lunes, 30 de diciembre de 2024

Estudiar copto o hebreo hoy

Crece el interés por estudiar lenguas antiguas en el Ateneu Universitari Sant Pacià

Fuente:   La Vanguardia

Por   Sílvia Oller

Girona

29/12/2024

 


La septuagenaria Maria Àngels Mas estudió Farmacia y ha ejercido como farmacéutica durante toda su trayectoria laboral. Mujer de ciencias, en ocasiones, notaba que tenía importantes lagunas en el área de las humanidades. “A veces miraba alguna película histórica y no acababa de entender ciertas cosas”, reconoce. Ya de adulta, una amiga la animó a aprender historia, carrera que cursó en la Universitat de Lleida. Se la sacó y ahora, con 76 años, tiene otro reto: aprender egipcio. Solo una gran fuerza de voluntad y una curiosidad innata la llevan a continuar adelante. “Me picaba la curiosidad, el egipcio también es interesante para la memoria, porque me la hace activar; no es una lengua difícil, pero tienes que dominar la gramática”, explica Mas.

Es una de los ochenta de alumnos de la Escuela de Lenguas Antiguas del Ateneu Universitari Sant Pacià ( AUSP) de Barcelona, una institución fundada el año 2015 que integra las facultades eclesiásticas de Teología, Filosofía, Historia, Arqueología y Arte Cristiano y Liturgia. En la Escuela de Lenguas se imparten lenguas clásicas como el latín o el griego; semíticas como el hebreo bíblico y el arameo, y otras lenguas antiguas como el copto, el siriaco, el egipcio clásico o etíope clásico. El alumnado es cada vez más diverso, según explica el secretario general del Ateneu, Marcos Aceituno. Por una parte, hay un perfil joven, personas de entre 18 y 30 años que estudian o han estudiado Filosofía, Teología o Liturgia y que necesitan profundizar en el conocimiento técnico del idioma para entender textos en su lengua original. El otro perfil estaría formado por aquellos alumnos que estudian por el puro placer de ampliar su formación. Quieren aprender un idioma por conocer también el contexto cultural y saborear obras literarias en la lengua original. Dice Aceituno que el abanico de este tipo de alumno es más paritario (la mitad son hombres, y la otra mitad, mujeres) y tienen entre 30 y 60 años.

Entre este perfil está Maria Nirva Siuró, que estudia copto, una lengua semítica, hoy extinguida, derivada del antiguo egipcio y que pervive como lengua litúrgica de la Iglesia copta ortodoxa. “Querría especializarme en teología bizantina, y muchos textos están escritos en copto”, explica esta joven de 23 años licenciada en Historia. Paralelamente estudia griego y el año pasado ya cursó latín. En las clases de copto solo son dos alumnos.

Aceituno constata una tendencia al alza los últimos cursos de este perfil que no proviene del ámbito estrictamente religioso, que ya representa el 40% del total del alumnado. El 60% restante se acerca al servicio de lenguas para poder profundizar en los textos bíblicos. Dentro de este porcentaje, están los que forman en alguna carrera eclesiástica, pero también religiosos o curas. Es el caso de Achille Nzamurambaho, sacerdote ruandés que en los últimos tres años ha ejercido como rector en Igualada, Sant Hilari Sacalm, Viladrau y, desde hace tres meses, en Navarcles. Estudia hebreo bíblico, un idioma que es la puerta de entrada a los textos del Antiguo Testamento. “El estudio de la Sagrada Escritura me afecta como presbítero, aprender el idioma me ayuda a interpretar bien los textos”, dice.

 

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