La ‘ultima lectio’ de José Luis Segovia: “Los empobrecidos son lugar de la revelación de Dios”

El vicario de pastoral de la Archidiócesis de Madrid se despide como docente del Instituto Superior de Pastoral

Fuente:   Vida Nueva Digital

Por José Beltrán

13/06/2025

 

“La Iglesia tiene su momento especial de origen a los pies de la Cruz, esto es, a los pies de los crucificados. La Iglesia tiene que volver a Jerusalén porque es su lugar natural y que le da autoridad. Mantengamos fijos los ojos en Cristo”. Esta fue una de las reflexiones que lanzó esta mañana José Luis Segovia, vicario de pastoral de la Archidiócesis de Madrid, al impartir su última lección como profesor del Instituto Superior de Pastoral, perteneciente a la Universidad Pontificia de Salamanca.

En el Aula 1 del Edificio León XIII, y ante un abarrotado auditorio al que se sumaron no pocos participantes online, el sacerdote compartió en su despedida como docente un ‘Elogio a la Teología Pastoral’. Y lo hizo desde el convencimiento de que “los empobrecidos son lugar de Dios, lugar de la revelación de Dios”. “La complicidad con los excluidos es condición necesaria pero no suficiente”, apuntó, sobre la necesidad de escrutar la realidad desde la interdisciplinariedad y la reflexión teológica.

 

No a recetas únicas

Y aunque dejó caer que se disponía a compartir “una mezcolanza, desordenada pero sentida, de recuerdos y evocaciones personales, trufadas de reflexiones sobre nuestra disciplina”, lo suyo fue una ‘lectio’ en toda regla, a juzgar, no solo por la ovación final, sino por la atención de los presentes antes su hoja de ruta para conforma “un ejercicio sano y coherente de la teología pastoral”. De manera pedagógica defendió la necesidad de “alternar las luces largas con las cortas” y de no aferrarse a “recetas únicas, sino a múltiples propuestas e itinerarios” para evangelizar.  Esta cercanía en su exposición la alternó con afinadas referencias que le llevaban de Benedicto XVI a Ignacio Ellacuría, pasando por Adela Cortina y Von Balthasar con el fin de hacer un llamamiento para aunar razón y corazón, escrutando la realidad desde una mirada creyente.

En esta meditación en voz alta, Segovia alertó de cómo a veces “intentamos apañar el Evangelio para hacerlo más estético y adaptado a nuestras contradicciones”. Para evitarlo, reivindicó el protagonismo real del Espíritu Santo que “está presente en la Iglesia y en el mundo entero”. Así, el sacerdote subrayó que es el Espíritu quien “garantiza la unidad y también la diversidad frente a la tentación insana de la uniformidad”. “Ninguno de nosotros agotamos el Reino de Dios, pero juntos configuramos un tapiz maravilloso que hace que nos reenamoramos de la Iglesia”, remarcó.

De la misma manera, abogó por “una mirada profunda y escrutadora de Jesús que no dejaba nunca las cosas como se las había encontrado”. “Sin el principio de pastoralidad, la Iglesia puede hacer muchas cosas, y cosas buenas -decía- pero no será la Iglesia de Jesús”, defendió.