Falleció en Can Gazà, el lugar que creo para refugiar a los más desfavorecidos de la sociedad y lo hizo acompañado de su marido y de sus amigos más próximos
Fuente: Diario de Mallorca
Por J.F. Mestre
Palma
01/06/2025
Jaume Santandreu, el más conocido sacerdote que ha tenido Mallorca en los últimos años, a la vez que polémico, falleció hoy en Palma, tras dedicar su vida a ayudar a la población más desfavorecida. Desde su condición de religioso se dedicó a asistir a los más pobres, siguiendo las enseñanzas que aprendió cuando se preparaba para ser cura, aunque en más de una ocasión sus iniciativas recibieron muchas críticas, sobre todo de la propia Iglesia.
Santandreu iba a cumplir los 87 años de edad dentro de unos días. Por su edad, hacía ya meses que su salud había empeorado. Llevaba una semana ingresado en la clínica, aquejado de varias dolencias y él mismo fue quien manifestó su deseo de morir en Can Gazà, el lugar que él mismo creó para acoger a personas sin recursos, para ofrecerles un plato de comida y una cama para pasar la noche. Murió acompañado de su esposo, de sus familiares, de sus amigos y de varios de los internos del centro de acogida a los que ofreció la esperanza de tener una vida digna.
Han transcurrido quince años desde que Santandreu decidió abandonar la Iglesia. Renunció a su condición de sacerdote, en parte por los enfrentamientos que mantenía con la cúpula de la Iglesia de Mallorca. No se acobardó nunca frente a ninguno de los obispos que tuvo la diócesis de la isla, que no siempre vieron con buenos ojos los proyectos que llevó a cabo. Santandreu dejó de ser sacerdote el día que se cumplía medio siglo exacto de su primera misa. Perdió la fe en la institución de la Iglesia, pero nunca se apartó de las enseñanzas de Jesús. Antes de colgar la sotana confesó su condición de homosexual y reconoció que había mantenido relaciones sexuales mientras había sido sacerdote.
La vocación por el sacerdocio le llegó siendo muy joven y Santandreu tuvo siempre muy claro que se iba a dedicar a predicar el Evangelio, pero sobre todo se volcaría para ayudar a las personas sin recursos. Defendió una Iglesia pobre y cerca de los pobres y a ello dedicó su vida. Muchas veces declaró que con quienes se sentía a gusto era conviviendo cerca de los indigentes.
Esta labor en defensa de los más pobres convirtió a Santandreu en un personaje muy popular en la isla. Se le recordará por su carisma, que logró la admiración de muchos por su labor social. Admiración que llegó acompañada de fuertes críticas, sobre todo desde la cúpula eclesiástica de Mallorca. Gracias a ese carisma y a los contactos que tenía logró reunir el dinero suficiente para financiar centros de acogida de personas que no tenían a dónde ir. Nunca rechazó la ayuda a ningún indigente, al contrario, siempre acogió a quien lo necesitaba, primero en el centro de es Refugi y después en Can Gazà, donde vivió los últimos años.
Además de esta labor altruista para ayudar a los demás, dedicó su vida a sus otras dos pasiones, la literatura y la defensa del catalán. Llegó a escribir hasta 2o libros, todos en catalán, donde narró sus reflexiones y sus vivencias. El último libro lo publicó en el otoño del año pasado. Fue el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, quien presentó la obra. Muchos interpretaron este gesto como una especie de reconciliación con la Iglesia. La muerte de Santandreu, quien contrajo matrimonio tras abandonar el sacerdocio, ha provocado una profunda conmoción en Mallorca. Jaume Mateu, uno de sus mejores amigos, señaló que hasta el último momento dio una lección de vida. Mientras se acercaba al final de sus días quiso afrontar la muerte con la misma coherencia con la que había vivido. Deseaba morir acompañado de los más desprotegidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.