Para nuestro columnista Sébastien Fath, el segundo mandato de Donald Trump no está presidido tanto por el regreso de los grupos religiosos conservadores en Estados Unidos cuanto por la victoria de un movimiento libertario que, en muchos sentidos, se opone a la corriente evangélica.
Fuente: La Croix International
Por Sébastien Fath
(Europa\Roma)
10/02/2025
Sébastien Fath, investigador del CNRS y especialista en protestantismo evangélico (Foto: Sébastien Fath)
Los religiosos han vuelto. Así es como muchos observadores han analizado la segunda toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América. Se dice que la derecha cristiana está regresando con fuerza al otro lado del Atlántico. Con el apoyo de muchos evangélicos, se le unen cada vez más aliados católicos, tal vez alentados por el nombramiento de J. D. Vance (él mismo un converso católico) como vicepresidente.
Estos cristianos conservadores están decididos a reencantar a Estados Unidos en una versión MAGA (Make America Great Again). Se expresaron simbólicamente en la inauguración en Washington el 20 de enero de 2025, a través de las oraciones de invocación del cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York y el pastor evangélico Franklin Graham de la Asociación Evangelística Billy Graham.
Pero más allá de las apariencias, todo apunta a que no se trata de una mera repetición de las elecciones de 2016. Un factor clave a tener en cuenta es la continua secularización de la sociedad, marcada por el aumento constante de los "nones", es decir, aquellos que se declaran no afiliados a ninguna tradición religiosa. Otro punto crucial es la crisis interna casi sin precedentes del evangelismo blanco en Estados Unidos, caracterizada por una hemorragia de seguidores, particularmente entre los jóvenes. Trump, un político hábil, no ha dejado de observar estos cambios. Comprendió bien que si dependía principalmente de los nacionalistas cristianos, perdería las elecciones.
Una batalla por el control del Partido Republicano entre evangélicos y libertarios
Más importante aún, Trump aseguró el apoyo de Elon Musk, una figura emblemática de las transformaciones sociales que afectan a Estados Unidos y a gran parte del mundo. Musk no es solo el hombre más rico del mundo. También es lo que se conoce como un libertario, que aboga por una sociedad civil impulsada por iniciativas individuales, lejos de lo que él ve como las recetas opresivas e innecesarias del Estado.
Hoy, Musk orquesta una verdadera máquina de guerra libertaria, particularmente a través de la red social X. Su corriente ideológica pertenece a una tradición intelectual y política que ya había llamado la atención del ensayista Ryan Sager en 2006. Con cierta perspectiva visionaria, Sager describió la "batalla por el control del Partido Republicano" entre evangélicos y libertarios[1].
Explicó que "los evangélicos blancos, centrados en la normatividad religiosa, y los libertarios, centrados en la libertad individual, comparten ciertas batallas, entre ellas el anticomunismo". Pero también señaló que "los libertarios siempre han tendido a ver a los conservadores sociales (evangélicos) como montañeses prontos para golpear la Biblia sobre las cabezas de los no creyentes a la primera oportunidad, mientras que los conservadores sociales siempre han visto a los libertarios como fumadores de drogas y adoradores del diablo".
¿Se reanudará la batalla entre nacionalistas cristianos y libertarios, o continuará una alianza sólida? Es demasiado pronto para decirlo, pero una cosa es cierta: mientras que líderes evangélicos como la neocarismática Paula White dominaron la campaña de 2016, es el libertario Elon Musk quien innegablemente se ha convertido en la fuerza dominante en la alineación republicana durante la campaña de 2024. El elefante en la habitación es ahora él, con connotaciones inconfundiblemente (neo)mesiánicas, lo que supone un desafío para los cristianos divididos entre la tentación de la alianza, el riesgo de ser instrumentalizados y la confrontación profética.
Sébastien Fath es un experto en sociología de la religión, en particular en el estudio del protestantismo evangélico. Fath es doctor por la Sorbona y trabaja como investigador permanente del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. Sus intereses de investigación abarcan la intersección de la religión, la política y la sociedad.
[1] Ryan Sager, El elefante en la habitación: evangélicos, libertarios y la batalla por el control del Partido Republicano, Wiley and Sons, 2006, 256 p.
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