"La verdadera reforma no significa ser lo más contemporáneo posible", advierte el principal teólogo y ex jefe del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Fuente: La Croix International
Por Xavier Le Normand
Alemania
24/06/2022
Detrás de las palabras cuidadosamente sopesadas, la advertencia es firme.
En una reflexión publicada en línea el martes pasado, el cardenal Walter Kasper expresó serias reservas sobre el camino sinodal emprendido por la Iglesia Católica en su Alemania natal.
El cardenal de 89 años, uno de los teólogos más notables del catolicismo, hizo sus comentarios durante un día de estudio el 19 de junio patrocinado por un grupo llamado Neuer Anfang (Nuevo Comienzo), que también es crítico del Sinodal Weg (Camino Sinodal) de Alemania.
Kasper, que fue obispo de Rottenburg-Stuttgart durante una década antes de encabezar el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, reconoció desde el principio que "la Iglesia de hoy está muriendo en muchas almas".
Instó a los católicos a seguir el viejo adagio “Ecclesia semper reformanda” (la Iglesia está constantemente en un proceso de reforma), porque "la Iglesia no es una institución petrificada y fija".
Pero inmediatamente agregó que se debe hacer una distinción entre "reforma verdadera y falsa".
El "pecado original" del Camino sinodal"
La verdadera reforma no significa ser lo más contemporáneo posible, sino ser lo más parecido a Cristo posible", insistió el cardenal Kasper.
"La renovación no es innovación; renovarse no significa simplemente probar algo nuevo e inventar una nueva Iglesia", argumentó.
Pero afirmó que esta es claramente la dirección que ha tomado el Camino Sinodal en Alemania, con "respuestas ideológicamente predeterminadas ... aplicado por mayoría de votos".
Sin detallarlos con precisión, el cardenal condenó ciertos textos que "no siguen el Evangelio, sino nuestra supuesta sabiduría humana".
Instó a sus compañeros católicos alemanes a volver a "la verdad del Evangelio" para no correr el riesgo de "volverse locos y perder nuestra identidad".
Kasper dijo que el "pecado original" del Camino sinodal fue haber "más o menos dejado de lado la carta del Papa y su propuesta de partir del Evangelio y la misión fundamental de la evangelización, y haber seguido su propio camino con criterios parcialmente diferentes".
"No debemos olvidar la historia"
El cardenal dijo que no cuestiona la "buena voluntad" de los participantes, pero cree que van por el camino equivocado debido a la tentación de querer "comenzar de nuevo desde cero".
"No debemos olvidar la historia", les dijo. "La unidad con la fe de los tiempos antiguos de la Iglesia también es necesaria".
Por lo tanto, dijo que rechaza la propuesta de constituir un "consejo sinodal supremo" que no tiene "fundamento en toda la historia".
También denunció el compromiso de los obispos de seguir las resoluciones que se aprueban por el Camino sinodal, diciendo que eso equivaldría a una "renuncia colectiva de los obispos", cercana a un "intento de golpe de Estado".
A menudo presentado como cercano al Papa Francisco, el cardenal Kasper es conocido por su reflexión teológica de mente abierta, particularmente con respecto a los homosexuales o las personas divorciadas y vueltas a casar.
Esto hace que su crítica del camino sinodal sea aún más notable.
No es la primera vez que escuchamos tales críticas al Camino Sinodal en curso en Alemania. Otros obispos han expresado su preocupación por este proceso, que se llevó a cabo a raíz de las revelaciones sobre el abuso sexual.
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