San Agustín, un antiguo teólogo, dijo que todos y todo deben ser amados a su manera, de acuerdo a las necesidades de tiempo, lugar o asunto en cuestión
Fuente: El Debate
07/02/2025
El vicepresidente de Estados Unidos, el católico JD Vance, citó recientemente un antiguo principio de teología católica para justificar la agenda America First (Estados Unidos primero) del presidente Donald Trump.
«Simplemente busquen en Google ‘ordo amoris’», publicó el vicepresidente el 30 de enero en la red social X en el contexto del inicio de las redadas contra inmigrantes con antecedente criminales.
Publicó esto en respuesta a las críticas por las declaraciones que hizo en una entrevista con Fox News: «Amas a tu familia, y luego amas a tu vecino, y luego amas a tu comunidad, y luego amas a tus conciudadanos en tu propio país. Y luego de eso, puedes concentrarte y priorizar al resto del mundo». Vance señaló que la «extrema izquierda» ha invertido eso.
El número dos de Trump publicó que el concepto es de «sentido común básico» porque los deberes morales hacia los hijos superan a los «hacia un extraño que vive a miles de kilómetros de distancia».
¿Qué es el «ordo amoris»?
Se ha traducido como «orden del amor» u «orden de la caridad». Es un concepto que ya mencionó San Agustín, un antiguo teólogo, quien dijo que todos y todo deben ser amados a su manera.
«Ahora bien, es hombre de vida justa y santa quien... ni ama lo que no debe amar, ni deja de amar lo que debe amar, ni ama más lo que debe ser amado menos, ni ama igualmente lo que debe ser amado ni menos ni más, ni ama menos o más lo que debe ser amado por igual», escribió Agustín.
«Además, todos los hombres deben ser amados por igual», escribió Agustín. «Pero como no puedes hacer el bien a todos, debes prestar especial atención a aquellos que, por accidentes del tiempo, del lugar o de las circunstancias, están en una relación más estrecha contigo».
Santo Tomás de Aquino, en el siglo XIII, expuso este tema, señalando también que depende de las circunstancias.
«Debemos ser más benéficos con aquellos que están más estrechamente relacionados con nosotros», escribió el antiguo teólogo. «Y, sin embargo, esto puede variar según las diversas necesidades de tiempo, lugar o asunto en cuestión: porque en ciertos casos uno debería, por ejemplo, socorrer a un extraño, en extrema necesidad, en lugar de a su propio padre, si no está en una necesidad tan urgente».
El catecismo moderno de la Iglesia Católica se refiere brevemente al «orden de la caridad» donde cita las obligaciones de honrar a los padres y ser buenos ciudadanos.
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