Fuente: Settimana News
Por: Augusto Cavadi
9 septiembre 2021
¿Cuántos, en Italia, conocen Adista, una agencia de noticias especializada en la observación de fenómenos religiosos (en el ámbito católico, pero también ecuménico) que se publica en Roma desde los años setenta del siglo pasado? No puedo responder. Sé con certeza, sin embargo, que quienes han cruzado —al menos a veces— esta hoja independiente, curiosa, a veces irreverente, no pudieron evitar encontrarse con Giovanni Avena que, al menos desde 1979, ha constituido su alma incansable.
Desde la tarde del 4 de septiembre, este hombre manso pero decidido, siempre mesurado y amable pero incapaz de compromisos diplomáticos, ya no está allí. Falleció pacíficamente a la edad de 83 años, después de una larga enfermedad en la que fue asistido amorosamente por su esposa Ivana y rodeado de los "jóvenes" de su cooperativa editorial.
De joven fue sacerdote y párroco en Palermo. Las simpatías iniciales con el cardenal Salvatore Pappalardo se oscurecieron —como de hecho sucedió en el caso de otros sacerdotes progresistas— cuando expresó posiciones críticas hacia la Iglesia institucional y los vínculos entre ella y el crimen mafioso a través de la mediación política de varios exponentes de la Democracia Cristiana.
La situación se volvió insostenible cuando Avena, también en relación con las luchas del psiquiatra Franco Basaglia, dirigió a su comunidad parroquial en una larga batalla por los derechos humanos pisoteados a los enfermos hospitalizados en el hospital psiquiátrico donde vivían, como prisioneros, incluso niños de 7-8 años o más.
Al mudarse a Roma, comenzó a colaborar con Adista (entonces una agencia de la Izquierda Independiente), cuya transformación promovió en un verdadero órgano de contrainformación disponible para los herejes (en un sentido religioso pero también de partido) de diversos orígenes.
Desde entonces no ha dejado de viajar por Italia para conocer e investigar, pero también para dar información y percepciones, opiniones y consejos: a veces en forma pública, a veces en formas más confidenciales (no a todos los obispos y aspirantes a obispos les encantó que las relaciones de amistad con este personaje se conocieran).
Para quienes lo conocieron y apreciaron hay muchas formas de honrar su memoria: una de las más concretas y efectivas para acercarse a su "criatura" periodística y, si compartes su corte y estilo, es apoyarla también económicamente.
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