viernes, 28 de noviembre de 2025

León XIV pide a los coros que huyan de “la tentación del exhibicionismo” para incluir a todos

El Papa preside la misa en el día de Cristo Rey en la plaza de San Pedro

Fuente:   Vida Nueva Digital

Por    Mateo González Alonso

23/11/2025

 

El papa León XIV ha presidido la misa en el día de Cristo Rey en la Plaza de San Pedro, ante una imagen de la Virgen de Montserrat. Una jornada en la que se celebra en cada diócesis la Jornada Mundial de la Juventud y que en esta ocasión ha coincidido con el Jubileo de los Coros y Corales. El pontífice ha destacado que en Jesús “su poder es el amor, su trono es la cruz y, por medio de la cruz, su reino se irradia en el mundo”. Un “soberano manso y humilde” que la liturgia presenta “como Príncipe de la paz y Rey de la justicia que, en su Pasión, revela al mundo la inmensa misericordia del corazón de Dios”.

León XIV ha agradecido a los cantores y recordado que “las grandes civilizaciones nos han regalado la música para que podamos manifestar lo que llevamos en lo profundo de nuestro corazón y que no siempre pueden expresar las palabras”. “El canto, de manera particular, representa una expresión natural y completa del ser humano; en él la mente, los sentimientos, el cuerpo y el alma se unen para comunicar las cosas grandes de la vida”. acudiendo a San Agustín destacó que “cantar es propio de quien ama”.

Todos los cristianos, prosiguió, “en Cristo somos cantores de la gracia, hijos de la Iglesia que encuentran en el Resucitado la causa de su alabanza”. Así, añadió, “la música litúrgica se convierte en un instrumento muy valioso mediante el cual desempeñamos el servicio de alabanza a Dios y expresamos el gozo de la vida nueva en Cristo”. Para el Papa “formar parte de un coro significa avanzar juntos tomando de la mano a los hermanos, ayudándoles a caminar con nosotros y cantando junto a ellos la alabanza de Dios, consolándolos en los sufrimientos, exhortándolos cuando parece que les vence el cansancio, infundiéndoles entusiasmo cuando parece que predomina la fatiga”.

 

Unidad y comunión

Y es que, apuntó, “cantar nos recuerda que somos Iglesia en camino, una auténtica realidad sinodal, capaz de compartir la vocación a la alabanza y a la alegría con todos, en una peregrinación de amor y de esperanza”. Además se refleja así “la unidad de la Iglesia” ya que “las diferentes voces de un coro se armonizan entre ellas dando vida a una única alabanza, símbolo luminoso de la Iglesia, que une a todos en el amor, en una única y suave melodía”. Por ello, alabó de los presentes que “su ministerio exige preparación, fidelidad, entendimiento mutuo y, sobre todo, una vida espiritual profunda, de modo que, si ustedes rezan cantando, ayuden a todos a rezar”.

“Recuerden que su gran familia es la comunidad; no están por delante, sino que forman parte de ella, con el compromiso de hacerla más unida, inspirándola y haciéndola partícipe”, propuso sin olvidar las tensiones que se pueden dar dentro de un coro. Por ello pidió “transformar cada vez más sus coros en un prodigio de armonía y belleza; sean cada vez más imagen luminosa de la Iglesia que alaba a su Señor” y que repasen el magisterio conciliar específico. “Sobre todo, sean capaces de hacer siempre partícipe al pueblo de Dios, sin ceder a la tentación del exhibicionismo, que excluye la participación activa de toda la asamblea litúrgica en el canto”, reclamó además. Finalmente les pidió el Papa: “Vigilen, para que su vida espiritual esté siempre a la altura del servicio que realizan, de modo que esto pueda expresar auténticamente la gracia de la liturgia”.

 

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