A mediados de diciembre de
2024, el gobierno de Kinshasa presentó una denuncia contra Apple en Francia y
Bélgica, acusando a la empresa estadounidense de utilizar minerales extraídos
ilegalmente en la República Democrática del Congo (RDC) para la fabricación de
sus productos. Este podría ser un paso decisivo en la lucha contra el tráfico
de "minerales sanguíneos".
Fuente: cath.ch
Por Maurice Page
29/12/2024
La República Democrática del
Congo ha presentado varias denuncias penales en Francia y Bélgica contra las
filiales de Apple, acusando al gigante tecnológico de utilizar minerales
extraídos de zonas de conflicto en el país africano y luego blanqueados en las
cadenas de suministro globales. Al abastecerse de las zonas de guerra de la
RDC, Apple sería cómplice
de los crímenes perpetrados por los grupos armados que controlan
algunas minas en el este del país.
Las quejas podrían ser la primera
de muchas salvas dirigidas a las empresas de tecnología que se abastecen de
minerales de conflicto.
Reclamaciones en Francia y
Bélgica
Las denuncias fueron preparadas
por un equipo de abogados internacionales en nombre del Ministro de Justicia de
la RDC, y las autoridades francesas y belgas examinarán si hay pruebas
suficientes para continuar la investigación y posiblemente iniciar un proceso
penal.
"Estas actividades han
alimentado un ciclo de violencia y conflicto al financiar milicias y grupos
terroristas y han contribuido al trabajo infantil forzado y a la devastación
ambiental", se lee en la declaración conjunta de los tres bufetes de
abogados en Estados Unidos, Francia y Bélgica.
Apple rechazó inmediatamente esta
acusación. La multinacional estadounidense dijo en un comunicado que
"impugna enérgicamente las acusaciones de la República Democrática del
Congo. En Apple, estamos profundamente comprometidos con el abastecimiento responsable
y exigimos a nuestros proveedores los más altos estándares de la
industria".
Las "tres T" en
el centro de la disputa
En el centro de la disputa están
las '3T': tantalio, tungsteno y estaño, minerales que se utilizan para producir
componentes utilizados en objetos cotidianos como teléfonos inteligentes,
tabletas y computadoras, o para fabricar sistemas de alta tecnología, incluidos
sistemas de armas.
La firma estadounidense explica
que informó a sus proveedores "a principios de año" de que sus
fundiciones y refinerías iban a suspender el suministro a Ruanda y
la RDC, pero sin dar más detalles.
Para William Bourdon, uno de los
abogados de la RDC, "es inédito que una empresa tan poderosa como Apple se
vea obligada a comprometerse públicamente a 'limpiar' las condiciones de
suministro de minerales. Ahora bien, hay que tener mucho cuidado, a veces las
empresas asumen compromisos que entusiasman a todos. Es por eso que hacemos un
llamado a Apple para que se comprometa con todo un proceso de verificación y
transparencia", dijo a RFI.
William Bourdon atestigua que los
arsenales judiciales franceses y belgas en materia de blanqueo de capitales son
de los más modernos. "La jurisprudencia de estos dos países ha admitido
una gama cada vez más amplia de delitos de origen, como el blanqueo de
falsificaciones. La conciencia judicial se ha despertado en Francia y Bélgica
frente a ciertas grandes empresas que, mientras cometen los peores daños, se
esfuerzan por seguir siendo legalmente irresponsables mientras afirman ser
éticamente irreprochables".
¿Ruanda detrás de la
trata?
La denuncia presentada por las
autoridades de Kinshasa contra la multinacional también pone en el punto de
mira a Ruanda, acusada por la RDC de saquear ilegalmente los recursos minerales
del este del país, al promover la exportación de minerales extraídos en minas
artesanales, a menudo controladas por los grupos armados que operan allí. Según
Kinshasa, sin la línea logística que pasa por Ruanda, los minerales extraídos
ilegalmente en la RDC tendrían más dificultades para llegar a los mercados
internacionales.
Ruanda, que a su vez tiene
recursos minerales limitados, ha sido cortejada por la Unión Europea, con la
que firmó un memorándum de entendimiento sobre la sostenibilidad y la
trazabilidad de minerales estratégicos en febrero de 2024, duramente criticado
por las asociaciones pacifistas del Congo.
Intereses económicos
prioritarios
Como ha declarado a la Agencia
Fides el activista congoleño de los derechos humanos Pierre Kabeza, la
explotación de los recursos congoleños "puede describirse como un árbol
cuyas raíces son las grandes potencias del mundo, con sus multinacionales. El
tronco del árbol son los países vecinos de la RDC (Ruanda y Uganda) que reciben
ayuda de las grandes potencias, y por último las ramas, que son los diversos
grupos guerrilleros que operan en territorio congoleño. La savia que nutre al
árbol son los intereses económicos".
Aunque no se han emprendido
acciones legales en Estados Unidos, el Departamento de Estado estadounidense ya
había expresado su "preocupación por la explotación ilícita de ciertos
minerales en la región de los Grandes Lagos" a principios de julio de
2024.
Violencia y terror
El este de la República
Democrática del Congo, una de las regiones más ricas en minerales del mundo,
está experimentando una catástrofe
humanitaria cada vez más profunda, con más de 100 grupos rebeldes
armados que luchan por el control de las minas. Según las Naciones Unidas y
grupos de derechos humanos, millones de personas en la región han sido
desarraigadas y afectadas por la espiral de violencia, que va desde violaciones
hasta masacres.
Ya en 2015, los informes de las
ONG informaron de que los yacimientos mineros a menudo parecen estar
controlados por grupos armados que obligan, mediante la violencia y el terror,
a los civiles, incluidos los niños, a trabajar y transportar estos minerales.
Entre ellos, el grupo M23,
respaldado por Ruanda, controla desde el pasado mes de abril la zona minera de
Rubaya, que suministra el 15% del tantalio del mundo. Según las estimaciones,
gana 300.000 dólares al mes con el tráfico de minerales.
Ruanda rechaza las
acusaciones
Ruanda ya había rechazado las acusaciones
a principios de este año, calificándolas de "una repetición de acusaciones
y conjeturas infundadas, destinadas a generar interés en los medios de
comunicación en una de las empresas más grandes del mundo". "Este es
solo el último golpe del gobierno de la RDC, que busca constantemente desviar
la atención hacia Ruanda con falsas acusaciones", dijo una portavoz del
gobierno ruandés.
A la espera de nuevos
acontecimientos, este movimiento de la RDC plantea preguntas fundamentales
sobre la gobernanza de los recursos naturales, la responsabilidad de las
grandes empresas tecnológicas en las cadenas de suministro globales de
minerales estratégicos.
(cath.ch/ag/mp)