lunes, 30 de agosto de 2021

La violencia machista se ensaña con las mujeres migrantes en España

Así lo consigna el reciente estudio "Tirar del hilo", realizado en España por organizaciones de mujeres latinoamericanas.

 

Fuente:   DW

29/08/2021

 


Lis –nombre ficticio–, mujer víctima y sobreviviente de violencia machista.

"Era como estar inerte. Sentía que no había vida", recuerda hoy Lis, sobreviviente de violencia machista. "Desde el momento en que comenzamos a vivir juntos, empezó a mostrar cada vez más señales de violencia: psicológica y también física", detalló Lis en diálogo con DW.

"Hacía muchos comentarios devaluatorios y se burlaba de mí. Solía manejar el chantaje y la manipulación", agrega sobre el comportamiento de su exmarido y agresor.

"Él era violento con el bebé", dice en otro momento de su doloroso relato.

Lis –un nombre ficticio para proteger su identidad– nació en México, D.F. y emigró a España hace más de una década. A lo largo de los años, fue víctima de violencia machista perpetrada por su pareja y padre de sus hijos.

Y su testimonio es uno de los que integran el reciente estudio "Tirar del hilo", llevado adelante por la "Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe de España y la Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI), abocado a reflejar en especial la problemática que afecta a las mujeres migrantes.

"Estas mujeres tienen dificultades de acceso a los recursos de protección y atención públicos disponibles para luchar contra esta lacra, y los obstáculos se deben a su situación de extranjería", explica a DW la argentina Silvina Monteros Obelar, doctora en Antropología y autora del informe.

"La protección de las mujeres migrantes es débil: proporcionalmente obtienen menos órdenes de protección y menos ayudas oficiales", resalta, por su parte, la peruana Tatiana Retamozo Quintana, coordinadora de la investigación.

El diagnóstico al que llegan es contundente: "Las mujeres migrantes están sobrerrepresentadas en las cifras de violencia machista. La sufren proporcionalmente más", indican.

"Pero la sobrerrepresentación no es solo una cifra. Es lo que sale a la superficie de una trama compleja de violencias estructurales, precariedad y exclusión social", correlacionan los autores.

 

Por qué "Tirar del hilo"

Es esta trama compleja la que invitan a "desenredardesde el nombre mismo del informe. "Tirar del hilo" tiene que ver con la simbología de los pueblos originarios de Latinoamérica, en los que "no hay puntada sin hilo", en los que todo tiene "un sentido y una sensibilidad", sostiene la investigadora Silvina Monteros Obelar. 

"El nombre invita a tirar de estos hilos para conocer qué pasa en la vida de las mujeres migrantes, no como algo descriptivo, sino como una trama de relaciones y efectos, de intersecciones, de nudos, cortes y roturas, como las distintas vulnerabilidades que atraviesan las vidas de estas mujeres, y de suturas, como los parches que pone la Administración pública", agrega.

"Si tiramos del hilo vemos estas tramas, y entendemos por qué la violencia se ceba con nosotras", afirma la antropóloga.

 

Un circuito difícil de vencer

"Una de las conclusiones principales del estudio es que la situación de extranjería a la que se aboca a las personas migrantes en España, las coloca en situaciones que pueden ser de extrema vulnerabilidad: pensemos el caso de personas en situación de irregularidad administrativa, que no tienen acceso a la mayoría de los derechos", apunta Monteros Obelar.

"En el caso de las mujeres migrantes, cuando son víctimas de violencia machista, para comprobar su condición de víctima en un Juzgado, tienen que pasar por un verdadero viacrucis, en el cual se encontrarán con policías, abogados de oficio, funcionarios judiciales o personal de servicios de atención social que, en algunos casos, no recogerán convenientemente sus historias de violencia, la derivarán de un lado a otro sin informarla correctamente, le harán comentarios racistas o machistas, o no comprenderán sus situaciones específicas como mujeres migrantes”, detalla Monteros Obelar sobre el circuito habitual de estas mujeres.

"Y todo esto influirá en que ellas desistan de seguir adelante con los procedimientos judiciales y, al final, queden desprotegidas", revela.

Y no es todo. "Muchas se sienten cuestionadas por ser migrantes y también como madres, y temen que los servicios sociales les quiten a sus hijos o hijas. Además, su situación económica, laboral y social es muy precaria. Algunas están recién llegadas, no conocen el entorno ni las leyes, y sus redes de apoyo social son muy débiles", agrega la autora del informe desde Madrid.

Matices, particularidades e interrelaciones que quedan claramente de relieve en las historias de vida recogidas en el estudio.

"Ellas tienen su propia voz, pero desde estos espacios, somos sus altavoces", asegura a DW la socióloga Diana Tutistar, colombiana residente en Valencia, a cargo de las entrevistas del informe.

"Creo que es muy importante resaltar la fortaleza, la valentía y la resiliencia de las supervivientes de violencia de género", dice, por su parte, a DW la chilena Paola Verdejo Méndez, promotora comunitaria, también a cargo de la recogida de testimonios de las víctimas.

Bien lo sabe Lis, víctima y sobreviviente: "Se puede. Por muy complicado que parezca, por muy hundida y débil que te sientas, hay algo dentro que nos da la chispa para poder salir adelante", afirma, hoy segura de sus pasos.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.