sábado, 22 de junio de 2024

El Vaticano acusa de delito de cisma a un arzobispo enemigo de Francisco

La Santa Sede actúa contra un ultraconservador que niega la legitimidad del Papa

Fuente:   La Vanguardia

Por   Anna Buj

Ciudad del Vaticano. Corresponsal

22/06/2024


Carlo Maria Viganò en una imagen del 2015, cuando era nuncio apostólico en Estados Unidos Patrick Semansky / Ap-LaPresse

El papa Francisco parece haberse hartado de los críticos que han intentado torpedear su pontificado. El último señalado ha sido el arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, un exnuncio en EE.UU. que desató una tormenta en el Vaticano al pedir la dimisión de Bergoglio porque alegaba, sin aportar pruebas, que el Papa conocía desde el 2013 los abusos sexuales cometidos por el excardenal Theodore McCarrick.

Según informó él mismo en un comunicado, el dicasterio para la Doctrina de la Fe –el antiguo Santo Oficio– lo ha imputado por el delito de “cisma” y le ha notificado que ha abierto un juicio canónico en su contra “con un simple correo electrónico” por negar la legitimidad del papa Francisco y rechazar el concilio Vaticano II, los elementos para mantener la comunión con la Iglesia católica.

“Monseñor Viganò ha tomado algunas actitudes y algunos gestos por los que debe responder”, declaró ante la prensa el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

La citación no parece haber surtido efecto, puesto que en su comunicado público Viganò no hace más que reiterar sus tesis. El monseñor escribe que el concilio Vaticano II es un “cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico del que la iglesia sinodal bergogliana es la metástasis necesaria” y alza sus críticas contra el Papa, atacándole por “promover la inmigración descontrolada”, por “imponer a los fieles la aceptación de la homosexualidad” o “escribir delirantes encíclicas sobre el ambiente”. “Considero las acusaciones en mi contra un honor. Creo que el propio tenor de las acusaciones confirma las tesis que vengo defendiendo”, sostiene.

 

June 20, 2024

No son las palabras más fuertes que le ha dedicado al papa argentino. Con el paso de los años, Viganò le ha tachado de “tirano”, de “herético” o de “siervo de Satanás”, esto último por permitir la bendición de las parejas homosexuales. El comunicado en el que informa de su acusación –publicado en el blog de un periodista ultraconservador italiano– podría ser otra prueba en el proceso por el que, de ser hallado culpable, Viganò se arriesga a ser condenado a la excomunión y hasta a la dimisión del estado clerical.

Carlo Maria Viganò, de 83 años, es un viejo conocido en los círculos vaticanos por sus posiciones ultraconservadoras. Fue nombrado arzobispo en 1992 por Juan Pablo II y, después de otros cargos, fue nombrado nuncio apostólico (embajador) en Nigeria hasta 1998 y en Estados Unidos entre el 2011 y el 2016. Su paso, en el 2018, de acusar al Papa de encubrir a McCarrick supuso un antes y un después en la Santa Sede. Hasta entonces, sus detractores lo habían atacado por su visión moral, considerada demasiado progresista, pero jamás lo habían vinculado con la delicada cuestión de los abusos sexuales. En los últimos años se ha convertido en defensor de los antivacunas, admirador de Donald Trump, y está a punto de abrir en Viterbo, al norte de Roma, un seminario para ultratradicionalistas que defienden las misas en latín y, dice, son víctimas de las “pugnas bergoglianas”.

 

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