Pronunciamiento de las y los representantes de las Comunidades Eclesiales de Base, Ministerios Reconocidos, Agentes de Pastoral, misioneras y misioneros, clero diocesano, servicios pastorales, representantes de Movimientos de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos -ISAMIS- y Organizaciones Populares de la provincia
Las y los representantes de las Comunidades Eclesiales de Base, Ministerios Reconocidos, Agentes de Pastoral, misioneras y misioneros, clero diocesano, servicios pastorales, representantes de Movimientos de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos -ISAMIS- y Organizaciones Populares de la provincia, resolvieron por mayoría de votos (79%), pedir la salida del nuevo administrador apostólico del Vicariato de San Miguel de Sucumbíos, P. Rafael Ibarguren Schindler, y de la congregación Heraldos del Evangelio-Caballeros de la Virgen- a la cual pertenece, así como el nombramiento de un nuevo obispo para el Vicariato de Sucumbíos.
Estas decisiones se adoptaron el día de hoy durante el desarrollo de la Asamblea Diocesana extraordinaria de ISAMIS, que contó con la participación de 238 personas, de las cuales 110 tuvieron voz y voto, de acuerdo a los reglamentos de la asamblea y estatutos que rigen el Vicariato. La asamblea no contó con la presencia del P. Rafael, ni de ninguno de los miembros de su congregación, a pesar de haber sido acordada y confirmada su participación con anterioridad. Ante el desconocimiento absoluto de su paradero y las razones del abandono de su responsabilidad pastoral, se resolvió que el P. Edgar Pinos sea quien asuma la dirección de esta asamblea, de acuerdo al procedimiento de actuación en estas situaciones.
Las causas para tal resolución fueron debatidas y analizadas en el seno de la Asamblea: Los constantes incumplimientos, la ausencia permanente en los espacios legales y legítimamente creados para el encuentro y el diálogo con los diversos sectores de la Iglesia, la falta de información y dirección pastoral, los conflictos vividos en la base de la iglesia derivados de la actuación de los Heraldos del Evangelio, y la falta de transparencia y legalidad en la conformación del Consejo Jurídico y Económico del Vicariato, son algunos de los argumentos expresados en la Asamblea para declarar la incapacidad para el ejercicio del cargo de administrador diocesano del P. Rafael Ibarguren.
Otra de las resoluciones adoptadas es solicitar a las autoridades competentes que Monseñor Jesús Esteban Sádaba, Obispo del vecino Vicariato de Aguarico, provincia de Orellana, sea quien asuma la dirección de este vicariato de forma transitoria, hasta el nombramiento definitivo de un nuevo Obispo.
La comunicación de esta situación y de las resoluciones adoptadas a las autoridades eclesiales ecuatorianas y vaticanas, así como a las autoridades del gobierno central ecuatoriano, y de los ministerios de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, de Relaciones Exteriores, y la Asamblea Nacional, fue aprobada por la Asamblea por indiscutible mayoría.
Hay que resaltar que a pesar de las tensiones, la Asamblea se desarrolló en el clima democrático, participativo y respetuoso que es habitual en ISAMIS, sin que nada justifique la presencia de la policía nacional, solicitada expresamente por el P. Rafael Ibarguren para “prevenir posibles desmanes”, como dieron a conocer los policías presentes, a través de la lectura del oficio enviado y firmado por el administrador apostólico a la Gobernación de Sucumbíos. La asamblea en su conjunto no daba crédito a lo que estaba viviendo, algo totalmente inusual y nunca antes visto en los cuarenta años de la dirección anterior.
Una vez más la actitud agresiva y atentatoria de los Heraldos del Evangelio, y el total desconocimiento de la gente y de la realidad de Sucumbíos, se hizo evidente provocando que las y los participantes se sientan ofendidos y maltratados por un administrador ausente que no es capaz de implicarse ni de identificarse con el proyecto de iglesia local vigente.
“Nos ven como delincuentes”, “Por qué se sienten tan amenazados”, “No les importamos nada”, “No dan la cara para resolver los problemas”, “¿Así se trata a los amigos?”, son algunas de las expresiones escuchadas a lo largo del día durante la asamblea, y que denotan el sentir de la mayoría de las y los presentes, y la falta de confianza necesaria para proseguir con un trabajo conjunto. ¿Cómo puede trabajar un administrador apostólico y sus hermanos de congregación en un vicariato donde tienen miedo de la gente y la evitan?
Por último la Asamblea Diocesana se declara en vigilia permanente hasta que estas demandas sean atendidas, y hace un llamado a la solidaridad activa y al compromiso de grupos eclesiales del país y del mundo entero, organizaciones sociales, instituciones públicas y privadas, autoridades locales, provinciales y nacionales, solicitando que se unan con sus acciones a esta campaña por restablecer y revitalizar el espíritu fraterno y comunitario que siempre ha caracterizado a ISAMIS "Sembrando Vida".
Lago Agrio 7 de enero del 2011
Maritza Flores Amparo Peñaherrera S
Secretaria Asamblea Comisión de Comunicación
Esto no fue decidido por las Comunidades Eclesiales de Base ni por los Agentes de Pastoral ni por el Clero de Sucumbíos y menos aún por la asamblea.
ResponderEliminar¿Dónde está la democracia? Soy católico me interesó estar presente y vi que el 90 % de las personas estaban asombradas con todas estas mentiras y curiosamente no dejaban intervenir a cualquier persona, solo a personas que ellos elegían. Mentir, mentir que algo queda. Buena estrategia de quienes no acepta la realidad, todo esto que se dice en este boletín es mentira, yo estuve presente y percibí que quienes escribían y decidían eran dos personas, no dejando intervenir a la asamblea, esto no fue decidido por la asamblea sino por un puñado irrisorio de personas que están en contra de la Iglesia y del Papa; y las supuestas personas que apoyaban no sabían ni porqué estaban en este lugar, uno me llegó a responder: “estoy aquí porque me dicen que tengo que dar un voto que ellos me indiquen, ya lo di pero no sé de que se trata”. Todo es manejado por unas cuantas personas contadas con los dedos de la mano, ellos mismo saben que es mentira, cuando no se tiene argumentos reales no queda más que mentir. A personas sin criterio solo les interesa mentir, ¿Dónde está la moral?, mentir, mentir que algo queda.
Esto no fue decidido por las Comunidades Eclesiales de Base ni por los Agentes de Pastoral ni por el Clero de Sucumbíos y menos aún por la asamblea.