El Papa ha pedido a los movimientos, durante su jubileo, a ser “lugares de espiritualidad y fraternidad”; ha denunciado el feminicidio como expresión trágica de relaciones marcadas por el dominio; y ha exhortado a vivir la sinodalidad como camino de comunión y esperanza en un mundo herido por el individualismo, la desigualdad y la violencia.
Fuente: Noticias Obreras
Por Abraham Canales
08/06/2025
El Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades, celebrado en Roma los días 7 y 8 de junio, ha congregado a miles de laicos y laicas de todo el mundo comprometidos con la evangelización y la transformación social desde los carismas recibidos.
Este evento especial ha sido un momento muy importante para el Foro Internacional de Acción Católica (FIAC), que congregó a sus representantes en torno a una peregrinación jubilar, celebrada el sábado a primera hora desde la Piazza Pia hasta la Basílica de San Pedro.
En la peregrinación participaron Eva Hernández, coordinadora del secretariado general del FIAC y de la Acción Católica General (ACG) y, Maru Megina, presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), en representación de la Acción Católica Especializada (ACE), ambas miembros del secretariado internacional del FIAC.
Ese mismo día, en la tarde-noche, participaron junto al resto de movimientos y comunidades en la gran vigilia de Pentecostés presidida por el papa León XIV.
El FIAC aprovecha esta ocasión para reunir a su equipo internacional y abordar temas de su planificación como un mensaje al nuevo pontífice, la forma de recordar al papa Francisco y el impulso a los movimientos, así como la propuesta de la ACE de España para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del próximo 7 de octubre. Además, comenzaron los preparativos de su IX Asamblea ordinaria, que se celebrará en Roma del 15 al 18 de octubre de 2026.
En el Jubileo también participaron militantes de la HOAC en las delegaciones diocesanas, además de Jorge Hernández, consiliario general. Además ha participado el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), que contó con la asistencia de sus copresidentes, Christine Isturiz y Tarcisio Njue Kithinji.
Una palabra firme y pastoral del papa León XIV
La celebración jubilar estuvo atravesada por la presencia constante del papa León XIV, que pronunció tres intervenciones centrales: el viernes, con un discurso a los responsables de los movimientos en la Sala Clementina, la homilía de la vigilia de Pentecostés, del sábado por la tarde, y la homilía de la misa dominical.
En cada una de ellas, León XIV dejó un mensaje claro: el Espíritu no solo reanima la vida de la Iglesia, sino que la empuja a derribar muros y a vivir con autenticidad la sinodalidad como vocación permanente.
En su discurso del viernes, el pontífice recordó que “nadie es cristiano solo”, afirmando que “la vida cristiana no se vive en el aislamiento […] se vive con los demás, en un grupo, en una comunidad, porque Cristo resucitado se hace presente entre los discípulos reunidos en su nombre”. Subrayó que “los carismas son suscitados para que la gracia sea acogida y dé fruto”, y agradeció la fidelidad de quienes animan y guían comunidades, reconociendo que su servicio “es una tarea indispensable y de gran valor”.
Durante la vigilia de Pentecostés, en una plaza repleta de rostros diversos y de carismas reconocibles, León XIV centró su homilía en la comunión del Espíritu, en el dinamismo sinodal y en el carácter transformador de la espiritualidad.
“Esta Plaza de San Pedro, que es como un abrazo abierto y acogedor, expresa magníficamente la comunión de la Iglesia”, afirmó, antes de añadir con hondura teológica: “Dios no es soledad. Dios es ‘con’ en sí mismo —Padre, Hijo y Espíritu Santo— y es Dios con nosotros”. Invitó a los movimientos a ser lugares de espiritualidad vivida, donde “se practique la fraternidad y la participación”, y no simples espacios funcionales.
Denuncia del feminicidio y de las relaciones marcadas por la violencia
Este domingo, en la Solemnidad de Pentecostés, el papa ha realizado una homilía con tono más social, en la que ha denunciado el individualismo, la lógica de exclusión, los nacionalismos y, de forma inédita en un Jubileo de este tipo, el feminicidio.
“Una relación se intoxica por la voluntad de dominar al otro, una actitud que frecuentemente desemboca en violencia, como desgraciadamente demuestran los numerosos y recientes casos de feminicidio”, ha afirmado.
En su mensaje ha subrayado que el Espíritu de Pentecostés abre fronteras, derriba muros, transforma corazones, y nos compromete con vínculos que cuidan y sanan, comunidades acogedoras y una fraternidad sin exclusiones.
Una Iglesia en salida, ante los desafíos del mundo
El Jubileo de los Movimientos ha sido un signo de comunión y renovación. En un contexto mundial marcado por la guerra, el individualismo y la desigualdad, el testimonio de tantas comunidades vivas y comprometidas es un anuncio visible de que el reino de Dios sigue actuando en la historia. También una voz profética del papa León XIV ante los desafíos de nuestro tiempo.
Especialmente significativas han sido sus homilías del 7 y 8 de junio, donde el pontífice articuló con fuerza el núcleo del compromiso cristiano: justicia, fraternidad, ecología integral, sinodalidad, relaciones sanas.
Durante la vigilia de Pentecostés, León XIV afirmó que “la tierra descansará, la justicia se afirmará, los pobres se alegrarán y la paz volverá si dejamos de movernos como predadores y comenzamos a hacerlo como peregrinos”, vinculando así el Jubileo con la espiritualidad del cuidado de la creación y del otro.
Para los movimientos y asociaciones, especialmente aquellos vinculados al compromiso sociolaboral, esta cita ha sido también un nuevo envío; una llamada a perseverar en el compromiso por la justicia, la dignidad del trabajo y la fraternidad evangélica. Como recordó el Papa: “¡Mantened siempre en el centro al Señor Jesús! Esto es lo esencial, y los mismos carismas sirven para esto”.
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