domingo, 30 de noviembre de 2025

XX Jornada Sant Jordi: "La esperanza no nos aparta del mundo; nos arraiga"

Fuente:   catalunyareligio

Por   Paz M. Duran

29/11/2025


Fotografía: Cataluña Religión.

Imagine un encuentro grande, quizá con más de 170 personas que, un sábado, se reúnen conjuntamente en un espacio con la única finalidad de reflexionar sobre la idea de “Vivir en la Esperanza”. Y, además, entre los participantes de este encuentro se encuentran obispos, laicos, religiosos, cardenales, filósofos, empresarios, periodistas, pensadores... Pues bien, esta realidad existe, y es exactamente lo que ha tenido lugar este sábado 29 de noviembre en la XX Jornada Sant Jordi.

La apertura de la Jornada ha corrido a cargo de Maria del Mar Galceran, presidenta del Grupo Sant Jordi, y del obispo de León, Luis Ángel de las Heras, que han dado la bienvenida institucional. A continuación, el catedrático de derecho constitucional Joan Lluís Pérez Francesch, presidente del Instituto Emmanuel Mounier, ha introducido el tema central con una reflexión basada en el Catecismo. Ha destacado que "la esperanza es una virtud activa, no un consuelo pasivo" y que "el creyente no se escapa del mundo: entra con responsabilidad y confianza".

 

Ardilla: La esperanza como calidez y claridad

La primera ponencia, titulada "La esperanza que viene de la vida misma" ha corrido a cargo del filósofo y catedrático de la Universidad de Barcelona Josep Maria Esquirol, que ha ofrecido una intervención profunda sobre la esperanza como experiencia vital y arraigada en la vida cotidiana. Con un tono pausado y sereno, Esquirol ha subrayado que "la esperanza se genera a partir de la experiencia de la vida" y que "el evangelio cristiano es ese tipo de mensaje que más se adecua con lo que surge de la vida misma". Para él, la esperanza no es un sustantivo, sino un verbo: "El ser humano vive esperando. Vivimos esperando".

Según Esquirol, cada uno es una soledad única, uno solo que se levanta en el desierto: "No somos una gota del océano, sino una vertical en el desierto. El inicio de lo que realmente cada uno es, es inexplicable, insondable. El misterio del nacimiento, del inicio, de que cada uno es un inicio." Esta perspectiva subraya la fragilidad y la singularidad de cada vida, a la vez que resalta su dignidad y potencial transformador.

En su ponencia, Esquirol ha insistido en que vivir significa encontrarse viviendo y ser consciente de la claridad y la calidez del presente: "Vivir es sentirse, la claridad y la calidez en la que estamos. Darse cuenta es claridad, pero no sólo la claridad de los ojos. ¿Vivimos en la claridad? ¿Existe una claro? el vivir. La calidez de la vida nos demuestra que la vida es vivir;

 

Radcliffe: La esperanza vista desde el Evangelio

La intervención del cardenal Timothy Radcliffe, dominico inglés, predicador durante el Sínodo y maestro de la Orden de los Predicadores de 1992 a 2001, ha sido, sin duda, uno de los centros gravitatorio de la jornada, combinando profundidad teológica y humanismo. Desde el primer momento, Radcliffe situó la esperanza no como un sentimiento abstracto, sino como un dinamismo vital que permite avanzar a pesar de las incertidumbres del momento presente.

El cardenal ha iniciado su intervención, titulada "La esperanza evangélica" recordando la relación entre San Jorge y la esperanza: "Muchas gracias por la gentil invitación de venir a la bella ciudad de Barcelona para hablar sobre la esperanza evangélica. Es un placer especial hacerlo en una Jornada en honor de San Jorge, que también es el patrón de Inglaterra. El rescataba chicas jóvenes de un dragón. Hoy sería acusado de discriminación por razón de sexo y edad por no atacar a viejos como yo”. Con un toque de humor, Radcliffe conectaba así la tradición con el reto actual: “Sin duda, el mayor reto que afrontamos hoy es cómo dar esperanza a los jóvenes”.

Según Radcliffe, la esperanza se manifiesta en los pequeños gestos que aparentemente pueden parecer insignificantes, pero que transforman la vida: “Los pequeños panes y peces que podemos aportar pueden parecer poco ante los grandes retos de nuestro mundo, pero en manos del Señor de la cosecha conseguirán más de lo que podemos imaginar”. Ha compartido el ejemplo de Nura, una niña iraquí con discapacidades que alimentaba a otros niños con una cuchara sujetada con la boca: "Era una pequeña luz en un lugar oscuro. Quién sabe qué bienes lleva el Señor a partir de actos tan pequeños de amor".

