martes, 26 de marzo de 2019

La hora del laicado

Conferencia de
Gabriel Mª OTALORA


PLANTEAMIENTO

    Los laicos y laicas tenemos mucho que decir y hacer. Las dos cosas. Yo a lo que aspiro con esta reflexión es a poner un granito de arena que ayude a la responsabilidad que tenemos frente a nuestras dos debilidades más señaladas: el clericalismo y la pasividad indiferente, los grandes muros que impiden mostrar con hechos el Reino que se nos invita a construir, ¡entre todos y todas!, no solo unos pocos. 
    A los Doce siguieron otros muchos; en el evangelio se citan a aquellos "otros setenta y dos" que el propio Jesús envió de dos en dos, que no parece que eran autoridades religiosas. Pablo de Tarso emprendió poco después un enorme movimiento misionero hacia Occidente hasta el punto que se le considera el verdadero motor de la incipiente religión cristiana con diferencias esenciales respecto a la religión judía. 
    Mis palabras y reflexiones, por tanto, pretenden sumarse a la gran cadena que debemos tensar los cristianos para vivir la Buena Noticia entre nosotros y con los demás mediante el testimonio que lo haga contagioso. 

 
    Los laicos tenemos deberes. Ya no sirve ampararnos en que nos marginan y consideran menores de edad, eclesialmente hablando. El Papa Francisco sintetiza en su exhortación apostólica Amoris laetitia, la alegría del amor, su criterio principal de actuación para obispos, sacerdotes y laicos de vivir con una conciencia madura capaz de discernir la conducta a seguir en cada caso. Y para acertar, es preciso dejarse iluminar por Dios, escuchar, orar. Estamos llamados a curar y cuidar, a sanar y acompañar conforme al signo cristiano: 
-Lo primero, no hacer daño.
-Lo segundo, implicación, erradicando la actitud de "no es asunto mío".
-Lo tercero, hacerlo con amor, a la manera de Jesús. 

    Lograr, entre todos, una Iglesia libre y abierta frente a los desafíos del presente, que no debiera estar a la defensiva por temor a perder algo mundano: estas son palabras del Papa, no mías. 
En este contexto, es hora de reivindicar el papel del laico que, sigue muy postergado por el clericalismo, y desperezarnos de una pasividad endémica que nos cuestiona frente a las justas quejas que formulamos buscando una Iglesia viva en comunión participativa que ofrezca respuestas con hechos. No es una cuestión de clérigos, sino de todos, porque mientras no sea así, nuestra tarea cristiana de evangelizar está en juego. No seremos más que un pálido reflejo de lo que podríamos alumbrar y seremos motivo de escándalo. 
    Los laicos tenemos que sacudirnos pasividades, comodidades e inhibiciones y dedicar tiempo al compromiso activo en la comunidad cristiana y en la sociedad. Pero los presbíteros deben superar el control total de la comunidad y los recelos con los laicos para fomentar un verdadero liderazgo de servicio. 

martes, 12 de marzo de 2019

Demasiadas víctimas de abusos





Por Jordi Llisterri i Boix. Dom, 10/03/2019
en Laeto animo



Me van a perdonar porque si alguien quiere girar el sentido de este texto pensará que nos preocupa más la Iglesia que las víctimas. Sólo es una perspectiva más que complementa el epicentro del terremoto que vivimos estos días: las víctimas que han sufrido abusos.

Josep Maria Tamarit, catedrático de derecho penal que encabeza un estudio académico sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica en España, aparecía hace unos días en una entrevista en el AraAfirmaba que los datos disponibles, basados principalmente en uno de los pocos estudios realizados, en 1994, "especificaba que un 1% de los encuestados habían sufrido abusos de la Iglesia católica. Si partimos de una población de 40 millones, serían 400.000 personas". Si hacemos la proyección en Cataluña serían 75.000 personas las víctimas de los abusos del clero.

