A la atención de la
Diócesis de Bilbao:
Desde la UP San
Ignacio, como comunidad cristiana unida por el Evangelio y comprometida con el
Reino de Dios, no podemos permanecer en silencio ante el clamor de nuestros
hermanos y hermanas que sufren en Gaza. Levantamos nuestra voz movidas por la
compasión, la justicia y la verdad, como discípulos de Jesucristo, “el Príncipe
de la Paz”.
Lo que está
ocurriendo en Gaza es una atrocidad. Día tras día vemos cómo se violan los
derechos humanos más fundamentales: miles de vidas inocentes arrebatadas,
familias enteras destruidas, niños y niñas heridos y traumatizadas, comunidades
reducidas a escombros. Esto no es una tragedia lejana: es una herida abierta en
el corazón mismo de la humanidad.
Jesús nos enseña que
“lo que hacéis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hacéis”
(Mt 25,40). ¿Cómo podríamos mirar a otro lado cuando Cristo sigue siendo
crucificado en cada víctima civil, en cada niña que muere de hambre, en cada
persona que es desplazada por la violencia?
Como dijo el Papa
Francisco:
“La guerra es siempre una derrota, ¡siempre!
No hay guerras justas: la única guerra justa es la que no se hace”. (Homilía,
2022)
Por todo ello:
1. Pedimos
humildemente a nuestra diócesis que publique esta carta en sus medios oficiales
y visibilice el sufrimiento del pueblo palestino, como un gesto de comunión con
los que lloran.
2. Invitamos a otras
parroquias, unidades pastorales, comunidades, grupos y movimientos cristianos
de la diócesis a unirse a esta voz colectiva de denuncia y esperanza.
3. Reafirmamos
nuestro compromiso con la oración, la acción solidaria y la construcción de una
paz verdadera, que solo puede sostenerse en la justicia.
El silencio nos haría
cómplices. La fe nos impulsa a hablar.
“Bienaventurados los
que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9).
Fraternalmente.