domingo, 9 de febrero de 2020

Respuesta del FORO de CURAS de BIZKAIA a la consulta sobre el VI PLAN DIOCESANO DE EVANGELIZACIÓN


En la reunión del Foro de Curas celebrada el 3 de febrero hemos acordado responder a la consulta sobre el VI PDE con estas propuestas:



1.- Consideramos necesario que el elenco de “líneas de fuerza” que se describen, se encuadren dentro de las situaciones globales que están afectando a la sociedad y a la Iglesia a las que hacíamos alusión en la anterior consulta y que no han sido tenidas en cuenta en el resumen de las respuestas que se nos ha enviado. Recordamos lo que entonces decíamos:

Las características de nuestra sociedad y también de nuestra Iglesia no se pueden entender al margen de una cultura que se ha globalizado. Esa cultura difunde unos valores que difieren notablemente de los que tradicionalmente hemos vivido en nuestro pueblo y se manifiestan en la manera de pensar y de vivir las relaciones sociales, económicas, políticas, familiares y también las religiosas. Por ese motivo habrá de ser tenida muy en cuenta a la hora de proponer los valores del evangelio de Jesús en nuestro pueblo; unos valores que hoy, más que en otras épocas, se han convertido en valores contraculturales.

Nos referíamos a la cultura neoliberal, la economía de mercado y el proceso de secularización. Proponemos que en la introducción que se elabore para la publicación del VI PDE se tengan en cuenta estas situaciones u otras más significativas de manera que ayuden a comprender mejor el origen y el alcance de las líneas de fuerza que se seleccionen para determinar los objetivos y acciones pastorales.

2.- Se solicita, además, que se proponga un lema que presida el nuevo plan como ya se hizo en los anteriores. Nosotros proponemos como lema orientador y animador “Comunidades vivas”. En estas dos palabras creemos que se puede sintetizar el anhelo de formar en las personas que participan en nuestras parroquias y asociaciones, una relación viva, activa, responsable y creativa que atraiga y contagie vida entre sus miembros y entre los que puedan relacionarse con ellas. Esta vida a la que nos referimos y con la que soñamos no está condicionada por el número de los miembros de la comunidad ni por su edad. Es una propuesta transversal que se ha de percibir en la liturgia, en la transmisión de la fe, en el compromiso apostólico y en su misma organización.

3.- Por último, y en relación con la selección de algunas líneas de fuerza que nos parezcan más necesarias para que se asuman como objetivos a desarrollar en el Plan de Evangelización, hemos señalado tres:

Transmisión de la fe. Renovar el contenido y los métodos de transmisión de la fe en todas las edades y ambientes.

La estructura organizativa. Potenciar la corresponsabilidad en todos los niveles de reflexión y decisión para que sea el Pueblo de Dios presidido por sus pastores, sujeto y protagonista de la evangelización.

Papel del laicado y de la mujer. Promover la participación de los laicos, especialmente de la mujer, en todas las estructuras de la diócesis con carácter decisorio, no solo consultivo.


Bilbao a 3 de febrero de 2020