Si el estudio de 1994 al que se refiere es el de Félix López, este también pondría de manifiesto que un 18,9% de la población española habría sufrido algún tipo de abuso sexual durante la infancia. Ocho millones de españoles, o un millón y medio de catalanes. Si los datos de los que disponemos son estos, relatan una situación insostenible y de alarma social. Un millón y medio de catalanes víctimas de abusos.

Un recuento de los casos conocidos y publicados en la prensa de sacerdotes y religiosos acusados ​​de abusos a menores en Cataluña me da una cifra de 29 acusados, expuestos aproximadamente por un centenar de víctimas. La mayoría ya hace años que se conocen. Pero de estos 29 acusados, nueve se han hecho públicos durante las primeras semanas de 2019. Son los casos más recientes que tenemos en mente. Buena parte de los hechos se remontan a los años 70 y 80.

Estos son los datos que tenemos. Cualquier dato ya nos dice que hay demasiadas víctimas de abusos a menores. "Un solo caso de abuso en la Iglesia representa ya en sí mismo una monstruosidad", decía el Papa Francisco.

Pero la exposición de estos casos también ha generado otras víctimas colaterales que no salen en los recuentos y en los estudios. Y que suman miles en Catalunya:

-La comunidad eclesial. La Iglesia católica es la única institución con suficiente continuidad histórica que permita pedirle un rendimiento de cuentas por hechos del pasado. Desde los abusos de hace 30 o 40 años, hasta las infidelidades al Evangelio de las primeras comunidades cristianas. Todos recordamos jefes de Estado pidiendo perdón por genocidios o barbaries que cometió su país en el pasado, pero a nadie se le ocurre hacer recaer la responsabilidad de aquellos hechos en la persona que protagoniza este gesto simbólico. Tampoco se le pedirá cuentas a nadie por lo que pasaba en los años 60 o 70 en las escuelas estatales. En la Iglesia, en cambio, la culpa sigue recayendo en la institución.

domingo, 3 de marzo de 2019

La «Casa de la Iglesia» en Barrainkua


La permanente del Foro de curas de Bizkaia,  queriendo recoger el sentir del foro sobre el proyecto de construir una casa de la iglesia en el centro de Bilbao donde se reubiquen la mayor parte de los servicios diocesanos, quiere expresar lo que a continuación sigue:

1.     Valoramos positivamente el enorme esfuerzo que se está haciendo por paliar el extraordinario déficit que se está generando en el balance de la diócesis, reduciendo  y racionalizando los gastos, siempre y cuando se respete la dignidad de las personas afectadas y su condición laboral.

2.    Dicho lo anterior pensamos que es preciso hacer una reflexión profunda sobre el modelo de iglesia sobre el que estamos construyendo el futuro, ¿apostamos por una iglesia neoliberal que prima lo económico por encima de otros valores, o deseamos una iglesia pobre al servicio de los pobres?

3.    Si la situación de nuestra Iglesia diocesana es que estamos en pleno decrecimiento (sacerdotes, feligreses, creyentes, etc.), ¿es oportuno este proyecto que al fin de cuentas va a dar una imagen pública de poderío?

4.    ¿Se han valorado otras opciones? ¿Qué se piensa hacer con el enorme patrimonio diocesano: iglesias inservibles, edificios amenazados de ruina, casas vacías…?

5.    Reclamamos la mayor colaboración posible entre los diferentes organismos, instancias e instituciones eclesiales de cara a una mejor optimización de los recursos disponibles en la pastoral y en lo académico.

Parémonos a pensar un poco antes de seguir adelante con acciones decididas antes de las consultas.

Jesús afirma en el evangelio  Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero” (Mt. 6,24). 

Que el servicio honesto y desinteresado a las personas y a la sociedad en general sea el motor fundamental en nuestras decisiones.

