lunes, 27 de febrero de 2012

La cárcel de curas de Zamora 05: Sacerdotes vizcaínos encarcelados en Zamora: ignorados


Leyendo todo lo que D. José María Cirarda escribe en el libro sobre la cárcel de Zamora hay un dato que el lector/ra no podrá constatar; es el que se refiere al número de sacerdotes vizcaínos que estuvieron presos en dicha cárcel.

Por el contrario, sí se refiere a sacerdotes que por multas cumplían sus condenas en monasterios o en conventos de religiosos, enfatizando, sin aportar datos, sobre sacerdotes procedentes de otras partes de la península:

“ Bastantes sacerdotes más habían sido multados por el gobernador civil de Bilbao en castigo por una supuesta homilía “subversiva” o por no dar lugar preferente en su templo parroquial a las autoridades civiles. Lo mismo sucedía en las diócesis de San Sebastián y en la de Pamplona, así como en otras de Madrid y de toda España. Como los sacerdotes afectados no pagaban la multa eran condenados a unas semanas de prisión, que cumplían, según el concordato, en monasterios o en conventos de religiosos”. (pag. 205 - 206)


Apunta, por otra parte, que muchos sacerdotes de fuera de Euskal Herria fueron encarcelados:

“El número de los sacerdotes condenados así a prisión fue creciendo más y más. La cosa se complicó especialmente cuando en las diócesis vascas y en la madrileña empezaron a darse condenas judiciales contra clérigos por tribunales militares o civiles”. (pag. 206).

“Mientras tanto la cárcel de Zamora fue recibiendo más y más sacerdotes de toda España”. (pag. 207).
Exactamente los sacerdotes no vascos presos en Zamora, fueron los siguientes: cinco catalanes y un mallorquin (preso social); tres gallegos (uno preso social); un madrileño, un asturiano; un murciano (preso social) y un extremeño (preso social).

Son notorias las omisiones sobre los sacerdotes vizcaínos presos en Zamora.

En todas las ocasiones en que se refiere a los detenidos a raíz del homicidio del taxista en Orozco habla de “tres”, cuando ya queda dicho que fuimos cuatro los detenidos:

“Tirando del hilo, terminó metiendo en la cárcel a tres sacerdotes”. (pag. 173).
“El párroco había sido detenido  ...  De los otros dos sacerdotes detenidos ...”  (pag. 175).
“Cierro este apartado diciendo que los tres sacerdotes detenidos por los sucesos de Orozco...”  (pag. 181).
“A finales de 1969 eran ocho los sacerdotes de la diócesis de Bilbao condenados por juicio militar sumarísimo: los tres encausados por el homicidio de un taxista en Orozco y los cinco que habían iniciado una huelga de hambre en el obispado”. (pag. 205).
“Los tres detenidos por los sucesos de Orozco acudieron a nuestro encuentro llenos de cordialidad”. (pag. 206).
“Los tres encarcelados por el homicidio del taxista en Orozco querían salir de Zamora”. (pag. 207) .

En todas estas alusiones es evidente que el ninguneado soy yo, Martin Orbe.

Asimismo, respecto al conjunto de todos los encarcelados, las omisiones resultan más sorprendentes por afectar a un gran número de sacerdotes. De los datos que aporta el libro, solo puede deducirse con certeza que estuvieron en la cárcel de Zamora los “tres” detenidos por los sucesos de Orozko, los cinco que habían iniciado una huelga de hambre en el obispado, tres religiosos jesuítas a los que cita de pasada (pag. 206), y los nueve sacerdotes detenidos el 1 de junio de 1970.

La relación exacta de los sacerdotes  vizcaínos encarcelados en Zamora es la  siguiente: por un periodo de un mes, además de los nueve encarcelados en junio de 1970 ya mencionados, estuvieron en aquella cárcel  Txomin Artetxe, Iñaki Aurtenetxe y Karmelo Zamalloa. Total doce. Con largas condenas y/o superiores a un mes, además de los “tres” de Orozco que en realidad eran cuatro, y los cinco de la huelga de hambre, Kepa Arrate (jesuita profeso),  Luis Mari Bereziartua, Pedro Berrioategortua, Patxi Bilbao, Paco García Salve (jesuita),  Paskual Intxausti (pasionista), José Mari Madariaga, Imanol Oruemázaga, Pedro Solabarría y Jesús Sánchez Sierra. En total diecinueve. Sumados a los doce anteriores,  treinta y uno. Sin contar a Patxi Auzmendi (jesuita profeso) e Imanol Gisasola (jesuita), guipuzcoanos ambos pero residentes, a la sazón, en Bilbao.

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