miércoles, 5 de noviembre de 2014

Desmentido de García Aracil

La diócesis emite una nota en la que no desmiente el escrito de los sacerdotes al Nuncio 

(Jesús Bastante/Agencias).- El fantasma del obispo derrochador de Limburg continúa planeando sobre Extremadura. Mucho más después de la nota enviada anoche por el Arzobispado de Mérida-Badajoz, en el que afirma que las obras en la sede del Obispado de Badajoz, denunciadas por un grupo de sacerdotes, son "necesarias" para la Diócesis y han seguido "todas las formalidades previstas por el derecho de la Iglesia".

Así lo expresa en una nota -informan agencias, pues la misma no está colgada en la web-, donde aunque considera "tendenciosas" algunas informaciones no aclara en qué, y pese a rechazar "las cantidades de dinero" apuntadas, se niega a dar la cantidad. Todo ello en el mismo momento en que su arzobispo coadjutor, Celso Morga, llega a la diócesis, donde se instalará a partir del 15 de noviembre.

En un comunicado, el Arzobispado considera "tendenciosas" las afirmaciones que apuntan a la construcción de un palacio episcopal en la tercera planta del edificio de la Curia.

Dada la "reiterada" petición por conocer el "criterio" del Arzobispado sobre esa información, se ha mostrado en un comunicado "el disgusto por la falta de verdad".

 
Se lamenta, además, el "carácter calumnioso y difamatorio" que suponen para el arzobispo, Santiago García Aracil, y los colaboradores que forman parte de los consejos diocesanos que han dictaminado favorablemente sobre la oportunidad y los costes de estas obras.

Las obras emprendidas han sido valoradas por esos consejos diocesanos como "necesarias" para la Diócesis y se han seguido todas las formalidades previstas por el derecho de la Iglesia, se reitera.

También se señala que "se agradecen las abundantes manifestaciones de comprensión y apoyo que se van recibiendo tanto de sacerdotes como de religiosos y laicos de toda la Diócesis", y se la lamentando que "las fuentes de la información estén vinculadas a un reducidísimo grupo de sacerdotes".

Además, se rechazan las afirmaciones sobre las cantidades de dinero presupuestadas.
Las informaciones apuntan a que en una carta de unos 50 sacerdotes remitida al nuncio Renzo Fratini se afirma que se hacen obras de reforma con gasto excesivo y con instalaciones como baños de hidromasaje, suelos de mármol o un jacuzzi.

La queja al nuncio va de obras en el Seminario, pero sobre todo la construcción, en la tercera planta del edificio de servicios episcopales, de una vivienda suntuosa con materiales costosos tales como maderas nobles, suelos de mármol, mobiliario de lujo, salón y despacho con paredes de mármol a media altura, o baño con hidromasaje y jacuzzi. Se estima el importe en otros 1,5 millones.

Una verdadera "suite de lujo" que contrastaría con las altísimas cifras de pobreza existentes en Extremadura, una tierra, la Comunidad menos desarrollada de España, con tasas de paro cercanas al 30% y que superan el 60% entre los jóvenes.

Unas obras, las de la nueva vivienda, totalmente innecesarias según la queja, ya que muy cerca hay un piso de 500 metros cuadrados a disposición del actual arzobispo, y que podría ocupar su sucesor, pero además la diócesis dispone de otras viviendas perfectamente dignas para ellos y para el arzobispo emérito Antonio Montero que se jubiló hace una década.

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