Cumbre antipederastia


El pasado domingo, 24 de febrero, al regresar a casa por la noche, encontré que unos cuantos amigos me habían escrito diferentes comentarios sobre la llamada cumbre antipederastia o antiabusos eclesiales. Gracias a ellos percibí que la información a la que habían tenido acceso les había dejado perplejos -cuando no indignados- por lo que allí, supuestamente, se había dicho y no hecho. De entre todos, hay dos que me siguen pareciendo particularmente significativos. Según el primero, el papa habría cometido un gran error culpando a Satanás de la pederastia, tal y como había oído en una radio de alcance estatal.

“¡Qué decepción! ¡Qué antiguo! ¡Cuánta caspa! -se desahogó- ¡Pobres infantes! ¡Pobres padres!” Y concluyó: “para este viaje no hacían falta tantas alforjas”. “La cúpula de la Iglesia es el ‘instrumento de Satanás’”! Mi respuesta fue, de momento, el silencio. Había estado fuera todo el día y no tenía información fiable que facilitarle ni comentario que hacer. Solo me quedaba saber qué había pasado o, mejor dicho, qué había dicho Francisco ese domingo en el discurso de cierre del encuentro episcopal. Un poco más tarde recibí la segunda reacción de otro buen amigo, igualmente indignado: “¡Vaya tomadura de pelo la cumbre de prelados en el Vaticano sobre la pederastia! ¡Una vergüenza!”

Confieso que, a partir de ese momento, me quedé preocupado. Era cierto que no había seguido el final del encuentro episcopal con el detalle requerido y, conociendo la ecuanimidad de estas dos personas, me sorprendía su reacción indignada. Algo “gordo” había pasado ese día en el Vaticano que se me había escapado y sobre lo que este último amigo parecía tener la oportuna información. Por eso, inquieto, le pregunté: “¿has leído la documentación? Yo todavía no he tenido tiempo. A ver si lo puedo hacer mañana o pasado”. Su respuesta me desconcertó y, a la vez, me dejó alguna clave explicativa: “mándame la información que te vaya llegando. Gracias”. Al día siguiente le facilité el acceso a tres informaciones: la primera, un escrito de J. I. González Faus sobre lo que llamaba “Pederanálisis” y que se puede encontrar en la red. La segunda, los 21 puntos de reflexión entregados a los obispos para luchar contra la pederastia. Y la tercera, una noticia en la que F. Lombardi, coordinador del encuentro, comunicaba en la rueda de prensa final que la Santa Sede contaría “en el plazo máximo de uno o dos meses con una nueva legislación para luchar contra los abusos” y “proteger a los menores y a las personas vulnerables”. 

Y sin más dilaciones, me puse a leer el discurso del papa buscando esa referencia a Satanás como el culpable de la pederastia eclesial. La verdad es que me encontré con un documento que me llamó la atención por la contextualización que ofrecía de la pederastia eclesial. Al releerlo, no veo en el texto, ninguna voluntad de poner en marcha el ventilador del “y tú más”, sino una lúcida y necesaria contextualización: según “organizaciones y organismos nacionales e internacionales (OMS, Unicef, Interpol, Europol y otros) la tragedia de la pederastia, constata Francisco, es un “fenómeno con frecuencia subestimado”, en particular, “en el ámbito familiar”, “en el barrio, la escuela, el deporte y también, por desgracia, el eclesial”. Y después de facilitar cifras aterradoras (que invito a leer) apunta, de manera tan cruda como autocrítica y sin paliativos: “la inhumanidad del fenómeno” de la pederastia “es todavía más grave y más escandalosa en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética”. Concretamente, las personas consagradas que “se dejan subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad” se convierten “en instrumento de Satanás”, es decir, “del dios del poder, del dinero, del orgullo y de la soberbia” que, sintiéndose “señor del mundo”, “no perdona ni siquiera la inocencia de los pequeños”. Esta crueldad, prosigue el papa Bergoglio, hay que combatirla protegiendo a los menores; llevando ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes; activando una política de prevención; siendo exigentes en la selección y formación de candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa; no encubriendo ni infravalorando a las víctimas; acompañando a las personas abusadas; combatiendo el turismo sexual y preservando a los menores de las nuevas formas de abuso sexual en el mundo digital y en las redes. 

