miércoles, 8 de octubre de 2025

Linda Ghisoni alerta de líderes “disfrazados de espiritualismo” en las asociaciones de laicos q

La subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida de la Santa Sede abre el curso sobre nuevas realidades eclesiales de la Universidad Eclesiástica San Dámaso

Fuente:   Vida Nueva Digital

Por   José Beltrán

07/10/2025

 

Para Linda Ghisoni, “quienes ocupan cargos directivos de gobierno en los distintos niveles de asociaciones laicales no pueden encargarse también del acompañamiento espiritual”. La subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida de la Santa Sede se expresó esta tarde en estos términos durante la conferencia de apertura del curso ‘Movimientos eclesiales, nuevas comunidades y hermandades’ organizado por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso.

La reconocida canonista abordó en su ponencia en la contribución de la Santa Sede al fenómeno asociativo desde el Dicasterio en el que trabaja con el foco en la legislación y la praxis.  En su exposición, exploró la presencia de “polaridades dialécticas” en las agrupaciones de fieles que “requieren una atención especial” para el Dicasterio, como, por ejemplo, el binomio persona/institución. “Cada vez que se ha pretendido preservar el buen nombre de la comunidad en detrimento de la persona, se han cometido aberraciones. Pensemos en los abusos”, compartió la canonista. “La persona en el centro siempre constituye la mejor inversión de la comunidad”, añadió.

“Las asociaciones de laicos deben adoptar políticas de prevención contra todo tipo de abusos”, explicó la subsecretaria, que reconoció a la vez que “no han faltado resistencias a elaborar directrices, con el pretexto de no contar con menores”.

 

Ni legalismo ni demonización

En esta misma línea, comentó que “el derecho propio debe estar al servicio de la vida, pero es susceptible de cambios, no podrá ser ignorado salvo en casos excepcionales, ya que constituye como necesario para preservar el patrimonio espiritual”. “No hay legalismo ni demonización del derecho que, lejos de ser un mal necesario, constituye un camino de libertad para todos los miembros de una institución”, añadió.

Ghisoni alertó de cómo se han dado liderazgos en estas asociaciones cómo “disfrazándolo tal vez de espiritualismo” han hecho “caso omiso de lo dispuesto en el derecho propio”. “Algunos dirigentes se han presentado como imprescindibles o han asumido un liderazgo absoluto y eterno”, expuso la subsecretaria.

 

Dimensión comunional

Ghisoni subrayó que estas realidades laicales solo tienen sentido “a la luz de la dimensión comunional trinitaria de la Iglesia”. En su alocución hizo un repaso de los diferentes tipos de entidades eclesiales, desde los movimientos a las nuevas comunidades pasando por las hermandades y cofradías, así como las asociaciones que, en su mayor parte se configuran como públicas y privadas, recordando que hoy por hoy hay 115 asociaciones internacionales reconocidas por la Santa Sede. En su intervención, también aclaró como el Camino Neocatecumenal que tiene personalidad jurídica, pero no se categorizaría como asociación. “Son realidades que no pueden clasificarse de un modo rígido, por su propia naturaleza laical”, aclaró.

La subsecretaria hizo hincapié en cómo el Dicasterio está llamado a “acompañar la vida y el desarrollo de estas realidades”, en aspectos tales como su estructura, su gestión económica o la prevención de abusos.

Para evangelizar

El acto inaugural tuvo lugar en el Aula Pablo Domínguez de la UESD. Ghisoni estuvo acompañada en la mesa presidencial por los dos coordinadores del curso, el decano Roberto Serres y el profesor Luis Navarro, así como el docente Juan Manuel Cabezas.

Durante su intervención, Navarro explicó la necesidad de este curso ante “la falta de un conocimiento profundo de estas realidades eclesiales, que nacen de un carisma, que provienen de la acción del Espíritu Santo”. “Como Iglesia, nuestra actitud debe ser de acogida y ayuda para que sean conscientes de quiénes son y para quién son”, comentó el sacerdote. “Si no evangelizan, no sirven para nada”, sentenció justo después, a la vez que reivindicó una necesaria fundamentación teológica y una inserción en la vida diaria de las diócesis. “No se puede estar desgajado de la vida de la Iglesia particular”, añadió el canonista.


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