domingo, 8 de octubre de 2023

Cardenal Burke expresa sus preocupaciones sobre el Sínodo y niega que sean ataque al Papa

Fuente:    Aciprensa

Por Walter Sánchez Silva

05/10/2023


Cardenal Raymond Burke, prefecto emérito de la Signatura Apostólica | Crédito: ACI Prensa

El Cardenal estadounidense Raymond Burke, prefecto emérito de la Signatura Apostólica —el Tribunal Supremo de la Iglesia— analiza el Sínodo de la Sinodalidad, que se inició este 4 de octubre en el Vaticano.

El Sínodo de la Sinodalidad fue convocado en el mes de octubre de 2021 bajo el lema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. A la sesión que se desarrollará este mes de octubre en Roma están convocadas 365 personas, entre ellos obispos, religiosos, sacerdotes, diáconos y laicos. Por primera vez, quienes no son obispos —entre ellos 54 mujeres— tendrán derecho a voto.

En su participación en el evento “La Babel sinodal”, organizado por La Nuova Bussola Quotidiana, realizado el 3 de octubre en Roma, el Cardenal Burke precisó que los dubia (presentados por él y otros 4 cardenales) no son de ninguna manera un ataque contra el Papa Francisco.

El purpurado explicó, respondiendo a una acusación de un padre sinodal que fue citado anónimamente por el diario italiano Il Giornale, que los dubia no buscaban golpear al Santo Padre, sino que “tratan exclusivamente de la doctrina y disciplina perenne de la Iglesia, no de una agenda del Papa”.

 

La ponencia del Cardenal Burke

En su conferencia titulada “La sinodalidad contra la verdadera identidad de la Iglesia como comunión jerárquica”, el purpurado recomendó la lectura del libro El proceso sinodal: Una caja de Pandora: 100 preguntas y 100 respuestas y afirmó: “Poniendo nuestra atención en las fuentes filosóficas de la llamada sinodalidad, desenmascara su mundanidad. Por ello nuestro Señor Jesucristo, que es nuestro único Salvador, no está en la raíz ni en el centro de la sinodalidad. He ahí por qué se pasa por alto e incluso se olvida la naturaleza divina de la Iglesia en su fundación y en su vida orgánica y duradera”.

El cardenal señaló luego que “el Espíritu Santo es invocado con mucha frecuencia en la perspectiva del Sínodo”, pero “no se dice ni una palabra sobre la obediencia debida a las inspiraciones del Espíritu Santo, que son siempre coherentes con la verdad de la doctrina perenne y la bondad de la disciplina perenne que Él ha inspirado a lo largo de los siglos”.

“Desafortunadamente —prosiguió— es muy claro que la invocación del Espíritu Santo de parte de algunos tiene como objetivo el avance de una agenda más política y humana que eclesial y divina. La agenda de la Iglesia es única, es la búsqueda del bien común de la Iglesia, es decir la salvación de las almas”.

Tras señalar que la “sinodalidad” no está entre los “atributos” o “rasgos esenciales” de la Iglesia, el Cardenal Burke afirmó: “Como profesamos en el Símbolo de la Fe y como enseña la constitución dogmática del Concilio Ecuménico Vaticano II sobre la Iglesia, Lumen gentium, la Santa Madre Iglesia, en sus atributos, en sus trazos esenciales, es ‘una, santa, católica y apostólica’”.

“La confusión sobre la teología, sobre la moral e incluso sobre la filosofía elemental en la que vivimos es alimentada por una gran falta de claridad en el vocabulario utilizado, y esto probablemente sea intencionado por parte de algunos”, continuó el cardenal y puso como ejemplo la introducción o el llevar al extremo “nuevas palabras sin una clara definición, como en el caso de la palabra sinodalidad”, lo que suscita “el riesgo de perder la identidad de la Iglesia, nuestra identidad como miembros del Cuerpo Místico de Cristo”.

“En el momento en el que estos conceptos se convierten en centrales y no son claramente definidos, se abre la puerta a cualquiera que quiera interpretarlos de modo que rompa con la constante enseñanza de la Iglesia sobre estos temas. De hecho la historia de la Iglesia nos enseña que la resolución de las peores crisis, como la arriana, comienza siempre con una gran precisión en el vocabulario y en los conceptos utilizados”, subrayó el cardenal.

El arrianismo fue una herejía iniciada por el obispo Arrio en el siglo IV, que negaba la divinidad de Cristo y que arrastró a muchos pastores en sus errores.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Identifícate con tu e-mail para poder moderar los comentarios.
Eskerrik asko.