Una vez leída esta intervención del papa Francisco escribí al primero de mis amigos: acabo de leer despacio el discurso final y no encuentro que haya echado balones fuera culpando a Satanás de la pederastia. Nada de eso. Ya sé que no siempre es fácil, pero quizá sería bueno ir a las fuentes para tener una opinión que, además de propia, estuviera debidamente fundamentada. Te adjunto el texto íntegro por si quieres leerlo. Repasa después el enlace en el que se dice que "la Iglesia estrenará leyes contra los abusos en dos meses" y ya tienes todo lo que ha dado de sí esta cumbre y su hoja de ruta. 
 
Un abrazo.
 
 Jesús Martínez Gordo

sábado, 2 de marzo de 2019

Nota del Foro de Curas de Bilbao ante el nombramiento de Joseba Segura como Obispo Auxiliar


 
En la reunión ordinaria del Foro de Curas de Bizkaia celebrada este mismo lunes día 25 de febrero de 2019, se han comentado los asuntos programados en el Orden del Día señalado de antemano por la Comisión Permanente. Entre los puntos a tratar se encontraba la valoración del nombramiento de Joseba Segura como Obispo Auxiliar de Bilbao.
Los miembros de Foro, de forma unánime, han mostrado su satisfacción por haber recaído el nombramiento en un cura de nuestra diócesis que cuenta con la preparación y la experiencia necesarias para promover la acción evangelizadora que se necesita en nuestro pueblo y han decidido ofrecer su colaboración fraternal en apoyo de su nueva y difícil responsabilidad pastoral.
No obstante y sin que ello suponga ninguna merma de su disponibilidad, el Foro reitera su apuesta por una Iglesia sinodal y corresponsable y denuncia que, una vez más, no se ha tenido en cuenta en la forma debida, la opinión de los Consejos Diocesanos ni en la solicitud de un Obispo Auxiliar ni en su designación.
Por este motivo hacemos nuestra, de nuevo, la nota que aprobamos en la reunión de mayo del año pasado cuando nuestro Obispo D. Mario, anunció que el Papa había aceptado el nombramiento de un Obispo Auxiliar para Bilbao que él mismo le había solicitado.


Nota del Foro de Curas
3 de Mayo de 2018

Reunido el foro de curas de Bizkaia para tratar el posible nombramiento, anunciado en su día por D. Mario Iceta, de un obispo auxiliar para nuestra diócesis, nos vemos en la obligación de dar a conocer los siguientes puntos:

1º.- Nos ratificamos en la Nota publicada el pasado 13 de abril por la Comisión Permanente de nuestro Foro, en todos y en cada uno de sus puntos.

2º.- Subrayamos, en particular, la necesidad de realizar, previamente a cualquier decisión, un estudio de la situación y necesidades de nuestra diócesis, así como el subsiguiente discernimiento en los órganos de corresponsabilidad (particularmente, en el Consejo Pastoral Diocesano y en el Consejo del Presbiterio) sobre la conveniencia o no de nombrar un obispo auxiliar.

3º.- Entendemos que en tal estudio de situación y necesidades tendría que haber un apartado específicamente dedicado a evaluar las tareas propias y las dedicaciones a las mismas que desempeña D. Mario Iceta como obispo al que se le ha encomendado presidir esta diócesis.

4º.- En caso de que el resultado del discernimiento recomendase nombrar un obispo auxiliar, habría que activar un procedimiento de participación que, además de corresponsable, fuera inequívocamente transparente tanto en la determinación del perfil que se considere procedente como en las propuestas de posibles candidatos.

5º.- Obviar o dar por hecho estos primeros y elementales pasos, y solicitar posibles nombres de candidatos, deslegitimaría todas las decisiones que se pudieran adoptar posteriormente y cargaría de razones a quienes sostienen que nos encontramos de nuevo ante otro obispo impuesto a esta diócesis por motivos e intereses ocultos.


viernes, 1 de marzo de 2019

A contracorriente


¡Paz y bien!

