IÑAKI
ETXEZARRAGA GOIKOETXEA
Hil da
en el día olvidado de Valentín, joven vasco, casero,
ezpatadantzari, bertsolari, testigo-mártir de Jesús.
Gracias,
Iñaki.
A
ti
y
a tantas vidas
tejedoras
con hilos sutiles
de
tan buena parte de las nuestras.
Tus
y sus miradas nos sorbían.
Y,
sobre todo,
surgíeron
de vuestros ojos hasta los nuestros
rayos
de luz vectores de polinización
fecundadores
de óvulos de flores múltiples
en
nuestras personas.
Así,
nuestras vidas, en buena medida,
son
gratuidad de las vuestras.
Tú,
Iñaki,
y
esas otras tantas,
sois
cauces de las aguas del propio Dios.
Ayúdanos.
Ayudadnos,
ahora
que ya no conocéis a Dios de oídas,
sino
que lo veis con vuestros ojos (Job
42,5).
Que
nunca nuestras miradas sean cuchillas.
Que
siempre broten portadoras de bien.
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Eskerrik asko.