Un estudio del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) señala un descenso significativo del número de bautismos, confirmaciones y matrimonios católicos en América Latina. Esta tendencia podría tener un impacto en la membresía católica en un futuro próximo en la región con el mayor número de católicos bautizados del mundo.
Fuente: La Croix
Por Juliette Vienot de Vaublanc
25/10/2023
¿Se extiende poco a poco la secularización a América Latina? En cualquier caso, la Iglesia católica, tan fuerte en esta parte del mundo, muestra signos de declive. Es lo que parecen indicar las cifras de un estudio recientemente publicado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
América Latina sigue teniendo la mayor población católica del mundo, con 562 millones de bautizados en 2020, es decir, el 41%. Esta cifra es muy superior a la de Europa, que cuenta con 286 millones de fieles (el 21% de los bautizados del mundo), y a la de África (19%), que tiene 256 millones.
Sin embargo, esta situación puede no durar, a pesar del nombramiento del primer papa latinoamericano en 2013, el argentino Jorge Mario Bergoglio. El continente experimenta un fuerte descenso en el número de bautismos celebrados cada año: 8,2 millones en 2000, frente a 5,1 millones en 2020 (una caída del 37% en veinte años).
Según el Celam, esta tendencia a la baja podría, de mantenerse, unirse a la registrada en Europa y Norteamérica desde los años 70. "La Iglesia se enfrenta a la necesidad de tener en cuenta las cambiantes realidades culturales y sociales de América Latina y el Caribe", señala.
¿Una crisis de sacramentalidad?
La curva de confirmaciones y matrimonios católicos siguió la misma tendencia durante el mismo periodo. Esta disminución plantea la cuestión de una posible "crisis de sacramentalidad" que podría afectar al continente sudamericano, sin que el informe ofrezca una explicación de esta tendencia.
También señala otro fenómeno, la disminución del número de personas implicadas en la vida consagrada, tanto masculina como femenina, que es sin embargo un "pilar importante de la Iglesia en la región". Estos religiosos y religiosas, especialmente las monjas, prestan "una constante presencia misionera y un valioso servicio social a través de sus obras", como señalan los autores del informe.
El número de sacerdotes ha aumentado considerablemente en los últimos cincuenta años, pasando de 46 524 en 1970 a 76 608 en 2020. Una tendencia similar se observó en el caso de los seminaristas hasta 2005. Pero entonces la curva se ralentizó, y en 2020 la cifra había vuelto a su nivel de 1990.
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