Ya sé que voy contra corriente. Pero quiero pedir el voto negativo. EL NO.

Las razones, además de las las expuestas por Juan mari Lechosa (en el blog del foro http://baf-fcb.blogspot.com/2019/02/una-nueva-casa-para-la-diocesis-de.html) doy las siguientes razones para VOTAR NO.



1) Ante el momento que vivimos de iglesia de decrecemiento (somos menos curas/religiosas y también menos laicos vocacionados) necesitamos pensar qué podemos mantener siendo fieles a la tarea de evangelizar. De ahí que propongo el no. Y abrir un proceso de discernimiento sobre aquellas instituciones y servicios que queremos mantener. Y así articular unos procesos de buscar salida a esas instituciones o servicios, y a la personas ahí contratadas.

2) Un NO, ante la situación económica y política que vivimos, donde lo privado (escuela sobre todo) está perdiendo alumnado, prestigio en favor de lo público…, (lo podemos ver el proceso y la situación de las instituciones sanitarlas). E incluso vemos cómo muchos profesores vocacionales en la escuela de la iglesia ante las presiones y empeoramiento de las condiciones laborales están opositando a la pública. Y, si vemos la opinión pública y las fuerzas políticas no augura un futuro de financiación desde los publico-estado.

3) Pido el NO. El depósito del archivo eclesiástico, del euskera, las bibliotecas diferentes ¿tienen que estar en el centro de la ciudad? En Bilbao hay grandes centros y bibliotecas privadas (Universidad de Deusto) o públicas (Bidebarrieta, Diputación, Alhóndiga…, e incluso del IDTP)... Tenemos un gran archivo sí, de acuerdo, pero ¿no podemos abrir procesos de optimización y depósito con otras instituciones públicas, o diocesanas cercanas (otras diócesis) cara a administrar de forma conjunta este patrimonio? Incluso el ceder templos, y archivos a instituciones públicas? De ahí mi opción por el NO, para abrir procesos.

4) Un NO por agravios comparativos. Los centros de enseñanza (y la escuela de magisterio está ahí) tienen un espacio de coordinación y bolsa común donde afrontan su financiación.

5) Pido el NO, porque me parece un "pelotazo" inmobiliario. Y si lo sacamos a la opinión pública (partidos y sociedad) podemos escuchar cosas peores. Y yo creo que por un plan urbanístico que nos ha multiplicado la cota de edificabilidad de un bien-inmueble, no significa que tengamos que tirar y hacer de nuevo. Que me digan que es eso del "pelotazo inmobiliario" ¿lo que es para otros no es para nosotros?

Reitero ¿NO sería bueno hacer una análisis de prioridades pastorales? Recordemos que a nivel de recursos humanos si se ha hecho un diagnóstico sobre agentes de pastoral y se ha LIMITADO EL NÚMERO DE LAICOS LIBERADOS Y DISTRIBUIRLOS MÁS EN LOS TERRITORIOS (con los consiguientes recursos económicos). Y me parece bien, aunque desearía que hubiese intervenido más gente en este diagnóstico y discernimiento. En este tema ¿no sería mejor poner las fuerzas en ayudar a los territorios a cerrar algunos centros, equipar bien los que tengan futuro (o apostemos por ellos), que en dedicarnos en este "parque jurásico"? ¿Qué se va a hacer con esos espacios que quedan libres?

En el despacho de Caritas de Basauri hay una figura de cerámica que me gusta mucho y que me recuerda lo que para mí es la Iglesia, esta casa de la Iglesia. Os la comparto... un caracol de color... un caracol con aire…

Yo pido un no, para abrir un proceso de reflexión y articular procesos.

un saludo en jesus obrero.
Jose Luis Iglesias - Pepelu
Cura diocesano