del abad Soler a la revista Serra d’Or , editada por Publicacions de l’Abadia de Montserrat, afirmó que “Montserrat continua siendo un referente cristiano, de país, de valores humanos... y esto nos da una responsabilidad como comunidad para saber responder de una manera adecuada”. El abad Soler hizo discretas gestiones en su momento para reconducir el procés catalán, no dudó en visitar a los políticos presos pero también apeló a los partidos políticos a buscar la unidad en los momentos difíciles de la pandemia “sin que nadie renuncie a los programas, visiones y opciones propias”. Soler afrontó de cara las denuncias por abusos contra el monje Andreu Soler, al que se calificó en un informe final de “depredador sexual”. Hace un mes también abrió una investigación y suspendió de su ministerio a otro monje por una denuncia más reciente.

Respecto al milenario que se celebrará en el 2025, el abad apuntó en sus declaraciones que “deberá servir para dinamizar la comunidad” y “ser un momento de renovación para el santuario”. Hace pocas semanas se firmó un acuerdo con la Diputación de Barcelona para habilitar el subsuelo de las plazas que permitirá añadir unos mil metros cuadrados al recorrido del museo. Actualmente el museo de Montserrat posee una de las colecciones de arte más importantes de Catalunya, pero el número de visitantes no se corresponde con su relevancia.

Josep Maria Soler (Santa Eugènia de Ter, 1946), que se confiesa discípulo del obispo Pere Casaldàliga, profesó como monje de Montserrat en 1975 y fue ordenado sacerdote en 1980. Fue escogido como abad en mayo del año 2000 para sustituir a Josep Maria Bardolet.