El arzobispo de Chicago, que incluso antes de que el presidente Trump asumiera el cargo se había opuesto a cualquier programa de deportación masiva, reflexiona sobre el mensaje enviado por Francisco a la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en relación con la actual crisis en el país. El cardenal subraya la necesidad de que cada ciudadano pueda expresar su desacuerdo con las «políticas engañosamente basadas en la fuerza».
Fuente: Vatican News
Deborah Castellano Lubov
Ciudad del Vaticano
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisgFVnHLmyTkKB3e1XncqrcZOSjympnZqDttp64n0vcJwm0acQnzvzTZB-rnN3YApn6-7cGUdBZJ9fahibtBua-qVNbFN5vNkH9-9BJoyrJgb9qR7myalc_TveVo1zSLK3G0chylQk0eFvZVAr3rRMk7P9LsfdRy46Zuq2Jxf1w5oj0_K7Eilf3Xa5YHk/w514-h289/&.jpg)
La deportación de migrantes en el aeródromo del ejército estadounidense en Biggs, Texas (Public Domain)
El cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, expresa su profundo agradecimiento al Papa Francisco por la carta enviada ayer a los obispos de Estados Unidos en la que el Pontífice expresa su preocupación por la crisis que vive el país a causa del programa gubernamental de deportaciones en masa de inmigrantes y refugiados. En una entrevista concedida a los medios vaticanos, Cupich afirma que aprecia especialmente la claridad de la misiva papal en señalar como «prioridad absoluta» para los obispos y la Iglesia de Estados Unidos «la protección y defensa de la dignidad de los migrantes».
Caminar juntos y defender la dignidad
La cercanía de Francisco es una exhortación a «caminar juntos y defender la dignidad humana de los migrantes en nuestro país», afirma el purpurado, que se detiene en el pasaje de la carta en el que el Papa escribe: «La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad».
Una invitación que Cupich espera que anime a todo creyente a «juzgar críticamente y manifestar su desacuerdo con políticas que se basan engañosamente en la fuerza y la distorsión, más que en la verdad de la igual dignidad de todo ser humano». Un modo de operar que, como advirtió el Pontífice, y el pastor de Chicago coincide con él, «mal comienza y mal terminará».
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.