martes, 13 de agosto de 2024

"La Iglesia católica venezolana retoma sus críticas al gobierno chavista"

La presión internacional sigue aumentando sobre el presidente Nicolás Maduro tras su reelección, ampliamente cuestionada. Los días 30 y 31 de julio, la Iglesia católica publicó comunicados en los que pedía la verificación de los resultados. Retoma así su posición crítica hacia el régimen chavista, que había atenuado en los últimos años, explica el politólogo Guillermo Tell Aveledo Coll, profesor de la Universidad Metropolitana de Caracas.

Fuente:   https://es.la-croix.com/actualidad/america-latina/la-iglesia-catolica-venezolana-retoma-sus-criticas-al-gobierno-chavista

Por    Marguerite de Lasa

13/08/2024


Por pavalena.@Adobe Stock

Los obispos de Venezuela emitieron comunicados los días 30 y 31 de julio pidiendo la publicación de los resultados detallados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, que Nicolás Maduro afirma haber ganado. ¿Cuál es la posición de la Iglesia católica venezolana en estos momentos de crisis política?

Son momentos muy delicados en Venezuela. Tras las elecciones, el gobierno publicó los resultados que daban como ganador a Nicolás Maduro. Esto generó un rechazo muy fuerte y muchas dudas. La Conferencia Episcopal reaccionó en consecuencia. En su comunicado, retomó su tradicional crítica al gobierno. Su tono es muy duro en comparación con las declaraciones más moderadas emitidas en los últimos años.?Los obispos piden que se verifiquen los resultados detallados. Aunque condenan la violencia durante las manifestaciones, también condenan la forma en que las autoridades reaccionaron ante los manifestantes. Dos figuras de autoridad dentro de la Iglesia, los cardenales Baltazar Porras y Diego Padrón, también han enviado una carta a la Conferencia Episcopal criticando duramente al gobierno.

 

¿Marcan estas declaraciones un cambio en la postura de la Iglesia hacia el gobierno de Nicolás Maduro?

Las relaciones entre la Conferencia Episcopal y el Estado han tenido una especie de deshielo en los últimos años. Tras la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, hubo una gran hostilidad mutua. El chavismo equiparaba a la jerarquía eclesiástica con las viejas élites sociales y económicas de la democracia representativa. En la medida en que el régimen chavista parecía ser crítico con este sistema, uno de sus enemigos naturales pasó a ser la Iglesia. Chávez, por ejemplo, utilizó los símbolos de la religiosidad popular para distinguir la religión del pueblo de la de las élites, a las que se oponía.?Por su parte, la Iglesia adoptó una postura muy crítica hacia el chavismo, tanto en defensa de la democracia, en línea con la doctrina social de la Iglesia, como por razones ideológicas: cuando el chavismo se declaraba socialista, o incluso marxista, lo criticaba utilizando motivos anticomunistas tradicionales.

 

¿Apoyó parte de la Iglesia a Hugo Chávez?

Al principio sí, varias voces dentro de la Iglesia le apoyaban, sobre todo en círculos jesuitas. Pero a medida que el chavismo se hizo más autoritario, estas voces se volvieron críticas y acabaron apoyando el cambio político. Algunas de ellas son figuras muy conocidas en Venezuela, como monseñor Mario Moronta, arzobispo de San Cristóbal, que fue durante mucho tiempo el obispo más conciliador con el chavismo dentro de la jerarquía, antes de criticar el giro autoritario del régimen. Del mismo modo, el superior general de la Compañía de Jesús en el mundo -un venezolano- Arturo Sosa, fue históricamente muy simpatizante de las causas del surgimiento del chavismo -es historiador y politólogo- pero sus críticas han aumentado progresivamente.

 

Esta hostilidad mutua entre la Iglesia y el régimen ha disminuido en los últimos años?

Sí, el gobierno de Nicolás Maduro ha buscado acercarse a los sectores conservadores. Durante unos cinco años, justo antes de la pandemia, dejó de lado su retórica más radical e intentó mejorar las relaciones con la Iglesia, sobre todo aceptando nombramientos de obispos. En Venezuela, las relaciones entre la Iglesia y el Estado se rigen por un régimen concordatario: por tanto, la Iglesia debe contar con la aprobación del Estado para sus nombramientos. Pero en los primeros años del chavismo, el Estado dejó de aprobar estos nombramientos.

El acercamiento entre el Estado y la Iglesia se reflejó también en la beatificación de una figura muy popular en el catolicismo venezolano: el doctor José Gregorio Hernández (1864-1919). Fue un médico venerado por el pueblo, que ayudó a los pobres y al que se atribuyen numerosos milagros. Durante mucho tiempo, su causa de beatificación no avanzó, hasta el punto de que algunos pensaron que había sido rechazada por la Iglesia debido a la devoción de que gozaba en la religiosidad popular y los cultos teñidos de sincretismo. El gobierno hizo una fuerte campaña para su beatificación, que finalmente fue declarada en 2021. Por último, aunque Nicolás Maduro ha intentado ganarse el favor de las iglesias evangélicas concediéndoles beneficios económicos, también ha ayudado a las parroquias católicas a atraer a sacerdotes locales.

 

En el mismo periodo, la Iglesia atenuó sus críticas contra el gobierno. ¿Cómo se explica esto?

Mantuvo su crítica social y política general, pero ya no se pronunció explícitamente contra el gobierno. En su lugar, hizo un llamamiento a la conciliación y reforzó su papel de mediador. Esto se explica por el contexto de represión y control de la sociedad por parte del régimen.?En cierto modo, el autoritarismo del chavismo funcionó: la oposición no tenía poder para proponer una alternativa real, por lo que varios sectores de la sociedad, como la burguesía tradicional, optaron en cambio por adoptar una postura cauta. Y la Iglesia no ha escapado a esta tendencia. Pero en los últimos meses, con las elecciones, la Iglesia ha vuelto a adoptar una postura crítica.

 

¿Sigue teniendo peso la voz de la Iglesia en Venezuela?

Sí, los católicos son mayoría en Venezuela. Tradicionalmente moderada, la Iglesia no se ocupa mucho de moral sexual, de género, ni siquiera de temas estrictamente espirituales o religiosos, sino que centra su discurso en la desigualdad y la pobreza. En la medida en que no tiene poder directo, esto le confiere una gran autoridad moral, y siempre se espera su palabra. El cardenal Baltazar Porras, por ejemplo, arzobispo emérito de Caracas, es una de las figuras intelectuales más importantes del país y miembro de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. No es un hombre conservador, pero siempre ha sido crítico con el régimen de Maduro. También hay que recordar que la libertad religiosa no está amenazada en Venezuela.

 

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