Religiosa de la Congregación de las Hijas de Jesús. Pastoralista y educadora, ha sido y será facilitadora de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión», que se realizará en el Vaticano del 4 al 29 de octubre de 2023.
Fuente: Noticias Obreras
Por Abraham Canales
01/10/2023
Después de su presencia en el sínodo sobre la Amazonía, ¿qué significa para usted volver a participar en un sínodo?
Una gran emoción no exenta de responsabilidad. Pero también estoy expectante porque creo que este sínodo es muy diverso del anterior y del otro en que también participé, “La fe, los jóvenes y el discernimiento vocacional”, en 2018.
De todas maneras, considero un regalo esta experiencia que está llegando; estoy abierta para recibir sin duda mucho más de lo que pueda dar y deseosa de poner lo mejor de mí en esta causa eclesial que vale la pena.
¿Cuál es su tarea en este sínodo sobre la sinodalidad? ¿Cómo ha sido su preparación para su tarea en este sínodo?
Cuando se me invitó a participar ya se me dijo que mi tarea era la de ser facilitadora de los pequeños grupos en que trabajaremos, cada una en su propia lengua. Mi preparación personal ha comenzado en cuanto me dieron la noticia; tenía pensado hacer mis ejercicios espirituales como cada año y la última semana de julio estuve en Loyola, ese fue el punto de partida para prepararme: oración y silencio. Entiendo que es un proceso espiritual y así lo estoy viviendo, tiempos de oración diaria que me sitúan en este momento histórico de nuestra Iglesia, pero siempre poniendo la mirada en Jesús y su evangelio como programa de vida. Creo que desde ahí podré dar mi mejor contribución.
También estamos teniendo reuniones previas para la organización y desarrollo de la Asamblea sinodal y eso es también una gran ayuda para prepararnos.
Acaba de publicarse el libro Caminar juntas y juntos. Soñar la Iglesia, vivir la misión. Un libro coral en el que escribe el capítulo “Sentir con la Iglesia sinodal. Iglesia y democracia”, ¿Podría explicar cómo ve esta relación?
Hay algunos puntos en común, aunque la Iglesia en cuanto tal no sea una democracia, entendida en su significado político. En este sínodo uno de los ejes es la participación de todas las personas que lo deseen, todas han podido y pueden, aportar su palabra, sus sugerencias, su propuesta de cambio y mejora para una Iglesia Pueblo de Dios, como la definió el Concilio Vaticano II.
Otro punto en común podría ser la corresponsabilidad, y tanto esta como la participación tienen que ver con la pertenencia. En tanto en cuanto me siento parte de un país, de una sociedad, de una comunidad, de una familia, de la Iglesia, en esa misma medida me pongo en juego con mis posibilidades, es decir, me siento miembro activo.
Pero la toma de decisiones no es por votación sino buscando un consenso en discernimiento –búsqueda conjunta de decisiones–, el cual debe contar con todas las personas implicadas en los procesos, por eso la urgente necesidad de una escucha activa, inclusiva, no puede faltar ninguna voz y así se puede llegar a la decisión final que refleja el proceso participativo.
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