Salvador Illa: “Rezo cada día (en catalán) e intento conducirme de acuerdo con mi fe”

“Ser catalán, para mí, es ser yo mismo”, ha expresado en una entrevista el presidente de la Generalitat

Por Vida Nueva

16/06/2025

 

La fe, la identidad o el carácter. El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha abierto la puerta a su mundo más íntimo en una entrevista en el programa Col·lapse, de 3Cat, emitida este fin de semana. Grabada el pasado 8 de junio en la iglesia de Santa Agnès de Malanyanes, en la Roca del Vallès —su localidad natal—, la conversación con el periodista Ricard Ustrell deja a un Illa más personal que político y que ha hablado de su fe.

“Yo sí que creo en Dios porque creo que hay un sentido de trascendencia y he recibido una formación en un entorno católico”, confiesa el jefe del Govern, que reconoce ser creyente a su manera: no asiste a misa cada domingo, pero sí cultiva una fe vivida desde lo cotidiano. “Cada día rezo, intento practicarlo y conducirme de acuerdo con mi fe religiosa”.

 

Identidad y pertenencia

La cuestión de la identidad catalana y española no queda fuera de la conversación. Illa defiende con convicción una forma de ser catalán que no excluye lo plural. “Ser catalán, para mí, es ser yo mismo”, asegura. “Soy de aquí, mis padres, mis abuelos, mis hermanos. Mi lengua materna es el catalán”.

“Rezo en catalán, cuando hablo en la intimidad lo hago en catalán. Aprendí a bailar sardanas en la Roca. Es mi identidad”, continúa. E insiste: “Eso no me impide tener vinculación con otros territorios de España o con Europa. Ser catalán no me impide tener otras identidades superpuestas. No me cierra puertas, me las abre”.

 

“Hago balance del día y pido fuerzas”

Formado en Filosofía, disciplina a la que atribuye su “espíritu de curiosidad”, Illa asegura que la reflexión diaria forma parte de su rutina espiritual. “Cada noche hago un balance de cómo ha ido el día para autoanalizarme y pedir fuerzas e inspiración para el día que me viene”, explica.

Durante la entrevista, también se detiene en aspectos más personales, como su temperamento. “¿Soy aburrido? No lo creo. Tímido, un poco sí, pero aburrido no”, responde, con una sonrisa. Asegura que su carácter tiene espacio tanto para el seny como para la rauxa, esa mezcla tan catalana entre la mesura y el ímpetu.