La educación y la enseñanza son también expresiones fundamentales de esperanza: "El estudio es el lugar fecundo de encuentro con aquellos que piensan diferente de nosotros. Nos llama más allá de la polarización que hiere a la sociedad. La mejor respuesta a la violencia es el estudio, el encuentro inteligente con los demás. Así pues, lo que hace falta en medio de una zona de guerra son escuelas". Radcliffe ha explicado cómo, incluso en medio del conflicto, la educación proporciona un espacio de sentido y humanidad: "Cada lugar de estudio, desde una escuela primaria hasta una universidad, es un seminario de esperanza".

La música y el canto aparecen, según Radcliffe, como otro vehículo de la esperanza: "El canto y la música son la victoria de la armonía sobre la discordia. Rompen el silencio de la tumba". Ha recordado cómo, en medio de la destrucción en Siria, un joven tocaba el piano en plena calle: "Parece esperanza. Parece que hay algo en este mundo más poderoso que las balas y los gases venenosos".

Radcliffe también ha hecho hincapié en la oración y la Eucaristía como fuentes de esperanza: "Pida y le será dado; busque y encontrará; llame y se le abrirá. Porque todo el que pide recibe, y quien busca encuentra, ya quien llama se le abre". La Eucaristía, ha añadido, transforma incluso la traición y el sufrimiento en un acto de donación: "Nuestra esperanza es que la muerte violenta se transforme en don suave. Los actos aparentemente inútiles pueden ser fecundos de una forma que no podemos anticipar".

Con un estilo que combina la sapiencialidad propia de alguien que ha vivido en plena búsqueda de sentido, la sencillez y una buena dosis de ironía británica, Radcliffe ha sabido conectar con un público que, más que concentrado, ha ido siguiendo todas y cada una de sus palabras. Su mensaje final ha sido una invitación a vivir una esperanza activa, que no huye de la vulnerabilidad sino que la transforma en espacio de encuentro: "La esperanza no nos aparta del mundo; nos arraiga mejor".

 

Un diálogo abierto para cerrar la jornada

El espacio final ha sido moderado por la periodista Laura Mor, que ha conducido un diálogo abierto con los ponentes. Las preguntas y reflexiones de los participantes han permitido profundizar en distintos aspectos de las intervenciones y han reforzado la sensación de haber compartido un espacio de escucha auténtica, rigurosa y fraterna.

Entre los asistentes, la Jornada ha reunido a figuras de la máxima relevancia del mundo religioso, social y cultural, como Anna Almuni, delegada episcopal de formación y acompañamiento del laicado del Arzobispado de Barcelona; Carles Armengol, director del Grupo Sant Jordi, de la Fundación Joan Carreras y ex director general de Asuntos Religiosos; Javier Baeza, párroco de la comunidad parroquial de San Carlos Borromeo de Entrevías; Salvador Busquets, presidente de Cáritas Cataluña; Roser Caminal, priora administradora del Monasterio de San Pedro de las Puelas; Joan Capdevila, miembro de la junta de la Liga Espiritual de la Virgen de Montserrat y ex diputado en el Congreso de los Diputados; Sor Lucía Caram, religiosa dominica y activista; Maria Dolors Coscojuela, presidenta de Vida Creciente de la Archidiócesis de Barcelona; Josep Maria Domingo, vicario general de la Diócesis de Sant Feliu de Llobregat; Jaume Durán Navarro , director general de la Fundación Sanitaria Mollet y oblato de Montserrat; Pere Fàbregues, expresidente del Grupo Sant Jordi y miembro del patronato de la Fundación Joan Carreras; Neus Forcano, directora de Justicia y Paz; Concepción Huerta, patrón y secretaria de la Fundación Albert Bonet; Francesc Iglesias, director de formación de la Agencia Catalana de Municipios; Mercè Izquierdo, presidenta de la Asociación Cristianismo en el Siglo XXI; Marcel Joan Alsinella , coordinador de la Tribuna Joan Carreras; Joan Maluquer, presidente de la Liga Espiritual de la Virgen de Montserrat; Cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona; Joan-Enric Vives, arzobispo emérito de Urgell; Antoni Matabosch, teólogo y expresidente de la Fundación Joan Maragall; Xavier Morlans, consultor del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización y promotor y vicario del Hospital de Campaña de Santa Anna; Máximo Muñoz, vicario provincial de la Provincia Claretiana de San Pablo; Enric Puig, consiliario del Grup Sant Jordi; Bernat Sellarès, gerente del Ateneo Universitario Sant Pacià; Santi Torres Rocaginé, director adjunto de la Fundación Lluís Espinal (Cristianismo y Justicia); Pau Vidal, delegado provincial de los Jesuitas en Cataluña; y Antoni Vives, secretario de propuesta nacional, economista y politólogo. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.