domingo, 16 de noviembre de 2025

El cardenal Cobo, ante los propagandistas: “No se trata de legitimar modelos políticos o religiosos que polarizan la vida y la fe, dividiendo y excluyendo”

El arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española preside la eucaristía central del Congreso Católicos y Vida Pública

Fuente:   Vida Nueva Digital

Por José Beltrán

16/11/2025

 

El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, José Cobo, presidió esta mañana la eucaristía central del Congreso Católicos y Vida Pública que se ha celebrado este fin de semana en Madrid bajo el lema ‘Tú, Esperanza’.

“No se trata de legitimar modelos políticos o religiosos que polarizan la vida y hasta la fe, dividiendo y excluyendo. Lo esencial solamente se puede hacer con amor, amabilidad, pasión y perdón por encima de todo y de todo modelo”,  expuso el purpurado en la capilla del Colegio Mayor CEU San Pablo a cuantos participan en la celebración y en este foro de reflexión organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación CEU San Pablo.

 

Sin arrogancia

En el transcurso de su homilía y con el Evangelio de la destrucción del templo como telón de fondo, Cobo lanzó un consejo a su auditorio: “No os dejéis engañar, no vayáis detrás de los que siembran miedo, id con mansedumbre, con sabiduría, sin violencia, sin arrogancia y sin empeñar nuevas guerras”.  Lo cierto es que las palabras del cardenal resonaron en un congreso que abrió Kevin Roberts, presidente de la Fundación Heritage, principal ‘think tank’ conservador norteamericano, que presentó como modelo a seguir en materia política al líder de VOX, Santiago Abascal.

Ante “tanta división forzada y obscenidades del poder”, Cobo aconsejó “no ir detrás de voces estridentes ni dejarnos poner nerviosos por relatos extremistas”. A la par, reclamó poner la mirada en Cristo: “Lo único que sanará esta crisis divisionista será el espíritu de compasión, una corriente de compasión que recorra nuestra sociedad y salga de cada corazón”.

 

Modelos e ideologías

“No vale cualquier forma y tampoco vale acomodarnos a modas, modelos e ideologías de uno u otro lado, todo pasa”, expuso, con una alerta de no caer “en el pánico ni defendernos al ritmo del poder”.

“Jesús nos advierte hoy en el Evangelio contra el divisionismo que azota la historia de la humanidad”, dejó caer, convencido de que “todo lo que divide a la fraternidad, desaparecerá al fuego del amor, aunque temporalmente parezca poderoso, invencible, indestructible, incluso maquiavélicamente útil”.

 

El mal engaña

Es más, apuntó que “el mal engaña y que camufla bajo capa de bien: utilidad, justicia y que nos hace creer que es fe, cuando en verdad es división y polvo”. Con estas coordenadas, el cardenal indicó que “Jesús purifica la tentación de los efectismos y educa en el discernimiento, distingue entre el alarmismo y la vigilancia evangélica, llama a no dejarse engañar por sensacionalismo y las victorias que se basan en números mediáticos o control del presente”.

“En este mundo en el que se ha proclamado el derecho al odio y el derecho del odio, el mayor escándalo de Cristo es haber actuado con extrema compasión y serenidad al instante más terrible de la cruz”, reivindicó el arzobispo de Madrid, sabedor de que esta vía puede hacer que “os llamen ingenuos”. Estad tranquilos porque ningún cabello de vuestra cabeza perecerá”, sentenció.

 

La fuera de la amabilidad

“Cristo no nos evita el conflicto, pero nos enseña la única fuerza de transformar la historia: el amor”, verbalizó el vicepresidente de los obispos, en una eucaristía retransmitida por La 2 de Televisión Española.

“Escandalicemos al mundo haciendo posible y visible la fuerza transformadora de la amabilidad”, remarcó Cobo, que fue más allá: “Nada es más radical que la compasión, la consideración, la templanza, la tolerancia, la pluralidad, la transigencia o la moderación”, enfatizó. Así, reclamó poner fin a “la terrible tentación de romper, partir, guerrear, dividir, expulsar” dentro de “décadas de polarización en movimiento espiral que no cesa de crecer y que debemos revertir”.

 

Legítimas pluralidades

Con estas premisas, llamó a los fieles presentes en la capilla a no ir “no piedra contra piedra, sino corazón con corazón”. Para ello, presentó como vademécum “la civilización del amor” de Pablo VI y la primera exhortación apostólica de León XIV: ‘Dilexi te’. Promover la comunión “crear una cultura que nos ayude a encontrarnos, a trabajar juntos, a cuidar lo fundamental más allá de nuestras legítimas pluralidades”.

Remitiéndose a la Jornada Mundial de los Pobres, que instituyó hace nueve años el papa Francisco, el purpurado reclamó unidad de toda la sociedad: “Cuando estemos divididos, sirvamos juntos a los pobres”. Justo después, subrayó que este respaldo debe tener como foco principal a los migrantes y refugiados, “a quienes la sociedad quiere convertir en ‘nadies’”. “Solo la movilización juntos por el pobre para sanarle y darles hogar, puede poner fin a todas estas polarizaciones”, remarcó.

 

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